La Fed, ante el dilema del control de precios y la estabilidad financiera
El consenso espera que siga la estela del BCE y eleve los tipos en 25 puntos básicos
Por primera vez en 12 meses todas las posibilidades están sobre la mesa. La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB), Silvergate Bank y Signature Bank en menos de 48 horas ha puesto en duda la capacidad de la Reserva Federal para seguir adelante con el proceso de normalización monetaria. En cuestión de semanas el mercado ha pasado a poner en precio una subida de los tipos de 50 puntos básicos a apostar por un parón e incluso recortes. Superados los nervios iniciales y después de que el banco central estadounidense aprobara un programa de financiación para garantizar la liquidez la calma se abre paso. Aunque la inestabilidad que vive el mercado pueden ser un síntoma de la restricción monetaria, los inversores dan una probabilidad del 85% a una subida de las tasas en 25 puntos básicos, hasta el 4,75%-5%.
Hacer un parón o recortar el precio del dinero dañaría aún más la confianza. Franck Dixmier, director de inversiones de renta fija para Allianz Global Investors, considera que Jerome Powell debería seguir el ejemplo de Christine Lagarde y subir los tipos. “La Fed y las autoridades disponen de herramientas para hacer frente a una crisis de liquidez”, remarca. El experto considera que con una inflación subyacente en el 5,5%, el banco central estadounidense debe seguir adelante con el endurecimiento monetario.
Más incierto se plantea el panorama para los próximos meses. Frederik Ducrozet, director de análisis macroeconómico de Pictet WM, afirma que Powell tendrá que mantener un equilibrio entre la inflación y la estabilidad financiera. Además de subir los tipos en 25 puntos básicos y mantener sin cambios la reducción del balance, el experto espera que la Fed sugiera que los tipos de interés pueden ser menores de lo esperado. “Esperamos que la media de previsiones se mantenga entre el 5% y el 5,25%, lo que implicaría otra subida adicional de tipos de 25 puntos básicos en mayo”, remarca. Desde la firma no descartan que se haga hincapié en la elevada incertidumbre respecto a las proyecciones y como ya ocurrió en marzo de 2020 cuando estalló la pandemia, la institución vuelva a omitir el diagrama de puntos.
Además de los tipos, la otra medida que forma parte del endurecimiento monetario es la reducción del balance. Aunque la Fed se ha afanado en reiterar que las caídas bancarias de las últimas jornadas son hechos aislados debidos en gran medida al modelo de gestión, Raphael Olszyna-Marzys, economista de J. Safra Sarasin Sustainable AM, cree que es poco probable que la Fed las trate como acontecimientos idiosincrásicos. Con esta idea como telón de fondo el experto apunta a una acción que combine la subida de tipos y una pausa en la reducción del balance. En la misma línea se mueven desde Pictet WM, donde abren la puerta a que Powell señale su voluntad de modularlo en función de la evolución de los mercados.
Junto a la proyección de tipos, la Reserva Federal actualizará sus previsiones macroeconómicas. “Esperamos cambios mínimos tanto en el crecimiento como la inflación”, señalan desde La Français AM.
A la espera de ver qué decisiones adopta hoy la Fed, la rentabilidad del bono a dos años, que la semana pasada vivió la mayor caída desde 1987, repuntó ayer 20 puntos básicos, hasta situarse en el 4,17%. A pesar de los ascensos de las últimas jornadas propiciados por el mayor apetito por el riesgo y la posibilidad de un alza moderada de las tasas, la deuda con vencimiento en 2025 está lejos del 5% que registró antes de la caída de SVB.
Una crisis de deuda, el gran temor de los gestores
La quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank han desatado la alertas. Por primera en vez en meses un evento crediticio sistémico ha reemplazo a la inflación como el principal riesgo. Así lo cree el 31% de los participantes de la encuesta mensual de Bank of America, un sondeo entre 212 administradores de fondos con 548.000 millones de dólares bajo gestión.
Junto a los riesgos crediticios los gestores están cada vez más preocupados por la economía. La probabilidad de una recesión aumenta por primera vez desde noviembre. El 42% de los gestores espera una desaceleración en los próximos 12 meses. La expectativa de estanflación (precios altos y bajo crecimiento) supera el 80% por décimo mes consecutivo. “Nunca antes los inversores habían tenido una convicción tan fuerte”, señala Michael Harnett, estratega del banco.
La encuesta mostró que el sentimiento de los inversores está “cerca de niveles de pesimismo vistos en los mínimos de los últimos 20 años”, subraya Harnett. El estratega fue uno de los más bajistas el año pasado cuando empezó a advertir que los temores de recesión alimentarían un éxodo bursátil. Aunque el S&P 500 ha resistido con holgura las sacudidas, Harnett cree que si toca los 4.100-4.200 puntos habría que vender y fija el suelo en los 3.800.
No todo son amenazas. Los inversores prevén que las medidas puestas en marcha por la Fed para apoyar la liquidez sean suficientes para evitar una crisis.
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