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El Tesoro capta 5.496 millones en bonos y obligaciones a tipos más bajos

Coloca 1.896 millones en la sexta reapertura del bono verde emitido en 2021

Tesoro
G.E.

El Tesoro continúa adelante con su programa de financiación. Dos días después de la emisión de letras a tres y nueve meses en la que se confirmó la caída de los rendimientos, hoy ha sido el turno de la deuda a medio y largo plazo. El organismo dependiente del ministerio de Economía ha colocado 5.496,5 millones a tipos más bajos en todas las referencias. El apetito de los inversores por el papel español se mantiene firme, como viene siendo una constante a lo largo del año. Los inversores logran abstraerse del ruido político y centran la mirada en los indicadores económicos. Esto sirve de impulso a la demanda. Las peticiones superaron los 11.000 millones, lo que supone una ratio de cobertura de dos veces la oferta.

El Tesoro ha captado 1.850 millones en deuda a tres años con una rentabilidad del 2,965%, ligeramente por debajo del 2,992% de la puja anterior. En la referencia a cinco años se han adjudicado 1.750 millones al 2,883%, inferior al 2,981% previo.

El importe más alto, unos 1.896,5 millones, correspondió a la reapertura del bono verde emitido en 2021. La rentabilidad en esta referencia fue del 3,563%, a gran distancia del 4,486% anterior. La de este jueves son ya seis las reaperturas de la referencia emitida en septiembre de 2021. El importe en circulación alcanza ya los 13.468,9 millones de euros. Con las sucesivas reaperturas, el Tesoro trata de dotar a la referencia verde de la misma liquidez que el resto de referencias soberanas. En los últimos tres años, un periodo durante el cual los tipos han pasado de los mínimos históricos a máximos de dos décadas, las rentabilidades han experimentado fuertes vaivenes. En la colocación inicial, momento en el que el BCE continuaba comprando deuda, la rentabilidad exigida fue del 1,034%. La emisión de deuda verde contribuye a mejorar los costes de financiación y a diversificar la base inversora.

La caída de las rentabilidades en el mercado secundario tiene su reflejo en el primario. Aunque la inflación sigue mostrando resistencias a caer al objetivo del 2% que persiguen los bancos centrales, el mercado espera que en junio el BCE ejecute el primer recorte de las tasas. Lo que sigue estando en el aire es el ritmo e intensidad de las sucesivas rebajas. En apenas cinco meses el mercado ha pasado de descontar seis, e incluso siete recortes del precio del dinero este año, a conformarse con la idea de una o dos reducciones. Al menos, la posibilidad de que no volverán a subir ha contribuido a que las rentabilidades de la deuda se relajen y dejen atrás los máximos del año registrados en abril, el peor mes para la renta variable en medio año.

Los datos de inflación de EE UU, que se comportaron en línea con lo previsto por los inversores, están ayudando a que los inversores respiren algo más aliviados. Los operadores esperan que un primer recorte de los tipos a la vuelta de las vacaciones y dejan en el aire la posibilidad de una segunda reducción antes de fin de año, un periodo que estará marcado por las elecciones presidenciales.

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Sobre la firma

G.E.
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.
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