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Tensión bélica, elecciones en EE UU, campaña de resultados...¿es momento de plantarse en Bolsa?

La rotación de sectores y unos beneficios empresariales que seguirán al alza darán soporte a los índices hasta final de año, según los expertos, pese a las numerosas amenazas e incertidumbres. Los bonos son una buena diversificación después del repunte de rentabilidades.

Un operador en la Bolsa de Nueva York.
Un operador en la Bolsa de Nueva York.Brendan McDermid (REUTERS)

Las Bolsas vuelven en estos días de octubre a retomar el dicho bursátil, “recoger peniques delante de una apisonadora”. Esta expresión, atribuida al investigador financiero y matemático Nassim Taleb, describe los riesgos de sufrir una pérdida cuantiosa (la apisonadora) a cambio de unas rentabilidades pequeñas (peniques). La escalada bélica en Oriente Próximo, las muy cercanas elecciones en Estados Unidos, la subida del precio del petróleo, el débil crecimiento de China o el cambio de ritmo en la bajada de tipos de interés en Estados Unidos aparecen como una amenaza para los mercados de acciones que ya han logrado fuertes revalorizaciones en el año.

El Ibex 35 del mercado español acumula una subida del 16%, el Euro Stoxx 50 se mueve en un 11% de ganancia y en Estados Unidos, tanto el Nasdaq como el S&P 500 superan el 22% de revalorización anual. ¿Merece, pues, la pena recoger los peniques que queden de aquí a fin de año delante de la apisonadora o cerrar ya la apuesta por la inversión en renta variable? El comienzo este viernes de la temporada de resultados del tercer trimestre podría ayudar a responder esta pregunta.

El S&P acumula un alza superior al 20% este año

Uno de los aspectos más controvertidos de los últimos días es el freno al ritmo en las esperadas bajadas de tipos de interés en Estados Unidos, después de conocerse la semana pasada un buen dato de empleo y publicarse el pasado jueves una inflación resistente, con una caída de solo una décima en tasa interanual hasta el 2,4%. Este freno en los descensos del precio del dinero por parte de la Reserva Federal no debería contagiar a una Europa con una economía mucho más débil. Pero, de momento, los bonos a 10 años de Estados Unidos han vuelto a rentar por encima del 4%, tras tocar mínimos al 3,61% a mediados de octubre, previo a la rebaja de medio punto de la Fed.

“Aunque todos los elementos negativos pueden entrar en juego y penalizar la evolución de las Bolsas, creo que el escenario para la renta variable no es negativo. Los resultados de las empresas se verán beneficiadas por un escenario macro mejor del esperado, al haberse esquivado la recesión y entrar en un aterrizaje suave”, explica Juan José Fernández-Figares, director de inversiones de Link Securities. Y añade: “si bien no es descartable que se produzcan caídas puntuales en las Bolsas, creo que hay que mantener cierta exposición a la renta variable, según el perfil de riesgo de cada inversor”.

Una de las claves que manejan los analistas consultados es si la renta variable se encuentra cara o barata frente a las incertidumbres reinantes y aquí la publicación de los resultados ayudará. Así, Ignasi Viladesau, director de inversiones de MyInvestor, atribuye la mitad de la subida de este año en Bolsa al aumento de las ventas y las mejoras de márgenes empresariales. La otra mitad responde a la expansión de mútiplos. “Ahora, las valoraciones son exigentes, pero si miramos a un horizonte de dos años vemos que hay confianza en que los beneficios empresariales justifiquen dichas valoraciones: se espera que crezcan un 12,9% en 2025 y 9,8% en 2026, según el consenso de Bloomberg para el índice mundial MSCI ACWI. Estas expectativas dejan los PERs (veces que el precio contiene el beneficio por acción) por debajo de 18 veces, aunque todavía por encima de la media histórica de alrededor de 15,5 veces”, concluye.

Las valoraciones siguen siendo exigentes en EEUU pero no en todos los sectores

Luca Paolini, estratega jefe de la gestora Pictet AM indica al respecto que “aunque la renta variable sigue cara, no está en territorio de burbuja. Técnicamente hay probabilidad de que la Bolsa, con la estacionalidad favorable de los últimos meses del año, se mantenga sólida hasta finales de 2024. En conjunto, hemos aumentado tácticamente la exposición a las clases de activos de más riesgo, sobreponderando renta variable”, explica.

Desde la gestora Schroders matizan la carestía del mercado estadounidense. Simon Webber, director de renta variable global, considera que las valoraciones en el mercado estadounidense parecen menos elevadas cuando se mira más allá de las acciones de megacapitalización de las grandes tecnológicas, que están arrastrando al alza el múltiplo general del PER del S&P 500. “El consenso del mercado prevé que se produzca una aceleración del crecimiento de los beneficios para el mercado en general, y una desaceleración significativa para las grandes tecnológicas”. Y añade: “también hay razones para una ampliación de las rentabilidades de los mercados de renta variable a nivel regional. Las economías europeas serán más sensibles a los recortes de tipos de interés que la economía estadounidense, y en Japón los salarios reales han pasado a ser positivos tras muchos meses de contracción”, concluye.

