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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Tesla, ante un nuevo infierno de producción

Fabricar un coche ambicioso requiere recortes radicales de costes

El empresario Elon Musk responde a una pregunta durante la sesión de preguntas y respuestas del Día del Inversor de Tesla.
El empresario Elon Musk responde a una pregunta durante la sesión de preguntas y respuestas del Día del Inversor de Tesla.Tesla (RR SS)

Elon Musk inició el miércoles el primer día del accionista de Tesla con un alegato a favor de la transición verde. En el fondo de su farragosa presentación había un objetivo más sencillo: un coche barato. Fabricarlo es muy ambicioso y requiere recortes radicales de costes. Lograrlo será un duro e incierto camino.

Los problemas de demanda ya están amenazando el crecimiento de Tesla: los coches entregados están por debajo de la producción, lo que la ha llevado a recortar precios. Con el gran sueño de alcanzar 20 millones de ventas anuales en 2030 –el doble de lo que ofrece ahora Toyota–, las esperanzas han girado en torno a un coche más barato prometido hace tiempo y cuyo precio, según ha dicho antes Musk, es de 25.000 dólares.

Pero ese vehículo no apareció en el evento, que Musk presentó como su tercer plan maestro tras los de 2016 y 2006. La decepción hizo que la acción cayera un 6% en el poscierre. Aun así, las diapositivas que mostraban vehículos no anunciados y las palabras sobre asequibilidad mantienen vivo el sueño. Lo más prometedor fue una presentación en la que se mostraban mejoras en la fabricación y las baterías que reducirían el coste de un “vehículo de nueva generación” en un 50%.

Eso podría hacer viable un coche barato. El precio medio de venta de Tesla fue de casi 51.500 dólares en el trimestre más reciente, con un beneficio bruto menos los créditos regulatorios de unos 12.500, lo que implica unos costes de unos 40.000. Si se redujera a la mitad, se obtendría un margen bruto del 20% con un precio de 25.000.

Pero un beneficio bruto absoluto de solo 5.000 dólares dejaría poco margen para I+D y otros gastos, que ascienden a 4.545 por coche entregado. También requiere que todas las reducciones de costes previstas salgan a la perfección. Incluso si lo hacen, puede que no se mantengan: el margen bruto de automoción de Tesla, menos los créditos, cayó del 30% a principios de 2022 al 24% a finales, por la inflación.

No hay plazos para la llegada de un nuevo vehículo. Un modelo anunciado antes, el Cybertruck, aún no se ha puesto en marcha. Y las ventas en China muestran que el impulso de la rebaja está cayendo. Aun así, Musk ya logró lo que parecía imposible cuando puso a punto el Model 3, en lo que entonces calificó de “infierno de producción”. Ahora podría hacer falta un segundo viaje a través del infierno: es urgente.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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