Alibaba y Baidu trastocan los planes de Pekín respecto a los chips
Ambas tecnológicas se suman al desarrollo de semiconductores, que China pensaba centrar en Huawei

Un competidor inesperado le está robando protagonismo a Huawei. El jueves, el paladín chino de los chips detalló por primera vez sus ambiciosos planes para enfrentarse a Nvidia. Pero Alibaba también está avanzando rápidamente en sus ambiciones en el sector del silicio.
Huawei ha encabezado los esfuerzos de China para alcanzar la autosuficiencia del 70% en chips de inteligencia artificial para 2027 en determinadas ciudades. Hace poco, sus esfuerzos por romper el dominio de Nvidia han cobrado impulso. Las autoridades han pedido a las empresas que dejen de comprar ciertos productos de la firma de EE UU, informa el Financial Times, lo que ha creado un vacío que puede llenar Huawei. Los organismos de control del mercado han acusado por su parte a Nvidia de violar la ley antimonopolio.
Los chips Ascend, buque insignia de Huawei, son usados las principales empresas estatales, como el Banco Industrial y Comercial y la Corporación Estatal de Redes Eléctricas. El jueves, además de anunciar tres nuevos chips para los próximos tres años, Huawei dio a conocer sus planes para su próximo “supernodo”, o clúster de ordenadores con miles de procesadores, que, afirma, será más potente que el sistema comparable de Nvidia.
Pero no es la única competencia a la que se enfrenta esta. Este mes, la cadena estatal CCTV ha destacado un enorme centro de datos construido por la teleco China Unicom, que funciona íntegramente con chips hechos en el país. Es una hazaña formidable, teniendo en cuenta que las sanciones y los controles a la exportación de EE UU han aislado a China de la tecnología avanzada de fabricación de chips; aún más impresionante es que la filial de chips de Alibaba, T-Head, aportó en torno al 72% de los 23.000 procesadores utilizados.
Conseguir un contrato tan importante con un gigante estatal supone un gran respaldo para esta firma privada que, hasta hace poco, estaba en el punto de mira de Pekín. T-Head, fundada hace solo siete años, ni siquiera se menciona en el último informe anual de Alibaba. Durante mucho tiempo, sus chips se consideraron de uso interno y se destinaban sobre todo a la división de la nube de su matriz, que compite directamente con Huawei. Pero la rivalidad va más allá de la nube.
Las noticias sobre los logros de Alibaba han contribuido a que sus acciones en Hong Kong suban más de un tercio en el último mes por sí solo. Del mismo modo, su rival en la nube Baidu ganó hace poco pedidos de chips por valor de más de 120 millones de euros para la gran teleco China Mobile. Firmas más pequeñas, como Biren, también están entrando en escena como proveedores para proyectos respaldados por el Estado.
En última instancia, esta mayor competencia es positiva para los planificadores económicos del país. Su enfoque preferido, elegir a los ganadores, puede resultar caro y no ha funcionado bien en el ámbito de los chips o la IA, donde han surgido competidores desconocidos como DeepSeek y, ahora, Alibaba. Siendo realistas, esta y Baidu no habrían querido depender de Huawei para los chips. La mejor política de Pekín podría ser hacerse a un lado y dejar que luchen entre ellos y contra Nvidia.
Nvidia e Intel, Microsoft y Apple
Podría parecer una victoria poco habitual para Intel que se la pueda comparar con Apple. El problema es que es con la Apple de hace 28 años. El jueves, Nvidia anunció una inversión de 5.000 millones de dólares en acciones de Intel. Se asemeja a un acuerdo sellado hace mucho tiempo entre Microsoft y su entonces debilitado enemigo. En ambos casos, una firma en dificultades obtiene efectivo, mientras el otro gana buena voluntad política a bajo coste. Lo que falta esta vez es un camino hacia un resurgimiento similar al del iPod.
Apple estaba al borde de la muerte en 1997. La inyección de 150 millones de Microsoft y un acuerdo para dar soporte a Office en Mac le dieron el tiempo y la seguridad suficientes para enderezar el rumbo. A Microsoft le fue igual de bien. Apple siguió aportando apariencia de competencia, lo que ayudó ante las demandas antimonopolio.
Nvidia es la empresa más valiosa del mundo, pero las fricciones entre EE UU y China amenazan su dominio. Invertir en Intel podría, al menos, mantener contento al Tío Sam. La Casa Blanca se ha esforzado por reactivar Intel, a fin de mantener la fabricación de chips de vanguardia en el país. Nvidia ha ayudado con una suma que, aunque considerable, equivale a solo 19 días del flujo de caja libre previsto para este año, según LSEG.
Ambas desarrollarán productos que combinen sus tecnologías. A Intel le vendrá bien la ayuda. Los analistas prevén que este año fundirá 7.000 millones en efectivo. Los promocionados diseños de chips para centros de datos con Nvidia podrían frenar las pérdidas de cuota de mercado en lo que antes era el negocio más importante de Intel. Eso explica su alza de hasta un 30% en Bolsa el jueves.
Pero hay una diferencia con el caso de Apple. Esta estaba repleta de ideas innovadoras. Intel recibe un impulso para sus productos tradicionales, pero le falta un salto cualitativo en IA. Peor aún, necesita el éxito: su impulso a la fabricación solo funciona en lo financiero si alcanza escala suficiente. El dinero es quizá su menor problema.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

