Ozempic y Mounjaro pueden reducir más cosas que el peso
Entre los posibles perdedores están los que hacen prótesis articulares y productos para la apnea del sueño
A los inversores de capital riesgo les encanta hablar de cómo las startups prometedoras pueden hacerse con una parte de un gigantesco mercado total accesible (TAM). Pero este concepto también puede funcionar a la inversa. Los nuevos fármacos contra la obesidad tienen el potencial de transformar la salud pública, al tiempo que anulan la demanda de productos y servicios de las industrias médica, alimentaria y del fitness. Piénsese en ellos como mercados totales no abordables (TUM).
Los fármacos de Novo Nordisk y Eli Lilly parecen ser los primeros tratamientos dietéticos realmente eficaces. Las ventas y sus cotizaciones ya se están disparando. Pero una revolución tan espectacular en la salud pública también tendrá sus perdedores. Los fármacos están diseñados para suprimir el apetito, imitando una hormona intestinal que se libera después de comer. Durante los ensayos, los pacientes mostraron una reducción del apetito e incluso una aversión a la comida en general. Esto puede afectar a gigantes como Nestlé, Mondelez (Oreo) y Kraft Heinz. Grupos de comida rápida como McDonald’s, Burger King y Yum Brands (KFC), también podrían afrontar una demanda decreciente o cambiante.
El impacto en la industria médica podría ser aún mayor, pero la adopción de fármacos contra la obesidad sigue siendo difícil de calibrar. Con un coste de unos 1.000 dólares al mes [en EE UU], no está claro si las aseguradoras y las autoridades financiarán un tratamiento generalizado. Los efectos secundarios también pueden ser crudos. Según un análisis, solo un tercio de los que empezaron a tomar los fármacos antiobesidad seguían haciéndolo un año después.
Es probable que cualquier impacto destructivo sea gradual. Aun así, los inversores empiezan a inquietarse. Hemos escaneado las transcripciones de las presentaciones de resultados y otros eventos seguidos por LSEG en busca de menciones a Wegovy, Ozempic y Mounjaro (excluyendo los organizados por Novo y Lilly). En 2022 hubo 18 eventos en los que se habló de ellos. Este año (hasta el 18 de septiembre), ha habido 71 eventos con referencias.
Entre los posibles perdedores figuran empresas como ResMed e Inspire Medical Systems, que hacen productos para la apnea del sueño. El 70% de los afectados son obesos. En una presentación a inversores en agosto, Michael Farrell, CEO de ResMed, dijo que pensaba que los fármacos para adelgazar no tendrían un gran impacto en sus ventas futuras porque el tratamiento es duro y su coste disuadiría a muchos pacientes de tomarlo a largo plazo, mientras que la concienciación sobre los efectos de la obesidad podría empujar a los pacientes hacia el tratamiento de la apnea. Aun así, la acción de ResMed ha perdido desde entonces un tercio de su valor.
Mientras, las empresas que venden prótesis articulares, como Zimmer Biomet y Smith+Nephew, han caído en Bolsa desde el verano (ahora cotizan en 21.000 millones y 9.000 millones de euros, respectivamente). Estas dos empresas obtienen dos tercios y el 30% de sus ingresos, respectivamente, de implantes de cadera y rodilla. Un estudio calcula que un cuarto de las operaciones de rodilla podrían evitarse si los pacientes no tuvieran sobrepeso. Los tratamientos rivales para el control del peso también parecen vulnerables. Desde junio de 2021, cuando el primer fármaco contra la obesidad de Novo Nordisk obtuvo la aprobación regulatoria, las acciones de WW International, antes Weight Watchers, se han desplomado un 70%, pese a que la empresa desveló un plan para distribuir fármacos adelgazantes.
La destrucción económica también podría extenderse más allá. Los informes anecdóticos y los ensayos con animales sugieren que los fármacos GLP-1 también pueden frenar otros impulsos además del picoteo, como el consumo de alcohol, nicotina y, quizá, otros comportamientos adictivos, como el juego.
Estos cambios pueden tener un impacto limitado o afectar solo a un pequeño número de consumidores. Pero cualquier reducción de las adicciones podría tener grandes efectos. Las industrias del juego y el alcohol tienden a mostrar las llamadas distribuciones de Pareto, en las que unos pocos usuarios proporcionan la mayor parte de los beneficios. En Inglaterra, por ejemplo, el 4% de los bebedores aporta el 23% de los ingresos del sector, según un estudio publicado en la revista Addiction. Y el 20% de los jugadores más enganchados de un casino online gestionado por el Gobierno canadiense suponen el 92% de los ingresos y el 90% de las pérdidas.
La adopción generalizada de los GLP-1 también podría reportar beneficios a las empresas, ya que los consumidores desviarían dinero que antes gastaban en alimentos y atención médica. Los cirujanos plásticos podrían beneficiarse si los pacientes se someten a cirugía estética tras perder peso. Los servicios de citas como Match y Grindr podrían atraer a usuarios más seguros de sí mismos. Las marcas de moda y los grupos de artículos deportivos podrían beneficiarse de las personas que tengan que cambiar de ropa o se dediquen a actividades deportivas. Pero, aunque Novo, Lilly y otras empresas vean cómo se amplían sus mercados, otras verán cómo se reducen los suyos. Para los inversores, el TUM puede ser tan importante como el TAM.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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