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El índice suma una caída del 7,8% en seis jornadas de pérdidas

Rusia agrava las caídas y deja al Ibex al filo de los 10.000

Vista del panel de la Bolsa de Madrid y una campanica a sus pies.
Vista del panel de la Bolsa de Madrid y una campanica a sus pies. EFE

Como en el juego del comecocos, el Ibex sigue devorando día a día lo poco que le queda de su revalorización anual, que llegó a alcanzar el 13% en sus máximos de junio. Tras cerrar hoy de nuevo en rojo, el selectivo reduce su alza desde que empezó el año hasta el 1,6%. Junto al FTSE MIB italiano, es el único gran índice europeo que continúa en terreno positivo, aunque gran parte de la subida se ha esfumado. La respuesta de Rusia a las sanciones impuesta por la UE y el impacto que esta tensión puede tener sobre la economía europea ha intranquilizado mucho a los inversores, más aún después de las palabras de Mario Draghi sobre esta cuestión. El Ibex cierra hoy su sexta sesión consecutiva a la baja, en su peor racha desde enero. El índice cede un 1,64% en el día hasta los 10.078,6  puntos.

El verano no le está sentando nada bien a las Bolsas, con más volatilidad y más aversión al riesgo que en los meses precedentes. El de este año es el peor comienzo de agosto para el Ibex desde 2011. En las cinco primeras sesiones del mes, el selectivo se deja un 5,8%. El año pasado, el índice avanzó un 1,67% en este periodo y en 2012, el comienzo de agosto arrojó un alza bursátil del 7,02%. Solo en 2011 el principio del mes veraniego por excelencia resultó más dañino para el Ibex. Entonces, en plena crisis de deuda, el selectivo español descendió un 9,96% en las cinco primeras sesiones de agosto.

En la sesión de hoy, los bancos centrales han centrdo parte de la atención de los inversores, pero ni el Banco de Inglaterra ni el BCE se han salido del guión previsto, por lo que los mercados siguen su propia dinámica de miedos y cautela. Sobre la mesa, las mismas inquietudes que arrastran los inversores en las últimas sesiones y las que amenazan con un agosto revuelto, en especial las tensiones geopolíticas. El propio Mario Draghi, presidente del BCE, ha reconocido que no es fácil calcular el daño que podrá tener sobre la economía de la UE el conflicto en Ucrania y la batalla comercial cruzada entre los 27 y Rusia. Todos los índices europeos vuelven a cerrar a la baja, con caídas que van desde el 1% del Dax alemán hasta el 2% del PSI portugués.

La respuesta de Rusia a las sanciones impuestas por la UE y el incierto futuro del conflicto en Ucrania atemoriza a los inversores. En este sentido, el país presidido por Vladimir Putin anunció el miércoles que vetará la importación de productos agrícolas y alimentarios de la Unión Europea, en respuesta a las sanciones aprobadas por los 27 la semana pasada. Esta noticia y la presencia de tropas armadas rusas en la frontera con Ucrania anticipan nuevas tensiones en aquel país con posibles efectos secundarios sobre la economía europea. La btalla diplomático continúa y la OTAN ha suspendido la cooperación con Rusia.

Las dudas sobre la recuperación europea ocupan un lugar destacado entre las preocupaciones de los inversores. Dudas que han generado varios datos como la entrada en recesión de la economía italiana y que acrecienta el enfrentamiento con Rusia. Los expertos de Barclays creen que el crecimiento de la zona euro en el segundo trimestre del año, dato que se publicará la próxima semana, quedará en el 0,1%, frente al 0,2% del primer trimestre. “España parece ser una excepción, con un crecimiento mayor de lo esperado del 0,6%”, aportan. Para Alemania prevén un aumento del PIB del 0,1%.

Junto a Italia, que ha vuelto a entrar en recesión, otra de las grandes preocupaciones es Francia. Desde la firma británica recuerdan que los índices PMI de actividad del sector servicios ha bajado de los 50 puntos (barrera que marca cuándo una económica entra en contracción), por lo que prevén un crecimiento “anémico” del 0,1%. De cara al tercer trimestre, añaden, “una aceleración significativa es improbable por el conflicto ucraniano y las posibles respuestas de Rusia a las sanciones”.

Rafael Romero, director del departamento de inversiones de Unicorp, destaca que “a corto plazo la visión es claramente sombría en las Bolsas, y no parecen apuntarse catalizadores que pudieran materializarse rápidamente como resultados, datos macro o actuaciones de bancos centrales,que permitieran romper esta inercia de contagio de aversión mayor al riesgo”. A medio plazo, matiza, el fondo del mercado no ha variado.

En este entorno dubitativo sobre la recuperación europea, la deuda de los países periféricos frena algo la subida de rentabilidad (caída de precio) del día anterior, aunque los inversores siguen comprando deuda alemana, tradicional activo refugio.El bono germano a diez años cae hasta  el 1,07%, un nuevo mínimo histórico. El bund comenzó en el año en el 1,97%. La deuda alemana de algunos tramos, como la que vence dentro de dos años, ha entrado en negativo. La buena acogida del mercado a la subasta de deuda del Tesoro celebrada hoy ha ayudado a que bajara la rentabilidad del bono español a diez años durante buena parte de la sesión, pero finalmente no ha logrado librarse de las tensiones y sube hasta el 2,6%, con la prima de riesgo en los 153 puntos.

Desde Citi afirman que la deuda española se ha comportado mejor que la italiana en los últimos meses, algo cada vez más justificado por fundamentales, según la firma estadounidense. “España es uno de los pocos países soberanos que tienen una perspectiva positiva en su ráting, mientras que S&P mantiene una perspectiva negativa para Italia”, afirman.

En el mercado de divisas, el euro se deprecia hasta los 1,33 dólares, su nivel más bajo desde septiembre.

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