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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Biden adelanta a Trump en el ‘Make America Great Again’

Rechazar la compra de US Steel por una firma japonesa y apoyar el veto a TikTok son un peligroso precedente

EE UU Trump y Biden
Donald Trump y Joe Biden, en un debate para las elecciones de 2020, en Nashville (Tennessee, EE UU).MICHAEL REYNOLDS (EFE)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está superando a su rival en las elecciones presidenciales de 2024, Donald Trump, en sus propios términos. El jueves, Biden dijo que cubrirá “las espaldas” de los trabajadores sindicalizados que luchan contra la adquisición de la acerera United States Steel por parte de la japonesa Nippon Steel por 14.000 millones de dólares. Añádase a eso su apoyo a un proyecto de ley para forzar la desinversión o la prohibición de TikTok. Estos enfoques ad hoc de las controvertidas salvaguardias de la seguridad nacional y los intereses comerciales constituyen un peligroso precedente.

Gran parte de esto, unido a la Ley de Reducción de la Inflación del propio Biden, que pretendía recompensar a las empresas por traer de vuelta la fabricación de otros países, es una culminación en cierto modo inevitable de la ruptura del consenso estadounidense sobre el comercio. La revuelta contra el acuerdo de la Asociación Transpacífico, con el que el entonces presidente Barack Obama pretendía unir un bloque comercial alineado con EE UU, dio paso a la agenda de Trump de hacer América grande otra vez, Make America Great Again, con fuertes aranceles.

Equilibrar el malestar interno con las preocupaciones comerciales nacionales y de los aliados clave no ha hecho más que complicarse, ya que las protestas sobre el lugar que ocupan los rivales extranjeros en Estados Unidos pillan a Biden en un momento delicado. Los sindicatos son una facción política clave de su Partido Demócrata. La oposición de los trabajadores de United Steel al acuerdo con Nippon pone en peligro su apoyo de cara a las elecciones de noviembre.

El candidato republicano Trump se ha apoderado del asunto, diciendo que bloquearía la transacción. La declaración de Biden de que US Steel debe seguir siendo “de propiedad y gestión nacional”, aunque no llegó a prometer directamente el bloqueo, hizo caer las acciones de la empresa. “Es importante que mantengamos empresas siderúrgicas estadounidenses fuertes”, dijo Biden.

El 21 de diciembre, la asesora de la Casa Blanca Lael Brainard señaló que la producción nacional de acero es “fundamental” para la seguridad nacional”. El Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos, que examina las operaciones en las que participan compradores e inversores no estadounidenses, se dispone a revisar la operación.

TikTok

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el día 13 un proyecto de ley que exigiría a la tecnológica china ByteDance desinvertir en la aplicación de redes sociales TikTok o enfrentarse a una prohibición en Estados Unidos. Ahora pasa al Senado para su debate.

En teoría, prohibir TikTok debería de ser fácil de apoyar. Las autoridades han advertido de que plantea riesgos de vigilancia o de sembrar discursos divisivos. Pero Biden también tiene que hacer equilibrios. Últimamente, Donald Trump se ha mostrado menos firme a la hora de eliminar la aplicación de redes sociales de los teléfonos estadounidenses. El apoyo del Partido Demócrata es heterogéneo.

Amputar a un contrincante de la talla de Meta Platforms debilita el impulso antimonopolio nacional. También pone en peligro a las empresas estadounidenses que operan en China. Del mismo modo, rechazar los intereses japoneses podría alienar a un aliado en las relaciones con China, al tiempo que empujaría a US Steel a los brazos de un comprador, Cleveland-Cliffs, que industrias como la automovilística consideran intolerable, por la reducción de la competencia.

La adopción por parte de la Administración Biden de las políticas Estados Unidos primero (America First) ha causado consternación entre los socios europeos. Volverse hacia dentro es algo más que mala imagen para un país que ha utilizado la apertura comercial para construir algunas de sus mayores empresas. Apple, valorada en 2,7 billones de dólares, depende de una cadena de suministro china; Tesla, el incómodo eje del impulso de Biden a los vehículos eléctricos, está profundamente arraigada en China. Cada circunstancia tiene sus propias consideraciones. Pero abrazar el proteccionismo no hará que Estados Unidos vuelva a ser grande.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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