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Debate abierto
Tribuna
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Una agonía de dos años

El próximo 10 de marzo se dará el pistoletazo de salida a lo que se supone que será la prueba definitiva para conocer al detalle la salud del conjunto del sistema financiero español, y sobre todo de las cajas de ahorros, la gran asignatura del sector según apuntan los mercados. Será cuando el Banco de España anunciará las necesidades de capital de las cajas, en principio fijadas en 20.000 millones de euros, según el Gobierno. Para los bancos de inversión, esta cifra se queda pequeña.

Según un cálculo de Bank of America Merrill Lynch, las cajas necesitan unos 43.000 millones de euros de capital adicional. Y para Citi esta cifra se eleva a 64.000 millones solo para llegar el 8% de core capital. Marcará un nuevo cambio en el mapa bancario nacional, el segundo tras la reforma de la ley de cajas aprobada el pasado año. Pero el círculo no se cerrará definitivamente hasta dentro de un año o año y medio, apuntan varias fuentes.

El próximo jueves el Banco de España hará públicas las necesidades de capital de cada entidad financiera. Y a partir de ese día y hasta finales de mes, bancos, y sobre todo cajas, iniciarán una carrera para diseñar un plan de viabilidad para lograr recapitalizarse, si no quieren pasar a la lista de las entidades nacionalizadas. Será entonces cuando las últimas fusiones de urgencia protagonizadas por las cajas más débiles se concreten. Las instituciones menos recapitalizadas acudirán a la vera de las que son más solventes y si tienen intención de cotizar, mejor.

Tres fechas son las claves: septiembre, mes en el que las entidades con necesidades de capital deberán haberlo obtenido, sobre todo si han optado por la vía de la ayuda pública y no tienen intención de cotizar. Diciembre, mes en el que las cajas que han optado por introducir capital de terceros en su banco para no tener que llegar al 10% de core capital y no cotizar hayan completado su objetivo. Y marzo de 2012, mes en el que las entidades que hayan elegido la vía de la salida a Bolsa estén ya en el mercado. A partir de entonces, el mapa financiero español será diferente al actual, y nada que ver con el vigente hace un año. Pero algunas cajas, e incluso bancos, esperan más cambios. Será la última oleada de fusiones.

"En junio del pasado año llegó la primera oleada, ahora estamos asistiendo a la segunda y en unos meses se producirá una tercera carrera por crecer con compras", asegura un directivo de un banco mediano, que ve más factible esperar a que termine la recapitalización de las cajas para adquirir alguna que ahora. Y es que "los problemas de las cajas los solucionaremos en el sector, entre nosotros. Es histórica la reivindicación de los bancos pidiendo la compra de cajas, y al final ha llegado, pero creo que no tendrán oportunidad de adquirir alguna caja. Las más débiles acudirán al FROB y esperarán a estar sanas, con un máximo de dos años, para buscar socios. Otras se unirán ahora, como ya ocurre, a algún SIP ya formado. Otras, las sanas, esperarán", afirma el director general de una caja de ahorros que estudia en estos momentos el plan de viabilidad de su entidad.

Las dos cajas catalanas, Catalunya Caixa y Unnim, ambas con capital por debajo de lo que pide el Banco de España, parecen decididas a crear un banco y recapitalizarse con la petición de ayudas públicas y que el Gobierno entre en su accionariado durante dos años. En ese periodo podrán sanear y buscar sin prisas sus socios. Es una solución catalana en la que no descartan para nada transformarse en fundación. "Qué más da ser caja que fundación. Solo es cuestión jurídica y de composición de los consejos. Lo que importa es mantener la obra social vinculada a Cataluña. Eso es lo que nos importa de verdad", señalaba la semana pasada un alto cargo de estas cajas.

Novacaixagalicia también parece inclinarse por esta solución, sobre todo la Xunta. La caja gallega cuenta con el core capital más bajo del sistema financiero, menor a un 6%. Una gran parte del consejo y el propio Gobierno regional quiere crear un banco que se recapitalizaría con el FROB y con capital privado (no saldría ahora a Bolsa). La próxima semana los directivos de la caja comenzarán un road show para convencer a inversores y fondos de inversión anglosajones para que entren en el capital de este banco. También buscarán entre sus clientes. Tampoco descartan su unión a un SIP, pero esta opción cuenta con menos partidarios, como tampoco descarta convertirse en una fundación si la caja no llega a controlar el 50% del nuevo banco.

La Caixa, mientras, ha decidido no participar en esta carrera por absorber cajas. Solo se ha quedado con una pequeña entidad, Caixa Girona, y por petición del Banco de España. Tampoco participará en esta nueva ronda de fusiones. Su proyecto es centrarse en la creación de Caixabank y su salida a Bolsa. Una vez pasada la actual crisis económica, que durará aún dos años como mínimo, según los expertos, la caja catalana puede crecer con compras aprovechando los últimos coletazos de la reestructuración financiera, apuntan varios expertos. El presidente de Caja Madrid y de Bankia, Rodrigo Rato, de hecho, aseguró la semana pasada en la presentación de la nueva marca comercial del banco del SIP, que en un tiempo habrá menos cajas que las actuales, y las que queden serán mucho mayores.

Los expertos calculan que en dos años habrá menos de una decena de cajas. Cinco es un número que parece establecido en círculos financieros. Mientras, Bankia, Banco Base, Caixabank, Mare Nostrum y Banca Cívica han comenzado o están a punto de comenzar sus road show para salir a Bolsa. Varios fondos de inversión están interesados en entrar en el capital de estas entidades, pero prefieren hacerlo a través de un banco. El diseño de esta operativa es sencilla y ha sido expuesta por algunos de los principales fondos anglosajones a directivos de los bancos españoles, según señala alguno de ellos.

El banco amplía capital que suscribe un fondo de inversión para entrar indirectamente en una caja. Prefiere esta vía porque desconoce por completo a las cajas. Estos fondos valoran en la actualidad a las entidades de ahorro entre 0,3 y 0,4 veces su valor en libros, importe que no compensaría la salida a Bolsa de estas entidades, explican los directivos españoles a los que los fondos les han sugerido esta vía para entrar en el capital de las cajas. La Caixa ha cifrado su valor en 0,8 veces su valor contable.

Esta solución, sin embargo, no convence a los bancos medianos, potencialmente los más interesados en aplicar esta fórmula. Pese a ello, la banca cree que hasta 2013 tendrá tiempo de comprar cajas o hacer fusiones.

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