El empuje de la banca de inversión europea dista mucho de ser un alboroto
Deutsche Bank y Santander están usando en parte su expansión para complementar otros negocios
La historia sugiere que los inversores deberían preocuparse cuando los bancos europeos se entusiasman con la banca de inversión y el trading. Los esfuerzos por agrietar Wall Street en el periodo previo a 2008 a menudo acabaron en ruina. Esta vez, sin embargo, las cosas parecen diferentes.
Deutsche Bank, que presentó sus resultados del tercer trimestre el miércoles, adquirió recientemente el bróker corporativo británico Numis por 410 millones de libras (470 millones de euros). La entidad alemana también ha fichado a banqueros de fusiones y adquisiciones de rivales como Citigroup, Bank of America y Lazard.
Banco Santander, cuyo consejero delegado, Héctor Grisi, es exalumno de Credit Suisse, ha contratado este año a 50 banqueros del desaparecido grupo suizo como parte de un impulso más amplio a la banca de inversión. Por último, BNP Paribas presentó en febrero un plan según el cual los ingresos de sus actividades de trading crecerán un 6% anual hasta 2025.
Esto puede resultar alarmante para los atribulados inversores bancarios. La última vez que los banqueros de inversión y traders europeos se mostraron tan expansivos, en los años de bonanza anteriores a 2008, muchos de ellos acabaron sufriendo pérdidas gigantescas en operaciones de financiación apalancada y títulos hipotecarios de alto riesgo. En 2010, los bancos europeos habían acumulado una cuota de mercado del 48% en el trading de valores de renta fija, divisas y materias primas, según los analistas de Citigroup, muy por encima de su cuota actual del 32%.
Los esfuerzos por crecer en 2023 parecen más seguros y quirúrgicos. En primer lugar, el dúo alemán y español está contratando en un momento en que otros grandes rivales están despidiendo. Eso reduce el riesgo de pagar de más por el talento. Deutsche, por su parte, se está reforzando principalmente en el negocio de fusiones y adquisiciones, que no suele implicar arriesgar mucho dinero del propio banco. Según una fuente cercana, se ha gastado mucho menos en contratar banqueros sénior que en comprar Numis. El plan del banco con la boutique es hacer más ventas cruzadas de sus productos básicos, como el cambio de divisas y la gestión de efectivo, a clientes británicos.
En Santander, las recientes contrataciones de Credit Suisse son minúsculas en comparación con los 3.000 fichajes netos que la unidad mayorista, más amplia, ha hecho desde 2015. La mayoría de esos nuevos empleados han servido para engrosar los sólidos negocios de préstamos y gestión de pagos para grandes empresas, según una fuente cercana. En otras palabras, tanto Deutsche como Santander están utilizando en parte la banca de inversión para complementar otros negocios, en lugar de tratar de escalar en las tablas de clasificación como un fin en sí mismo.
BNP, que está intentando crecer en el negocio intensivo en capital del trading de deuda y acciones, es un caso ligeramente distinto. Pero la buena noticia es que, según una fuente conocedora de la estrategia, se dirige sobre todo a clientes europeos, en lugar de intentar batir a Wall Street en su propio terreno. El resultado es que nadie está intentando recrear los viejos tiempos. Es una buena noticia para los rivales estadounidenses, pero también para los propios accionistas de los grupos europeos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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