El Fondo Monetario Internacional (FMI) cifró ayer en 300.000 millones de dólares el impacto de la crisis de deuda soberana en la banca europea. La cifra hay que tomarla con gran cautela, el propio FMI lo reconoce. La entidad critica la indecisión y lentitud de las autoridades políticas a la hora de afrontar la crisis y advierte que la banca aplica métodos contables que no reflejan la pérdida de valor de su cartera de deuda.
La morosidad con promotores inmobiliarios y constructoras de Caja Mediterráneo (CAM) alcanzaba ya el pasado mes de junio el 61,3% de su cartera de créditos, cuyo valor ascendía a 12.677 millones de euros. Además, la entidad se había adjudicado inmuebles en esta fecha por un importe de 2.657 millones de euros.
La Reserva Federal de EE UU aprobó ayer un programa de estímulos monetarios, basado en la compraventa de títulos a diferente plazo para modificar la cartera global, por valor de 400.000 millones de dólares, que se desarrollará hasta junio de 2012. La Fed mantendrá su política de dinero barato hasta 2013 con el fin de reactivar la economía.