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La tribuna de los fondos
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Más allá de las comisiones: la importancia de una estrategia de inversión correcta

Una exposición adecuada a renta variable y las ventajas fiscales de ciertos vehículos pueden afectar más a los resultados financieros fiscales que el coste de gestión

bolsa en directo
MADRID, 16/04/2024.- Varios paneles y monitores muestran en el parqué madrileño la evolución de la Bolsa española este martes. EFE/ Vega Alonso Vega Alonso (EFE)

Hace unos días, comí en Madrid con un inversor catalán en la taberna San Mamés. Conversamos de todo, excepto de fútbol. Nos conocemos desde hace muchos años y, desde el principio, acordamos ser totalmente honestos el uno con el otro: yo le diría mi opinión sincera sobre cualquier producto financiero y él haría lo mismo respecto a mí, como asesora financiera. Este acuerdo no representa un conflicto de interés para mí; en primer lugar, porque nunca he tenido objetivos de venta y, en segundo lugar, porque este inversor, pese a ser importante para mí a nivel personal, representa una parte muy pequeña del patrimonio de mi entidad. Al igual que con este amigo, suelo expresar mi punto de vista sin reservas en estas tribunas. Mis opiniones se fundamentan en mi experiencia, y siempre intento ofrecer datos y ejemplos que ilustren mis conclusiones. No obstante, es posible que otros profesionales interpreten estos mismos datos de manera diferente, y, por tanto, mis valoraciones pueden no coincidir con las de muchos colegas del sector. Corresponde al lector formarse su propia opinión.

Mientras disfrutábamos de unas magníficas anchoas y una deliciosa ensaladilla rusa, mi amigo inversor me contó que había asistido a una conferencia de un fondo tecnológico en el que invirtió 15.000 euros en abril de 2009. Ahora, 15 años después, sus participaciones tenían un valor de 150.000 euros. Aunque estaba muy contento con el rendimiento, una pregunta de otro asistente a la conferencia le sorprendió: “¿Por qué deberíamos invertir en su fondo, que cobra más de un 1% de comisión de gestión anual, en lugar de en un ETF?” Mi amigo admitió no haber entendido bien ni la pregunta ni la respuesta. “¿Qué piensas, Marta? ¿Es elevada esa comisión? ¿A qué ETF se refería?”

En cuanto a la comisión, ”depende”, le respondí. “Si decidiste invertir esos 15.000 euros en tecnología, porque ellos te lo sugirieron y no estabas buscando entrar en ese sector, entonces, considerando los resultados, diría que la comisión es más que razonable.”

Ese fondo se lanzó en diciembre de 1999 y, desde su lanzamiento hasta el 31 de marzo de 2009, una inversión inicial de 15.000 euros se habría reducido a solo 4.500 euros, lo que representa una pérdida de más de dos tercios del capital invertido. Con estos resultados, ¿quién se animaría a invertir por sí mismo? A pesar de esto, mi valiente amigo se dejó convencer por la propuesta de la entidad y decidió invertir una pequeña cantidad, que ahora se ha convertido en su principal fondo de inversión.

Respecto a la pregunta planteada por el otro asistente, es comprensible que en conferencias abiertas a inversores se cuestione al gestor de un fondo de renta variable americana del sector tecnológico, ya que los fondos de gestión activa generalmente no superan al Nasdaq 100. Este problema no es exclusivo de este fondo ni de este gestor. En los últimos 15 años, no conozco ningún fondo, ya sea con ISIN español o de gestoras extranjeras registradas en España, que haya superado al Nasdaq 100. Sin embargo, un fondo que logre un rendimiento similar al índice ya ofrece ventajas significativas para el inversor español, no tanto por la gestión activa, sino por otros beneficios, como las ventajas fiscales. El regulador español no extendió a los ETF la ventaja fiscal de los traspasos sin tributación. “Para ti, considerando tu edad, podría ser prudente diversificar y optar por inversiones más conservadoras, especialmente si se ha convertido en una parte importante de tu patrimonio financiero. Si tuvieras un ETF y quisieras vender, te enfrentarías a una carga fiscal de más de 30.000 euros, lo que podría hacer más difícil la decisión de reducir tu perfil de riesgo, aun cuando sea lo más prudente”, le comenté.

El ETF más negociado que replica el comportamiento del Nasdaq 100 es el Invesco QQQ, que cotiza en Estados Unidos. Según la regulación europea, cualquier ETF con ISIN americano se considera un producto complejo y sólo puede ser adquirido por inversores profesionales. Una inversión de 10.000 euros en este ETF en abril de 2009 valdría ahora 200.000. Aunque existen ETF domiciliados en Europa accesibles a inversores particulares, la elección del ETF y del mercado de compra requiere conocimiento específico. Es crucial considerar factores como la liquidez, la divisa y el pago de dividendos, antes que la comisión de gestión. Creo que incluso para invertir en ETF es aconsejable contar con buen asesoramiento. Sin embargo, ¿están los inversores dispuestos a pagar por ello?

La mayoría de los inversores tiende a enfocarse en la diferencia de las comisiones de gestión entre los ETF y los fondos de inversión. Sin embargo, los mayores costes de comisión de gestión de los fondos pueden ser parcialmente compensados por el ahorro en otros gastos, como los cambios de divisa y las comisiones por recibir dividendos. A menudo, muchos costes asociados con productos financieros no traspasables no se perciben en el momento de la compra, pero terminan impactando al inversor.

La diferencia más significativa entre ETF y fondos de inversión en renta variable americana no radica en las comisiones, sino en lo que aporta o resta el equipo gestor. En mi opinión, seleccionar fondos que no se desvíen de los índices y que incluyan todos los costes dentro del vehículo de inversión suele ser la mejor estrategia para optimizar la rentabilidad final del inversor particular, considerando todos los costes.

En cualquier caso, el verdadero problema de los inversores españoles no es ese; la mayoría se encuentra en fondos mixtos conservadores o, en el mejor de los casos, en mixtos moderados. Según Morningstar, con una inversión inicial de 15.000 euros, en media estos fondos habrían generado 21.000 euros o 27.000 euros, respectivamente. Esto apenas supera la inflación y, tras pagar los impuestos correspondientes, los inversores se habrán descapitalizado.

Marta Díaz-Bajo es directora de Estrategia de atl Capital


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