Los resultados empresariales son poco valorados por el clima bélico
Donde hay capitán no manda marinero. Y con una guerra larvándose en una zona tan sensible como el golfo Pérsico, los inversores no podían sino extremar la cautela. Como quiera que los resultados empresariales presentados a lo largo de la semana por las compañías de Wall Street tampoco han sido para tirar cohetes, la semana ha dejado una pérdida del 2,93% para el Ibex 35 y del 1,52% para el Euro Stoxx 50.
El mejor comportamiento del Ibex frente al resto de mercados europeos ha sido la única nota ligeramente positiva de la semana. El mercado español se ha desmarcado del resto de Europa con una ganancia del 3,84% en lo que va de año. Mientras tanto, el Euro Stoxx 50 se deja un 6,36%. El Footise londinense, el que más ha caído en los últimos días, está en los niveles más bajos desde 1995, después de haber descendido por debajo del mínimo de octubre. El sector bancario ha protagonizado las caídas de la Bolsa española, mientras Telefónica y Repsol han limitado las pérdidas. Cuando BBVA ha perdido el 9,55% y Santander el 8,3%, Telefónica ha subido el 0,7% y Repsol ha avanzado un 0,07%. Ambas compañías han batido el comportamiento de sus respectivos sectores en Europa. Telefónica, además, se está beneficiando de la avalancha de recomendaciones positivas sobre el sector de telecomunicaciones, recomendaciones que hacen especial énfasis en las perspectivas de la compañía española.
A lo largo de la semana presentaron resultados alrededor de una cuarta parte de las compañías del Standard & Poor's 500. 2002 ha sido un año de saneamiento. De malos resultados. Los inversores son plenamente conscientes de ello, y por eso lo que demandaban eran buenas vibraciones para el ejercicio que empieza. No lo han conseguido y, ante la indefinición a nivel empresarial, han optado por la prudencia.
En busca de refugio
La evolución de la Bolsa y de otros activos a lo largo de las últimas sesiones demuestra que los inversores buscan un puerto seguro para su dinero, ahora que la guerra parece más cerca que nunca. El precio de la renta fija y de activos como el oro ha coincidido con la falta de apetito por parte de los mercados de renta variable.
El lunes los inspectores de Naciones Unidas presentan las conclusiones de su investigación. Presumiblemente pedirán más tiempo para buscar armas. Pero es posible que el Gobierno de Estados Unidos no se lo conceda y ataque en breve a Irak. Es eso lo que pesa en el mercado.
Por estos motivos el Ibex cedió en la sesión de ayer un 0,65%. Wall Street dejó de lado las cuentas de las compañías y se dedicó a vender, por lo que pueda ocurrir el lunes. La tónica fue la misma que la del resto de la semana, es decir, un volumen de negociación flojo y más ventas que compras. Ni siquiera el movido sector inmobiliario aportó algo de alegría a los inversores.