Los mercados emergentes aguantan el primer envite de Trump y se erigen en alternativa
Bolsas y bonos resisten apoyados por la debilidad del dólar y el negocio local. India surge en las quinielas de los analistas como opción para diversificar de las carteras

Desde que el pasado 2 abril el presidente de Estados Unidos presentase la larga lista de sus nuevos aranceles a las importaciones, se ha sucedido un largo ir y venir de anuncios y declaraciones a menudo contradictorios. Incluso con China ha variado Trump su discurso, comenzó con unos aranceles que llegaron al 145%, para terminar diciendo el 23 del mismo mes que “bajarán sustancialmente, pero no serán cero: 145% es muy alto y no será tan alto”.
Aunque la voluntad de dinamitar el estatus quo del comercio mundial por parte de la Casa Blanca esté clara, hay una enorme incertidumbre sobre cuáles serán finalmente esos aranceles y cómo afectarán a las distintas economías. De momento, los mercados de economías emergentes han aguantado bien en esta complicada situación. El índice MSCI Emerging Markets gana en el año más del 3% y los mercados de bonos han tenido una aceptable evolución con la expectativa de recortes de tipos de interés y beneficiados por la debilidad del dólar. En lo que va de año, el índice dólar spot - que mide el valor del dólar con respecto a una cesta de 6 principales monedas- se ha debilitado un 4,4%, mientras que el real brasileño, el peso mexicano y el zloty polaco han registrado rentabilidades totales superiores al 3%.
Esta reacción hay que tomarla con cautela. Para los analistas del banco estadounidense Goldman Sachs, China, Malasia, México, Hungría y Vietnam se perfilan como los países más expuestos a la inestabilidad arancelaria: China se enfrenta a un aumento excepcionalmente grande de los aranceles estadounidenses. Malasia, México, Hungría y Vietnam presentan una alta exposición a la demanda desde EE UU. En cambio, es probable que Rusia, Ucrania, Turquía, Argentina y Polonia se vean menos afectados dentro de las economías emergentes.
El impacto de los aranceles va a depender sin duda de la intensidad de la relación comercial con Estados Unidos. Según datos de la firma de calificación de solvencia S&P Global Ratings correspondientes al cierre de 2023, En el caso de Vietnam, las exportaciones suponen el 87% del PIB aunque las dirigidas a Estados Unidos son el 28% del total. Por otro lado, en México y Canadá, las exportaciones representan el 33% y 36% del PIB, respectivamente, si bien cerca del 80% de esas ventas al exterior se dirigen a EE UU. En el caso de China, el peso de las exportaciones en el PIB es del 19,2% y de ese porcentaje, apenas el 14,8% se dirige a Estados Unidos.
En S&P esperan que la mayoría de los países soberanos resistan los efectos iniciales de los aranceles de acuerdo con su solvencia actual. Sin embargo, “los efectos secundarios (menor actividad económica y precios de las materias primas, y mayores costos de financiamiento) podrían afectar la calidad crediticia de los emergentes en los próximos meses”, explican. Por último, indican que “el riesgo geopolítico global se mantiene en su nivel más alto en décadas y tiene el mayor potencial de perturbación para los países soberanos a nivel mundial”.
Sin embargo, la gran incógnita sigue siendo China y cómo el castigo arancelario de Estados Unidos -ya se han abierto negociaciones bilaterales- afecta a su economía y a terceros países. Douglas Turnbull, analista de Janus Henderson, se muestra optimista y apunta que “tiene mercados profundos y ha sido un socio comercial notablemente estable y con un impacto reducido, especialmente para muchos países en desarrollo. Por lo tanto, es quizás natural que estas medidas estadounidenses empujen a más países hacia los brazos de China. Esto, a su vez, debería crear más oportunidades para las empresas chinas”, indica. Dennis Shen, director senior de Scope Ratings, comenta que respecto “a los efectos económicos a nivel mundial, el caso de China es crucial. El golpe arancelario a la economía china se produce cuando ya se enfrenta a una desaceleración estructural y a la deflación, lo que requiere un mayor gasto público para contrarrestar los efectos de la guerra comercial. Esto agudiza los riesgos de estabilidad financiera preexistentes para la economía china”, concluye.
También desde Goldman Sachs ven riesgos para el gigante asiático. “En China, prevemos que el impacto del aumento de aranceles se mitigue mediante la flexibilización de las políticas, hemos reducido el crecimiento solo 0,5 puntos porcentuales, hasta el 4,0 % en 2025 y el 3,5 % en 2026”. Y añaden: “Mantenemos la cautela a medio y largo plazo sobre el crecimiento del PIB real de China debido a los desafíos de la demografía, la deuda y la reducción de riesgos, aunque la adopción de IA más rápida de lo esperado y las ganancias de productividad relacionadas imponen riesgos al alza moderados”, explican en un reciente informe.
