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Meliá: atractivo al alza ante un turista sin miedo a la inflación

Se coloca entre las mejores del Ibex en 2023 con una subida en el año del 37% y eleva las previsiones de negocio para el ejercicio 

Hotel de Meliá, Sol Beach House en Ibiza.
Hotel de Meliá, Sol Beach House en Ibiza.

El verano comienza y el sector turístico se prepara para otra buena temporada. La Bolsa así lo está reflejando: el índice europeo de viajes y ocio sube el 24% en el año, y en el Ibex 35 las mejores posiciones en 2023 están ocupadas por compañías vinculadas a esta actividad. Meliá es una de ellas, con un avance superior al 37% que la acerca al máximo anual. “El ejercicio venía cargado de incertidumbres y era el sector más rezagado. La realidad es que el turista está dispuesto a pagar para ir donde sea. En el caso de Meliá hay un plus, y es que gran parte de su cartera está en el extranjero y con viajeros de alto poder adquisitivo, canadienses y americanos principalmente”, explica Alberto Roldán, director de inversiones de Metagestión.

Al respecto, Javier Molina, analista de mercados para eToro, opina que “hay un cambio psicológico en el sentido de que se está gastando más en experiencias que en bienes materiales”.

Al hilo de la positiva tendencia que sigue el negocio, Meliá acaba de anunciar esta semana, coincidiendo con la celebración de la junta de accionistas, “un compromiso” de ebitda de 475 millones este ejercicio, 25 millones por encima de la previsión anterior y 75 millones más que en 2022. En el primer trimestre superó los ingresos previos a la pandemia (396,1 millones) por la subida de los precios y una mayor ocupación de los viajeros, tanto a nivel nacional como internacional. El mismo día de la junta se conoció la cesión de poder de Gabriel Escarrer Juliá, presidente y fundador de la hotelera, a su hijo Gabriel Escarrer Jaume, consejero delegado que pasa a ser también presidente; una sucesión que ya estaba contemplada.

La acción de Meliá desde 2020

A pesar de los pronósticos de Meliá, el mercado no contempla el horizonte despejado del todo. “Ha tenido que lidiar con el alza de los costes, que la obligó a subir los precios por encima de doble dígito en los dos últimos años para mantener sus márgenes operativos. También hay que tener en cuenta que aunque logre recuperar los beneficios previos a la pandemia, tiene que afrontar una deuda que ha crecido notablemente, hasta superar los 2.700 millones, en un entorno de tipos de interés altos”, cuenta Joaquín Robles, de XTB. El analista recuerda, por otro lado, que una desaceleración económica podría provocar “una caída del consumo”.

Julián Pérez, de Intermoney Valores, coincide en señalar que “la situación financiera de Meliá sigue estresada”, a pesar de “la solidez” mostrada en los últimos resultados. “Creemos que las perspectivas, aunque de momento son muy positivas, están rodeadas de una gran incertidumbre. Los factores que han justificado el buen comportamiento del sector durante el último ejercicio, como la demanda embalsada y el ahorro acumulado durante la crisis sanitaria, esperamos que vayan perdiendo vigor en los próximos meses. En un entorno como el actual, mantener precios un 30% más altos que en 2019 es insostenible y esperamos un deterioro de la demanda a partir del segundo trimestre”, añade. En cuanto al pasivo, Pérez explica que “una ratio deuda neta sobre ebitda por encima de las 3,5 veces en este tipo de negocios es complicado de mantener. Hay que tener en cuenta que el negocio hotelero es muy intensivo en mantenimiento”.

Un repunte del 130% desde mínimos  de la pandemia

  • Evolución. El negocio del sector turístico se hundió con la pandemia entre restricciones y confinamientos en todo el mundo. Las compañías han levantado el vuelo y muchas han logrado incluso superar las cifras de 2019, como es el caso de Meliá. Sin embargo, las cotizaciones siguen deprimidas. La acción está un 13% por debajo de febrero de 2020, aunque ha recuperado el 130% desde los mínimos de la crisis sanitaria y llegó a retomar niveles de enero de 2020 en mayo del pasado ejercicio. En 2020, 2021 y 2022 no ha repartido dividendo y tampoco está previsto para este año. Es la empresa más pequeña del Ibex, con casi 1.390 millones de capitalización.
  • Accionistas. Los principales accionistas de Meliá son Hoteles Mallorquines Agrupados, sociedad que comparte la familia Escarrer, con el 54,48%, y el fondo canadiense Global Alpha, con una participación del 10,14%.

De momento, el consenso del mercado está dividido a partes iguales (43,8%) entre comprar y mantener. El objetivo es de 6,91 euros, que implica un alza del 10%. “El precio actual está sobradamente justificado; ahora hay más riesgo que beneficio”, dice Roldán.

Sin embargo, Renta 4, que tiene el consejo de sobreponderar, argumenta que “aunque el entorno macro hace mantener cierta cautela, la visibilidad permite confiar más en que la recuperación seguirá adelante y que Meliá podría superar las principales magnitudes de 2019 este año, antes de lo previsto”.

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