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¿Ha terminado EE UU de sofocar la crisis bancaria con el rescate de First Republic?

El mercado reacciona con calma, sin euforia, a la solución ordenada dada a la entidad

Nuria Salobral
Sucursal del First Republic Bank en Manhattan (Nueva York).
Sucursal del First Republic Bank en Manhattan (Nueva York).SPENCER PLATT (AFP)

El rescate del First Republic Bank debería ser el último dentro de la ola de quiebras bancarias que ha sacudido EE UU esta primavera. Al menos así lo espera Jamie Dimon, presidente de JP Morgan, entidad absorberá la entidad fallida en un acuerdo donde las pérdidas van a medias entre el sector privado (es decir, JP Morgan) y el fondo de garantía de depósitos. “Estamos acercándonos al final” de los problemas de la banca regional de EE UU, aseguró Dimon. Una expectativa que también pareció asumir el mercado, con todas las cautelas.

Los inversores ya contaban desde el pasado viernes con la intervención de First Republic, a falta de conocer los detalles. La reacción este lunes fue, así, de resignación y alivio, ni mucho menos de euforia. Sí hubo alegría en los títulos de JP Morgan, la entidad compradora, que llegaron a subir más del 3%, en una sesión positiva en Wall Street, única de las grandes plazas abierta en la jornada del Primero de Mayo.

Las mayores caídas entre los bancos no fueron las otros bancos regionales a los que el mercado pudiera haber puesto en el disparadero, sino las de los bancos que no se quedaron con First Republic en la puja abierta por las autoridades. Citizens y PNC Financial registraban caídas entorno al 5% en la apertura. Las entidades que marcan el riesgo de contagio –Zions Bancorp, M&T o Regions Financial– no llegaron a rebotar y se mantuvo con ligeras pérdidas, no superiores al 2%.

Los seguros contra el impacto de crédito (CDS), uno de los grandes indicadores del estrés financiero, también permanecían ayer en calma. Los de JP Morgan cotizaban prácticamente planos, sin rastro de contagio alguno sobre el resto del sector. Los de Charles Schwab, que se había disparado a 136 puntos con la quiebra de Silicon Valley Bank, ayer bajaban y se situaban al filo de los 100 puntos básicos.

Jamie Dimon aseguraba ayer que “el sistema es muy, muy sólido”. El Tesoro y la Reserva Federal también mostraban ayer su satisfacción por la operación, que tiene como rescatador al mayor banco del país. Esta vez, y a diferencia de lo sucedido con SVB, el rescate de First Republic ha sido ordenado, con la intervención en paralelo a su venta. Pero, sofocado el incendio de inestabilidad financiera que aún suponía la situación de First Republic, y que ha quedado ya controlado, queda por ver si el sistema financiero estadounidense ha pasado página definitivamente.

Alejar completamente las dudas no va a ser tarea fácil. Menos aún después de que la propia Reserva Federall haya reconocido errores de supervisión en Silicon Valley Bank que, junto a una mala gestión, precipitaron su quiebra. No en vano, el rescate de First Republic es el tercero de un banco en EE UU en dos meses, el segundo mayor en la banca del país desde 2008, y está dejando huella en el conjunto de los depósitos bancarios del país. El debate sobre la protección de los ahorradores está abierto y el propio fondo de garantía del país (FDIC por sus siglas en inglés) está contemplando opciones sobre cómo mejorar las coberturas, ahora en un límite de 250.000 dólares por cliente.

La desconfianza hacia el sistema que estalló con Silicon Valley Bank ha dejado el volumen de depósitos en EE UU en su nivel más bajo desde julio de 2021. First Republic ha sido el gran exponente de los estragos que esa desconfianza puede causar sobre un banco, con una fuga de depósitos por más de 100.000 millones de dólares en el primer trimestre. Pero otras entidades, aunque haya sido en menor magnitud, también han registrado importantes salidas de ahorradores. Los resultados del primer trimestre están ofreciendo cifras reveladoras: Charles Schwab perdió 41.000 millones de depósitos en el trimestre, el 11%. Western Alliance vio salir durante el trimestre el 11,3% de sus depósitos. Las caídas fueron más modestas para Zions Bank o Regions Financial, de entorno al 3%.

En el otro extremo, JP Morgan se ha beneficiado de esa desconfianza y elevó en 37.000 millones de dólares sus depósitos en el trimestre. El rescate de First Republic debería en todo caso contribuir a estabilizar los depósitos de la banca mediana y con ello, los del conjunto de la banca.

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Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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