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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

A todo el mundo le vendría bien un Charlie Munger

Era capaz de adoptar el punto de vista contrario al de Buffett, fomentando el debate que propicia mejores decisiones

Charlie Munger
El fallecido Charlie Munger, en 2013.Rick Wilking (REUTERS)

Todo gran líder necesita un Charlie Munger. El adjunto de Warren Buffett en Berkshire Hathaway falleció el martes por la mañana, a un mes de cumplir 100 años. “Berkshire Hathaway no podría haber alcanzado su estatus actual sin la inspiración, sabiduría y participación de Charlie”, dijo Buffett, presidente y consejero delegado, en un comunicado.

Se apodaba a sí mismo el “pesimista alegre”, y soltaba frases irónicas en el escenario de las reuniones anuales de la empresa en Omaha. Pero puede que la mejor cualidad de Munger, ser una caja de resonancia para el jefe que recibió la mayor parte de la fama y la fortuna, le convirtiera en la mejor inversión de valor de Buffett.

Munger, que al igual que su jefe trabajó en una tienda de comestibles propiedad de la familia de Buffett, de vez en cuando comía bocadillos en las reuniones de inversores de Berkshire mientras daba su opinión. “En mi vida, intento evitar las cosas que son estúpidas y malas y que me hacen quedar mal en comparación con los demás, y el bitcóin cumple las tres condiciones”, dijo en la reunión de 2022. Y Munger siguió en ello: a la edad de 99 años, después de haber servido como vicepresidente de Berkshire desde 1978, todavía estaba dando entrevistas en fecha tan reciente como este mes.

Buffett dijo en 2018 a Becky Quick, de CNBC, que “la vida empresarial es más divertida con un buen socio personal.” Pero Munger siempre estuvo destinado a ser el socio menor: como el mayor de los dos líderes de Berkshire, nunca fue visto como un sucesor natural al trono. La supervisión diaria de la empresa ya ha pasado a manos de Greg Abel y Ajit Jain. El fallecimiento de Munger no debería de afectar mucho a la gestión de Berkshire.

Pero su papel en el pasado en las decisiones de inversión de la empresa es otra historia. Munger era capaz de adoptar el punto de vista opuesto al de su jefe, fomentando el tipo de debate que propicia mejores decisiones. Y el tenaz evangelismo de Munger tenía sus puntos fuertes, incluso cuando Buffett decidía ir en la dirección contraria. Los dos antiguos apiladores de estanterías discrepaban, por ejemplo, sobre la cadena de tiendas para socios Costco Wholesale. Berkshire vendió su posición en 2020; Munger mantuvo su propia participación. Desde entonces, la acción ha retornado un 64%, incluyendo dividendos.

A lo largo de los años en que Munger estuvo a su lado, esa perspicacia ayudó a Buffett a ganarse el apodo del Sabio de Omaha, ya que las acciones de Berkshire han rendido un 18% anual desde 1978, el doble que el índice S&P 500. Además, Munger ganó títulos por valor de unos 2.000 millones de dólares, según LSEG. No está nada mal. Sin embargo, siguió siendo el socio menor, eclipsado por los 118.000 millones de dólares de Buffett. Dado su papel en la creación de ese valor, puede que Munger ofreciera el mayor rendimiento de la carrera de Buffett.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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