El 26% de las salidas a Bolsa españolas de la última década han sido excluidas
Las opas lanzadas sobre OPDE y Applus planean que ambas dejen de cotizar en el parqué. En total, las ocho exclusiones han sacado del mercado español papel por cerca de 10.000 millones de euros
La pandemia, el alza de los tipos de interés, los conflictos geopolíticos y una inflación descontrolada han sido las grandes incertidumbres que han sobrevolado a los mercados en los últimos años, sumiendo en un largo letargo los planes para salir a Bolsa de un buen puñado de empresas. En España (y en Europa) la sequía de estrenos bursátiles viene ya de lejos y para rememorar el último estreno registrado en el mercado continuo hay que remontarse allá por julio de 2022 cuando OPDE logró esquivar las dudas y protagonizó el tradicional toque de campana. Una situación en la que llueve sobre mojado, ya que a la falta de empresas llamando a la puerta de la Bolsa española se suma además el goteo de cotizadas que acaban siendo excluidas de cotización: el 26% de los estrenos bursátiles de la última década que han implicado la colocación de acciones en el parqué han abandonado ya el mismo, reduciendo aún más si cabe el tamaño del mercado de renta variable patrio.
Solarpack, Parques Reunidos, Telepizza, Euskaltel, Saeta Yield e Hispania son empresas que debutaron en la Bolsa en la última década pero que ya no cotizan. Un empequeñecimiento de la Bolsa española que tiene en el voraz apetito del capital riesgo y en los movimientos corporativos su razón de ser. Cinco de estas compañías fueron adquiridas por fondos de capital riesgo. Blackstone lanzó una opa por Hispania que la excluyó de Bolsa en 2014 y un año más tarde Brookfield adquirió a Saeta Yield, antigua filial energías renovables de ACS. El fondo nórdico EQT está detrás de las exclusiones de Parques Reunidos -en consorcio con Grupo Bruxelles Lambert (GBL) y Corporación Financiera Alba- y Solarpack, mientras que KKR se hizo con Telepizza en 2018 y optó por sacarla de la Bolsa solo dos años después de su regreso.
Solo Euskaltel fue excluida de Bolsa por un competidor. La operadora vasca fue adquirida por MásMóvil mediante una opa que la valoró en 2.000 millones de euros, una operación de consolidación que se produjo solo meses después de la propia compra de MásMóvil por Cinven, KKR y Providence, y que implicó también su propia exclusión de cotización tras ocho años como cotizada en los que pasó de estrenarse en el antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB) a dar el salto a la Bolsa sénior y alcanzar el Ibex 35.
Roberto Scholtes, jefe de estrategia de Singular Bank, destaca que la desaparición de cotizadas “es una tendencia es muy común en todos los mercados en los últimos años, salvo en las startups tecnológicas. Se debe a tres motivos básicos interrelacionados: valoración, apalancamiento y tiempo de maduración de la inversión”. El experto destaca que desde 2017 los múltiplos que han estado pagando los fondos de capital riesgo han sido superiores a los de las compañías cotizadas. “Esto ha favorecido que algunas que pretendían hacer una OPV fueran finalmente adquiridas por el capital riesgo, y otras que cotizaban a múltiplos deprimidos, fueran objeto de una opa por estos fondos”.
A estas empresas se sumarán próximamente otras dos: Applus y OPDE. La empresa de ITV es el centro de una guerra de opas entre el fondo Apollo, que ofrece 10,68 euros por acción, y del consorcio formado por Squared y TDR, que han elevado su puja a 11 euros por título. A la espera del desenlace, ambas ofertas prevén que la empresa deje de cotizar. También acabará siendo excluida OPDE, la última empresa en debutar en la Bolsa española. El fondo francés Antin lanzó en julio del año pasado una opa por 5,85 euros por acción, que valora la compañía en 866 millones de euros. La oferta se encuentra ya en periodo de aceptación tras recibir el visto bueno del Gobierno y CNMV, un periodo que finaliza el próximo 15 de marzo.
La tercera de las opas que sobrevuelan en la actualidad la Bolsa española, la lanzada sobre el 15% de Prosegur por Gubel, el vehículo de inversión de la presidenta de la empresa, Helena Revoredo, prevé mantener a la empresa como cotizada. El objetivo de Revoredo es alcanzar el 75% del capital, frente el 60% actual que ostenta. Pese a que según los términos del folleto de la operación no está prevista la exclusión de Bolsa de Prosegur, el reducido free float con el que se quedará la empresa tras la operación provoca los recelos de analistas e inversores sobre los pasos a seguir por los dueños de la empresa a un plazo más largo. También es previsible que Ercros abandone el parqué si sale adelante la opa lanzada esta misma semana por la empresa portuguesa Bondalti.
Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, descartó ayer preocupación por la posible exclusión de Bolsa de Ercros dado que, en su opinión, las opas son una forma de dar retorno a los accionistas. Al mismo tiempo, aprovechó para apuntar que espera que “este año se produzca una revitalización” de las salidas a Bolsa e insistió en la necesidad de “trabajar a medio y largo plazo para que las condiciones se den” para los nuevos debuts.
“Muchas de las compañías que han sido excluidas de cotización se hallaban inmersas en complicados y largos procesos de reestructuración, de expansión o de cambio de modelos de negocio, cuyos potenciales frutos a largo plazo no suelen ser reconocidos en las cotizaciones. Aquí nuevamente el capital riesgo cuenta con la ventaja de periodos de maduración más largos con inversores dispuestos a esperar”, añade Scholtes.
Otras fuentes del mercado añaden que en algunos casos “los dueños de empresas que en su día dieron el salto a la Bolsa prefieren aliarse con el capital riesgo cuando ven que no logran alcanzar los objetivos que se habían propuesto inicialmente” A ello se suman los gastos derivados de la cotización y la exigencia de cumplir con la publicación de resultados, lo que, en algunos casos, apuntan, desincentiva el mantenimiento en parqué. La exclusión de cotización de estas compañías implicará, si se ejecutan también las opas sobre Applus y OPDE, que salga del mercado español papel por cerca de 10.000 millones de euros, si se tiene en cuenta la valoración de las opas ya ejecutadas y las valoraciones de las operaciones en curso.
Un goteo incesante de despedidas
Los movimientos corporativos de los últimos años han hecho que la lista total de cotizadas que han sido excluidas de cotización del mercado español sea aún más larga. Barón de Ley, Zardoya Otis, Siemens Gamesa, Biosearch, Bolsas y Mercados Españoles (BME) han abandonado el parqué desde 2020. En febrero de 2023 terminó la aventura bursátil de Siemens Gamesa, iniciada 23 años antes por la antigua Gamesa. Meses antes el protagonismo fue para Zardoya Otis. Tras más de un siglo de historia y 47 como cotizada, la empresa de ascensores se despidió del parqué en 2022, proceso que había hecho meses antes Barón de Ley fruto de la opa de exclusión formulada por su principal accionista, Mazuelo Holding, que se vio obligado a elevar el precio hasta el mínimo exigido por los minoritarios.
En los últimos cuatro años también han dicho adiós al parqué Biosearch, fruto de la opa de la irlandesa Kerry que valoraba a la empresa en unos 127 millones de euros, y BME, el gestor de la Bolsa española, que dejó de cotizar en septiembre de 2020 fruto de la opa del grupo suizo Six.
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