Televisiones con el debate entre Donald Trump y Kamala Harris.
Robert Nickelsberg (Getty Images)

Y es que los resultados del tercer trimestre del año que este viernes comenzaron a publicarse en Estados Unidos van a ser decisivos para retirarse o no de la Bolsa. Stephen Auth, director de inversiones de renta variable en la gestora Federated Hermes, considera que “estaremos pendientes de ver si la mejora del crecimiento de los beneficios fuera del sector tecnológico, que hemos estado esperando que empiece a dar señales de vida en el tercer trimestre, se produce realmente. Somos optimistas. En conjunto, consideramos que la próxima temporada de resultados será favorable para el mercado, aunque no de manera uniforme”, concluye.

Los resultados del tercer trimestre servirán de guía para mantener las posiciones en Bolsa

Y el discurso no varía mucho para Europa pese a carecer de estos grandes emporios tecnológicos. Michel Bourgon, responsable de la cartera de acciones de CA Indosuez apunta respecto a Europa que, tras una temporada de publicaciones mediocres y escasa visibilidad del segundo semestre del año en muchas empresas, las previsiones de crecimiento del beneficio por acción (BPA) para 2024 se revisaron a la baja. Sin embargo, el mercado europeo sigue siendo relativamente atractivo en términos de valoración, en particular, el segmento de las pequeñas y medianas empresas, que también deberían beneficiarse del entorno de descenso de los tipos de interés”, indica.

La rotación de sectores en Bolsa se convierte en un talismán que permitiría a las acciones continuar sus subidas. El proceso ya ha empezado, según indica Mario Montagnani, estratega de inversión senior en la gestora Vontobel. “Una diferencia clave es la fuerte rotación de sectores y estilos desde mediados de julio de 2024, que favorece a industrias defensivas como la sanidad, los bienes de consumo básico y los servicios públicos. Antes de eso, casi el 80% de la rentabilidad mundial procedía solo de dos sectores: tecnología y servicios de comunicación, impulsados por empresas relacionadas con la inteligencia artificial”, indica.

Peso en renta fija

Aunque la renta fija no es ajena a las incertidumbres que acechan a los mercados financieros, ofrece una mayor capacidad para servir de refugio si saltan esas alarmas. Chris Iggo, CIO de AXA IM Core, apunta a que “todos los riesgos en los que se centra actualmente el mercado sugieren que la apuesta por los bonos se mantendrá. La volatilidad está aumentando, aunque el contexto macroeconómico de aterrizaje suave parece más seguro. Esto traerá consigo posibles oportunidades de inversión a medida que los precios se vean arrastrados entre unos fundamentales sólidos y unos elevados niveles de incertidumbre. Centrarse en los ingresos y la calidad parecen ser temas de inversión sensatos de cara a finales de año”, indica.

La volatilidad en los bonos ha quedado patente en estos primeros días de octubre con una subida de rentabilidades, tanto en Europa como en Estados Unidos, con la correspondiente caída de los precios. Garantizarse niveles del 3% en el bono español a 10 años o del 4% en el de Estados Unidos en pleno proceso de caída de tipos de los bancos centrales resulta muy interesante para los analistas. Juan Juan José Fernández-Figares, explica que, aunque la renta fija lleva unos días “sufriendo recortes, es una alternativa a medio plazo bastante interesante, ya que los tipos deben seguir bajando, aunque, probablemente, menos de lo que esperan muchos inversores, por lo que el recorrido de estos activos sería más limitado de lo inicialmente estimado. No obstante, a los niveles de tipos actuales y a vencimiento, estos activos siguen siendo una opción de inversión atractiva”, concluye.

En general, los expertos apuestan por los bonos gubernamentales y empresariales de calidad. Si la economía diera sustos a la baja, los activos de más riesgo como los high yield (alto rendimiento) caerían con fuerza con la salida del dinero de estos activos. El estratega jefe de Pictet pone un contrapunto a los bonos estadounidenses: “la probabilidad de aterrizaje suave de EE UU hace que el ritmo de relajación monetaria descontado por el mercado sea demasiado intenso y estamos neutrales en deuda de este Tesoro. La demanda de su deuda por inversores extranjeros sigue fuerte, pero nos gustaría tener más claro el resultado de las elecciones”, concluye.

Los gestores y analistas no ven un escenario que presione para abandonar la Bolsa en este final de año. Las elevadas rentabilidades alcanzadas y las numerosas incógnitas que rodean a las economías y mercados sí exigen una mayor prudencia. La volatilidad en los precios está servida para no malograr un año que, nuevamente, ha sido muy generoso para los que han asumido riesgo en acciones.


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