Las claves: la UE introduce una nueva restricción al comercio chino, esta vez en paquete pequeño
Los consumidores perderán acceso a un catálogo muy competitivo de precios (quizá no tanto de calidad)
El comercio electrónico ha vivido en los últimos años un auge espectacular, del que se han beneficiado en buena medida minoristas chinos como Shein y Temu. Esto ya ha cambiado en Estados Unidos, donde en agosto se terminó el régimen de minimis, que eximía de aranceles a los paquetes de menos de 800 dólares, y ahora los miembros de la UE están acelerando una medida similar para los envíos de menos de 150 euros. Hay razones proteccionistas, claro está, pero también ambientales, al menos en el caso europeo (en el caso de la Casa Blanca, de forma quizá involuntaria): las empresas tienen incentivos para dividir los pedidos en partes pequeñas. Los consumidores perderán acceso a un catálogo muy competitivo de precios (quizá no tanto de calidad), en particular en el sector textil, y saldrán ganando empresas del Viejo Continente como Inditex.
La intención de los países europeos va en la línea de restringir el comercio procedente de China, país al que se intenta tratar con mano de hierro en guante de seda, dado que la dependencia industrial respecto de él sigue siendo enorme. Esta vez la medida viene en paquete pequeño, quizá algo menos detectable.
Protegerse de una opa trae consigo sacrificios
Para derrotar al BBVA en la larga batalla de la opa, el Sabadell puso sobre la mesa una larga lista de argumentos. El primero y más importante iba dirigido a los accionistas: tenemos recorrido y nuestra acción también. Para reforzar esa idea, aprobó grandes dividendos y, para costearlos, llegó incluso a vender una de sus mejores bazas de negocio, la filial británica TSB. Esta última, que a partir de enero pertenecerá al Santander, ha sido la gran responsable de sus resultados récord, anunciados ayer. Solo el tiempo dirá si el movimiento respondió al famoso axioma: “Pan para hoy, hambre para mañana”. Por lo pronto, la entidad cayó en Bolsa ayer.
Un cambio de paradigma en el automóvil del Viejo Continente
Las automovilísticas europeas llevan años con el enemigo a las puertas y, gracias en buena parte a Bruselas, han conseguido contenerlo. Ahora, sin embargo, ha decidido instalarse definitivamente, y en lugar de traer los coches, las marcas chinas apuestan por fabricarlos intramuros. Es una estrategia para esquivar barreras tan vieja como el comercio y que se ve con claridad en Estados Unidos. Pero a los fabricantes del Viejo Continente, como es lógico, no les gusta. Las marcas chinas “entran por todos lados”, se quejaba anteayer Josep María Recasens, presidente de Renault España, que pedía a cambio, por lo menos, que enseñen su know how a las marcas europeas, como imponían antes las autoridades chinas a los que iban a instalarse allí. Cómo han cambiado las cosas.
La frase
Cuando decimos que el préstamo de reparación [financiado con los activos rusos congelados] es el mejor camino para apoyar a Ucrania es porque no hay soluciones fáciles. No tenemos árboles que den dinero, chisteras con conejos o soluciones mágicasStephanie Lose, ministra de Asuntos Económicos danesa
La vital importancia de una buena calidad legislativa
El Congreso aprobó ayer la Ley de Servicios de Atención a la Clientela, que tiene por objetivo, como pocas normas, el bienestar del ciudadano (o, lo que es lo mismo a estos efectos, del consumidor). El texto recoge posibles soluciones a situaciones que no por normalizadas dejan de ser engorrosas, como tener que discutir con una máquina con poca capacidad de entendimiento cuando uno busca soluciones o aguantar día sí y día también ser spameado con llamadas telefónicas de promoción de productos y empresas. Se supone que la ley ya prohibía estas últimas desde 2023, pero la realidad es que, para desgracia de muchas siestas, siguen ocurriendo bajo un variado paraguas de excusas. Al contrario de lo que dice la expresión, se pueden poner puertas al campo, pero hay que hacerlo con finura.
