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El trader incontrolado es el que pierde

Buen día para los escépticos. Mal día para las letras griegas. En dos días UBS ha comunicado que un trader de su equipo de ETF Delta1 ha perdido 1.500 millones de euros y Goldman ha echado el cierre a su fondo estrella del trading cuantitativo Global Alpha. Buen día, pues, para los que somos escépticos con la operativa ultrasofisticada que intenta dar duros a cuatro pesetas al cliente y arregla las cuentas de la banca a costa de convertir el mercado financiero en un desquiciado campo de minas.

Los traders incontrolados son una rara fatalidad. Parecía un buen chico pero, ay, quién lo iba a decir. Estaba loco. El banco lo lamenta profundamente. Pero los traders locos solo pierden; ningún banco comunica que un trader loco ha ganado 1.500 millones de euros. Tampoco, de hecho, suele haber traders incontrolados que sufran pérdidas de, pongamos, 100 millones de euros. Solo a partir de 500-1.000 millones -cantidad ya difícil de ocultar en las cuentas anuales-, se genera el trader incontrolado y los medios de comunicación se lanzan a publicar fotos sacadas de Facebook. El trader loco siempre es extremadamente hábil como para saltarse los robustos controles de riesgos de la banca, extremadamente torpe en sus operaciones (siempre pierde) y extremadamente raro de encontrar.

Las estrategias de inversión cuantitativa, por su parte, son maravillosas. Rentabilidad sin riesgo. Interminables algoritmos para detectar cómo ganar por la mano al mercado y elegir los mejores activos, compensando el riesgo asumido a través de la correlación histórica entre rendimientos. Pero de vez en cuando, ay, otra fatalidad, la realidad se estropea. Y con cierta frecuencia. El Global Alpha se llevó un palo del 40% en 2007 y otro del 12% este octubre. El producto era excelente; alguien tendrá que reprogramar el mundo.

Buen día, en fin, de los que dudamos profundamente de que una máquina programada por humanos (o una ecuación redactada por matemáticos) vaya a encontrar el sentido oculto de algo que gente con décadas de experiencia entiende malamente. Buen día, también, para los que creemos que la fiebre de los ETF (y especialmente de los ETF sintéticos) no se está gestando nada bueno.

Obviamente, la mala memoria es lo que tiene, la realidad no suele estropear los planes del sector. Si alguien se atreve a recordar estos casos a la hora de plantear la supervisión de los hedge funds, de las actividades de trading por cuenta propia o del mercado de ETF ya conocemos la respuesta. Fue una fatalidad. Un hecho aislado. Todo está bajo control. Aquí no hay nada que ver.

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