Con la incertidumbre pendiente de los aranceles que definitivamente aplicará Trump las economías emergentes, Guillaume Tresca, estratega sénior de mercados emergentes de Generali AM reconoce que “distinguiríamos claramente entre los países asiáticos que sufrirán la ralentización china y la debilidad del yuan, y los de centro y este de Europa, que podrían beneficiarse del fortalecimiento del euro y del paquete fiscal alemán. En Latinoamérica el tipo mexicano seguirá cayendo y Brasil es relativamente inmune a las amenazas arancelarias”, indica.

Benito Berber, economista jefe para las Américas de la gestora Natixis considera que es probable que México tenga aranceles muy bajos, más cercanos al 0% que al 25%. “Esto se debe a que muchas empresas estadounidenses operan en México, por lo que los aranceles elevados afectarían las cadenas de suministro y manufactura estadounidenses, precisamente lo que Trump intenta evitar”. Y añade: “la economía argentina, más cerrada, ofrece un margen de seguridad frente a los aranceles estadounidenses, lo que le permite mantenerse en cierta medida aislada del impacto inmediato de la Trumponomics”.
La oportunidad para India
Si el panorama ya es suficientemente convulso, los inversores se muestran preocupados por los continuos rumores de la exclusión de las empresas chinas de las bolsas estadounidenses en medio de la escalada de tensiones comerciales entre Washington y Pekín.
Goldman Sachs espera aun así que las bolsas emergentes sigan teniendo un comportamiento mejor que las plazas estadounidenses. “Creemos que el rendimiento superior de la renta variable de mercados emergentes (en comparación con EE UU) podría continuar dado un descuento de valoración superior al promedio frente a EE UU, un posicionamiento de los inversores en mercados emergentes ya de por sí reducido y el impulso de un dólar más débil y la caída de los precios del petróleo”, indican.
Nick Robinson, subdirector de renta variable de mercados emergentes globales de Abrdn, apuesta por los emergentes excluyendo a China. “Países como India están experimentando un aumento en el número y el poder adquisitivo de los consumidores de clase media, lo que impulsa la demanda de bienes y servicios. Taiwán y Corea del Sur dominan la producción mundial de semiconductores, esenciales para diversas aplicaciones tecnológicas, desde la inteligencia artificial (IA) hasta la electrónica de consumo. América Latina, por ejemplo, es rica en minerales como el cobre y el litio, esenciales para la transición ecológica”. Y añade: “la reconfiguración de la cadena de suministro es otro factor que beneficia a los mercados emergentes sin China. A medida que las empresas buscan reducir su dependencia del país asiático, recurren a otros mercados emergentes en busca de soluciones de fabricación y cadena de suministro. México, por ejemplo, está experimentando un aumento de la inversión en su sector industrial”, concluye.
Respecto a la deslocalización, Vivek Bhutoria, gestor de carteras de mercados emergentes globales en Federated Hermes, ve clave el papel de la India. “La cadena de suministro ya empieza a ajustarse. Alphabet está evaluando trasladar parte de su producción global de smartphones Google Pixel a India desde Vietnam, y la estrategia de Apple para mitigar el impacto de los aranceles es aumentar aún más la fabricación en India. A medida que se profundizan las tensiones geopolíticas, el atractivo de India podría crecer: costes laborales competitivos, una gran fuerza laboral e infraestructuras en mejora, por lo que podría posicionarse como un centro manufacturero clave”, indica.
En los mercados de bonos también hay optimismo entre los analistas, sobre todo en moneda local. Guillaume Tresca, explica que “el buen comportamiento de la deuda local de los mercados emergentes ha sido una sorpresa positiva, a pesar de que el entorno de subidas arancelarias se consideró inicialmente poco favorable. La debilidad del dólar explica el buen comportamiento de la deuda local, pero no del todo. Los tipos de los mercados emergentes han tenido un comportamiento moderado, con caídas en todos los países. Esperamos que la deuda local de los mercados emergentes siga evolucionando bien, pero esto obedecería más al componente de los tipos que al de las divisas”, concluye. Siddharth Dahiya, responsable de deuda corporativa de mercados emergentes en Aberdeen Investment, considera “que la mayoría de las empresas emergentes están relativamente aisladas del alboroto en torno a la geopolítica mundial. De hecho, cualquier contratiempo suele estar relacionado con el sentimiento del mercado más que con los fundamentales de las compañías. Por eso creemos que hay que centrarse en estos últimos”, apunta.
Pese a las numerosas incógnitas y los cambios de timón por parte de Donald Trump, los emergentes pueden vivir un año positivo, beneficiados también por una liquidez que deja Estados Unidos y busca otras economías para diversificar.