La cadena de comida mediterránea Cava cuadruplica su valor en su primer año en Bolsa
La compañía estadounidense supera los 10.000 millones de dólares de valoración gracias a su fuerte crecimiento
Cava, la cadena de comida rápida mediterránea más exitosa de Estados Unidos, se ha dado un atracón en su primer año en Bolsa. Las acciones de la compañía se colocaron en el mercado a un precio de 22 euros por acción y empezaron a cotizar el 15 de junio de 2023 con una fuerte subida. El pasado viernes cerraron a 89,93 dólares por título, con una revalorización del 309%, con la que la empresa ha superado los 10.000 millones de valor en Bolsa. Wall Street premia el fuerte crecimiento de la cadena, aunque las valoraciones descuentan escenarios muy favorables para la compañía.
La firma fundada por Ted Xenohristos, Ike Grigoropoulos y Dimitri Moshovitis, hijos de inmigrantes griegos, y por Brett Schulman ha pasado de los cuatro restaurantes de 2012 a los 22 de 2016 y los 323 de cierre del primer trimestre. Cuando salió a Bolsa hace un año dijo que ve potencial para alcanzar los 1.000 en 2032. Hace unas semanas elevó su objetivo de aperturas para este ejercicio a un rango de 50 a 52 nuevos locales. La compañía ha terminado de integrar en su marca los restaurantes de Zoes Kitchen, la cadena que compró por 300 millones y que le permitió dar un salto de gigante.
Los ingresos del primer trimestre del ejercicio fiscal de la cadena de restaurantes, cerrado el pasado 21 de abril, fueron de 256,3 millones de dólares, con un aumento interanual del 30,3%, principalmente por las 86 aperturas netas de nuevos locales. Las ventas en los restaurantes ya existentes frenaron su crecimiento hasta el 2,3%. En el conjunto del año, espera que esa tasa se sitúe entre el 4,5% y el 6,5%.
El EBITDA ajustado del trimestre fue de 33,3 millones de dólares, o el 12,9% de los ingresos, el doble que un año antes. Gracias a eso y a la contención de los gastos generales, la cadena entró en beneficios, pese a los costes de las nuevas aperturas. Ganó 14 millones de dólares, frente a las pérdidas de 2 millones de un año antes. La empresa espera lograr un EBITDA ajustado de 100-105 millones de dólares en el conjunto del año.
Cava nació en las afueras de Washington, pero ha exportado su modelo a más de 20 Estados de Estados Unidos. La compañía combina la comida en el restaurante, la recogida en el local y la entrega a domicilio, entre otros canales, con una integración digital propia de una cadena de nueva generación que además ha vivido la pandemia cuando todavía estaba en sus fases iniciales de crecimiento. Los inversores valoran que su porcentaje de ingresos digitales haya crecido hasta el 37%.
La compañía inauguró el mes pasado una nueva planta de producción y envasado de alimentos en Verona (Virginia), a dos horas de Washington D.C., en el valle de Shenandoah, que fabrica salsas, cremas untables y aderezos para sus restaurantes. La nueva instalación ha supuesto una inversión inicial de 35 millones de dólares y es escalable. Junto con su planta de Laurel (Maryland), tendrá capacidad para servir al menos a 750 restaurantes y para aumentar la venta de productos envasados de la marca de la cadena, que comercializa en más de 650 supermercados de todo el país, incluidos los de Whole Foods, la cadena de Amazon.
Por su fuerte crecimiento, los inversores la comparan con Chipotle, la cadena de comida mexicana que ha sido el mayor éxito de los últimos años entre las cadenas de comida rápida. Chipotle es mucho mayor y está valorada en unos 90.000 millones de dólares. El sector está de moda entre los inversores. Tras su desastroso primer año en Bolsa, la cotización de Sweetgreen, una cadena de ensaladas y comida sana que guarda cierto paralelismo con Cava, se ha triplicado en el último año.
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