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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El desafío de los BRICS+: la supremacía de Occidente es aún sustancial

El dólar es un valor refugio que se aprecia cuando se produce cualquier crisis geopolítica

billetes
Un billete de 100 dólares frente a uno de 100 yuanes.REUTERS

El grupo de los BRICS existe desde 2009 y estaba integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Su objetivo es crear instituciones y proyectar un poder que compita con el de las democracias occidentales. En 2024 se han incorporado Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Egipto y Etiopía. Javier Milei rechazó la invitación extendida a Argentina. Los BRICS+ aglutinan el 36% de la población, generan el 43% del PIB mundial y producen el 44% del petróleo.

China y Rusia intentan fidelizar a otras potencias emergentes y países en vías de desarrollo desde hace años mediante flujos de comercio e inversión y financiación de infraestructuras de transporte y energía. La Organización de Cooperación de Shan­ghái (2001), la Iniciativa de la Franja y de la Ruta (2013), el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (2014) y la Unión Económica Euroasiática (2014) son su respuesta a las organizaciones internacionales tradicionales.

China y Rusia persiguen su desacoplamiento del orden económico y de seguridad occidental con más intensidad desde que se impusieron sanciones contra Rusia por su invasión del Donbás (Ucrania) en 2014. Coincidió con la publicación en 2015 del programa Made in China 2025, que ha otorgado subvenciones cuantiosas a sus empresas para superar a Occidente en tecnología punta.

La tensión ha aumentado después de la alianza sin límites sellada entre China y Rusia en vísperas de la invasión de Ucrania por Vladimir Putin en febrero de 2022. Moscú controla el 20% del territorio ucraniano y con milicias prorrusas o sus propias tropas mina la capacidad de Georgia, Armenia y Moldavia de integrarse en las estructuras occidentales. Pekín quiere adueñarse de Taiwán y todo el mar de China meridional, y suprimió violentamente las libertades de Hong Kong.

La segunda invasión de Ucrania provocó una congelación de reservas y activos rusos en Occidente. Se prohibieron los flujos de comercio e inversiones en muchos sectores y se eliminaron las importaciones de sus hidrocarburos. El objetivo era privar a Rusia de divisas. Putin ha resistido el aislamiento occidental mediante una profundización de sus vínculos económicos y energéticos con sus socios en los BRICS+ y Turquía, Indonesia e Irán.

En 2023, Rusia exportó el 90% de su petróleo crudo a China e India. Pekín ha desplazado a la UE como mayor socio comercial de Rusia. El comercio entre China y Rusia batió el año pasado un récord, con 240.000 millones de dólares. China exporta a Rusia gran parte de la maquinaria, productos electrónicos, químicos, textiles y móviles que le suministraba Europa antes de 2022. El PIB conjunto de los BRICS+ (27 billones) es menos de la mitad de los 58 billones de la coalición occidental (EE UU, UE, Reino Unido, Canadá, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda, Taiwán, Singapur) que ha aplicado sanciones sobre Rusia.

Moscú y Pekín quieren sustituir las divisas occidentales con sus monedas en el comercio internacional, las reservas de los bancos centrales y las inversiones. Pero son conscientes de la aplastante superioridad de las monedas occidentales. Por ello, impulsan también una moneda común para los BRICS+, que emitiría el banco que creó el grupo en 2015.

Según el estudio trimestral del FMI sobre la composición de las reservas en divisas, en el último trimestre de 2023 un 58% fue en dólares, un 19,9% en euros, un 5,7% en yenes, 4,6% en libras esterlinas, un 2,5% en dólares canadienses y un 2,1% en dólares australianos. Significa que un 92,8% de los 12 billones de reservas se poseen en divisas occidentales, frente a un 2,2%, 98.000 millones, en yuanes.

El dólar es la moneda en el 40% de las transacciones comerciales mundiales. Entre 2009 y 2019, fue la divisa utilizada en el 96% de los intercambios comerciales del continente americano, el 74% en la región Asia-Pacífico y el 79% en el resto del mundo. El dólar es una de las monedas en el 88% de intercambios de divisas, el euro en el 30% y el yuan solamente en el 7%. Los pagos de deuda pública y de materias primas también se hacen predominantemente en dólares. La mitad de la deuda internacional está denominada en dólares.

Las democracias cuentan con mercados financieros y bursátiles más potentes y líquidos que los de los BRICS+. Los 51 billones del mercado de bonos de EE UU son un 39% del total mundial y superan los 20 billones de China (16%). Las mayores plazas bursátiles mundiales son occidentales o de democracias asiáticas. Las estadounidenses NYSE (28,4 billones), Nasdaq (25,4 billones), Euronext (7,2), japonesa JPX (6,6), LSE Group (3,4), TMX Group (Canadá, 3,2), Deutsche Börse AG (2,3), Nasdaq Nordic and Baltics (2), Taiwán (2), Corea del Sur (1,98), Suiza (1,95) y ASX Australian (1,68) suman en conjunto una capitalización bursátil de 86,1 billones de dólares. Triplican los 26,7 billones de capitalización de las de los BRICS+. Las chinas Shanghái (6,5 billones) y Shenzhén (4,1), la NSE de India (4,6), Hong Kong (3,8), Arabia Saudita (2,9), Irán (2,7) y Sudáfrica (1,2) están perdiendo además terreno ante el estímulo de la inteligencia artificial de las occidentales. Nvidia ha triplicado su capitalización en un año. Su acción ha subido un 145% en 2024. La capitalización conjunta de los titanes tecnológicos estadounidenses –Nvidia, Microsoft, Apple, Alphabet, Amazon y Meta– asciende a 15,2 billones, no lejos del PIB de China (17,9 billones).

El estudio del Foro Monetario Oficial y de Instituciones Financieras de junio revela que los gestores de 73 bancos centrales con 5,4 billones en reservas y los de fondos privados prevén aumentar sus inversiones en dólares un 18% en los próximos dos años. Un 7% elevará sus inversiones en euros. El año pasado, EE UU atrajo 341.000 millones en Inversión Extranjera Directa (IED), mientras que la IED hacia China fue de solo 3.300 millones, la peor en 30 años. Las sanciones occidentales ahuyentan a las empresas extranjeras.

El dólar es un valor refugio que se aprecia cuando se produce cualquier crisis geopolítica. Acude capital para comprar activos denominados en dólares ante cualquier desestabilización política o militar internacional.

Las cumbres de los BRICS+ que auspicia Rusia durante su presidencia del grupo este año seguirán produciendo aspiraciones espectaculares. Pero la realidad de las estadísticas reseñadas es tozuda.

Alexandre Muns Rubiol es profesor, EAE Business School

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