La UE intensifica su ataque a las tecnológicas que lo quieren todo
Su exigencia a los gigantes de internet de que muestren cómo comparten sus datos recibirá una fiera respuesta
La Comisión Europea quiere que los grandes paladines de la economía digital abran sus amurallados reinos. Las nuevas normas de la Unión Europea obligarán a Alphabet, Amazon, Apple, ByteDance (TikTok), Meta Platforms y Microsoft a mostrar cómo sus plataformas estrella permiten a sus rivales acceder a sus datos y servicios clave. Se trata de un gran paso hacia un mercado digital menos concentrado, pero que probablemente recibirá una fiera respuesta.
La Ley de Mercados Digitales es solo el último intento de la UE de meter en cintura a las grandes tecnológicas. El sector ya se ha enfrentado a retos fiscales y posibles gravámenes de infraestructuras para intentar que las empresas paguen su parte justa de los costes sociales. La UE también ha publicado otra lista de operadores dominantes en el marco de su Ley de Servicios Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es proteger los datos y frenar la desinformación.
Las nuevas normas permiten a Bruselas definir productos o servicios como “guardianes”, una vez las empresas tengan ingresos anuales o un número de usuarios superior a determinados umbrales, como una facturación anual europea de 7.500 millones de euros o más de 45 millones de usuarios mensuales en la UE. Las empresas designadas tienen hasta el 6 de marzo de 2024 para mostrar cómo van a cumplir la normativa.
El servicio de mensajería WhatsApp, el motor de búsqueda Google y la plataforma de comercio Amazon Marketplace figuran entre los 22 servicios considerados hasta ahora tan dominantes que tienen que prometer acceso a la competencia, por ejemplo, ofreciendo resultados de búsqueda imparciales o compartiendo especificaciones de software.
Sistemas operativos como Android, de Google, e iOS, de Apple, también están en el punto de mira, lo que significa que Apple podría tener que permitir que nuevas aplicaciones de pago accedan a las antenas de sus teléfonos para que puedan competir con Apple Pay.
Están en juego enormes multas: según la ley DMA, la UE puede sancionar a las empresas con el 10% de sus ingresos globales si no cumplen la normativa, o incluso con el 20% en caso de reincidencia sistemática. La ley también podría limitar las fusiones o, con el tiempo, utilizarse para disolver empresas.
En el mejor de los casos, los costes para el consumidor seguirán siendo los mismos y el mercado digital se llenará de más y mejores proveedores de servicios. Pero la medida también podría crear tensiones geopolíticas, como quejas comerciales de Estados Unidos y China, donde tienen su sede todos los actuales “guardianes”. A corto plazo, las únicas certezas son las enormes facturas que tendrán que pagar las empresas por los trámites de conformidad y los desafíos legales.
La Comisión también ha abierto investigaciones sobre otros servicios que podrían entrar en el ámbito de aplicación de las nuevas normas: Bing, Edge y las plataformas de publicidad de Microsoft, así como iMessage y el sistema operativo para tabletas iPadOS de Apple. Apple y Microsoft han dicho que colaborarán en esas investigaciones.
Microsoft y Apple lucharán por mantener fuera de las garras de la DMA sus servicios, actualmente investigados por Bruselas. También es probable que las empresas invoquen la privacidad y la seguridad de los datos como razones para limitar el acceso de sus rivales.
La visión de la UE de una economía digital abierta y competitiva es ambiciosa y atractiva. Pero es probable que el asalto a la fortaleza de las grandes tecnológicas se convierta en un largo asedio.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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