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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Banca y seguros en 2025: resiliencia y crecimiento

A pesar de las turbulencias en los mercados, los sectores muestran una notable solidez

En la imagen, al fondo, torres de oficinas del barrio de Azca, en Madrid.
En la imagen, al fondo, torres de oficinas del barrio de Azca, en Madrid.Pablo Monge Fernandez

A pesar de las turbulencias en los mercados internacionales, las tensiones geopolíticas y la ralentización del crecimiento de algunos países de nuestro entorno, tanto la banca como el sector asegurador, europeo en general y español en particular, muestran una notable solidez y encaran 2025 con confianza. Este optimismo no es fortuito, sino el resultado de una estrategia clara y adaptada a los desafíos actuales, en la que destacan la digitalización, la inteligencia artificial y el compromiso con la sostenibilidad.

Los bancos europeos han superado ampliamente las expectativas en 2024, lo que ha llevado a una mejora significativa en sus previsiones y un aumento del 15% en sus valoraciones. Este sólido desempeño responde a tres factores principales: un incremento del 6% en los ingresos por comisiones, un fuerte ingreso neto por intereses y un apalancamiento operativo positivo. Estas claves, sumadas a un contexto de transformación tecnológica y de sostenibilidad, indican que las entidades están bien posicionadas para afrontar los retos venideros.

En cuanto a las ganancias bancarias, destacan varios aspectos clave. Los ingresos por comisiones han crecido un 6% respecto a 2023, impulsados por un aumento en las actividades de banca de inversión y un resurgimiento en la gestión patrimonial, donde los clientes están reposicionando sus carteras en previsión de la normalización de los tipos de interés. Además, los sólidos mercados de renta variable han reforzado los activos bajo gestión. En términos de ingresos netos por intereses, las presiones sobre los precios de los depósitos han disminuido más de lo esperado, lo que ha permitido a muchos bancos mejorar sus previsiones de margen de intereses para el año.

Otro aspecto destacable es el apalancamiento operativo positivo: los ingresos han superado el crecimiento de los costes en un 4%, un margen que ha permitido seguir invirtiendo en digitalización, refuerzo de las defensas contra los delitos financieros y modernización tecnológica basada en la nube. Además, la calidad crediticia ha permanecido estable, con bajos niveles de deterioro de préstamos y una gestión proactiva para reestructurar exposiciones y evitar incumplimientos.

Por otro lado, la inteligencia artificial está ganando protagonismo en la estrategia bancaria europea, mejorando la eficiencia operativa, impulsando el crecimiento de los ingresos y perfeccionando la gestión de riesgos, aunque solo una cuarta parte de los bancos han avanzado significativamente en este ámbito. Asimismo, los bancos europeos están liderando en finanzas sostenibles, habiendo otorgado 308.000 millones de dólares en préstamos relacionados con ESG en 2023. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra el lanzamiento del primer bono de género del mundo, diseñado para mejorar el acceso a la vivienda de mujeres de bajos ingresos y elevar el nivel de vida de las minorías de género.

Los sólidos resultados refuerzan la idea de que las ganancias de rentabilidad observadas durante el año pasado tienen más poder de permanencia de lo previsto. Dado que se espera que las tasas de política monetaria disminuyan más gradualmente, los bancos tendrán una ventana de oportunidad más larga para refinanciar favorablemente sus carteras de bonos y mitigar las sensibilidades de los balances.

Si bien las previsiones de ingresos por comisiones son desafiantes, la creciente claridad sobre hacia dónde irán los tipos de interés debería dar a las empresas la confianza para tomar decisiones de inversión a largo plazo, respaldando así el crecimiento de las tarifas.

Durante el último año, el sector bancario ha seguido dando prioridad a la gestión de costes, con un crecimiento de estos limitado a solo el 4% en un contexto de inflación considerable. Aun así, los bancos europeos siguen comprometidos con sus iniciativas de transformación y continúan atrayendo un mayor interés de los inversores.

En cuanto al sector asegurador, todo apunta a que asistiremos a una transformación estratégica notable en 2025, impulsada por la digitalización y la innovación centrada en el cliente. Los negocios de vida están comenzando a redefinir sus productos, su distribución y su asesoramiento; mientras que los de No Vida están invirtiendo en la reducción de costes y en la innovación respecto a la experiencia del cliente.

La modernización de plataformas tecnológicas será relevante en el próximo año, con el foco en soluciones específicas para la integración de datos y la Inteligencia Artificial, que progresivamente irá ganando terreno e importancia en toda la cadena de valor. Además, el crecimiento de servicios relacionados con la movilidad y la salud está dando lugar a nuevos ecosistemas en el sector asegurador, facilitando la integración de seguros en diferentes productos y servicios.

La sostenibilidad y la regulación seguirán siendo ejes fundamentales para el sector asegurador en 2025. La implementación de IFRS 17 ha traído cambios significativos en la gestión financiera, mientras que BEPS 2.0 y las obligaciones derivadas de la Directiva CSRD están redefiniendo los requisitos de transparencia y reporte. En paralelo, las regulaciones enfocadas en el comportamiento del consumidor y la relación calidad-precio exigirán a las aseguradoras un equilibrio entre competitividad y cumplimiento normativo.

La capacidad de adaptación se perfila como el factor diferenciador tanto para la banca como para el sector asegurador. Las compañías que sepan anticiparse a los cambios, integrar tecnologías disruptivas y mantener el foco en la sostenibilidad serán las que lideren en un entorno cada vez más competitivo y exigente. Los resultados recientes refuerzan la idea de que estos sectores no solo están resistiendo, sino que también están trazando una hoja de ruta clara hacia el crecimiento sostenible.

Pedro Pérez es socio responsable de servicios financieros en EY, Roberto Díez es socio responsable de banca y mercado de capitales y Carlos Martín es socio responsable de seguros.

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