El BCE alerta de un “efecto dominó” en el sistema financiero por la banca en la sombra
Los cinco mayores bancos de la eurozona representan el 50% de la exposición total a préstamos y valores de estas entidades
El Banco Central Europeo (BCE) ha emitido este martes una advertencia sobre los peligros a los que se enfrenta la banca regional convencional debido al crecimiento de las Instituciones Financieras No Bancarias (NBFI, por sus siglas en inglés), la llamada banca en la sombra (realiza actividades de intermediación o financiación por parte de cualquier entidad o plataforma fuera de los bancos tradicionales; abarca los fondos de pensiones, compañías aseguradoras y hedge funds). Los datos publicados muestran que los prestamistas de la zona del euro recurren a firmas financieras externas a la banca para obtener cerca del 14% de su financiación, lo que pone de manifiesto que la industria está expuesta a posibles turbulencias en áreas que carecen de supervisión. El documento apunta a los efectos negativos para la gran banca por su elevada exposición.
Los depósitos no garantizados constituyen la mayor parte de esos pasivos de la banca en la sombra, seguidos de los títulos de deuda. La proporción de financiamiento afecta particularmente a los bancos más grandes. En concreto, los cinco mayores bancos de la eurozona representan alrededor del 50% de la exposición total a préstamos y valores; y los 13 bancos principales representan más del 80%. Este grupo incluye los ocho bancos sistémicos de la eurozona, así como otros grandes bancos universales.“Estos bancos juegan un papel central en el mercado, ya que son prácticamente los únicos receptores de la liquidez repo de los fondos de inversión, aseguradoras, fondos de pensiones y fondos del mercado monetario”, señala el BCE.
Las autoridades mundiales han debatido cada vez más cómo regular estas firmas después de las tensiones al comienzo de la pandemia, la ruina de Archegos Capital Management en 2021 y el desplome del mercado de bonos del Reino Unido del año pasado. El BCE resalta el potencial de contagio en un momento en que el colapso de varios bancos estadounidenses y el suizo Credit Suisse ha hecho dudar sobre el nivel de resistencia del sistema financiero para soportar la presión sobre su coste de financiación a medida que aumentan las tasas de interés.
Si bien los depósitos de las denominadas entidades en la sombra son pequeños en comparación con los de los clientes corporativos o minoristas de los bancos, el BCE apunta a que “pueden ser particularmente vulnerable” a los cambios en las condiciones del mercado. Aproximadamente la mitad de dichos depósitos no están relacionados con la compensación, la custodia o la gestión de efectivo y pueden retirarse libremente. Según la entidad, es posible que los bancos deban reemplazar la financiación del mercado de repos muy rápidamente si la banca en la sombra “se viera afectado por grandes y abruptas salidas”.
Por otro lado, la banca en la sombra posee el 28% de los títulos de deuda bancaria que hay en circulación en la zona euro. Su papel más importante está en el mercado a corto plazo, incluido el papel comercial con inversores clave de fondos del mercado monetario. Los fondos de inversión y las aseguradoras están un poco más expuestos a la deuda bancaria a más largo plazo y son una fuente clave de financiación para los bancos que necesitan cumplir con el requerimiento de MREL, un colchón antricrisis.
El informe señala además que los bancos negocian más del 20% de sus riesgos nocionales brutos en derivados con entidades no bancarias, principalmente fondos de inversión y otras instituciones financieras.
Un riesgo global
El BCE no es el único que ha advertido de los riesgos sobre la industria financiera no bancaria. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha endurecido sus advertencias, que ya representa casi el 50% de la financiación mundial, unos 239 billones de dólares. Según este organismo, la estabilidad financiera mundial depende de que la banca en la sombra resista ante el alza de tipos.
Durante años el negocio de estas firmas que agrupan a los fondos de pensiones, compañías aseguradoras y fondos de cobertura, se han visto favorecidos por tipos ultralaxos y una liquidez a raudales, pero el FMI ha asegurado que las recientes quiebras de Silicon Valley Bank y otros bancos regionales estadounidenses “son un poderoso recordatorio de las elevadas vulnerabilidades financieras acumuladas a lo largo de años de tipos bajos”. Unos riesgos que, según el informe, “podrían intensificarse en los próximos meses, en un contexto de endurecimiento continuo de la política monetaria a escala mundial”.
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