27 de agosto de 2002

El pesimismo de los inversores alcanzó en agosto su nivel más bajo, según la encuesta realizada por Gallup para UBS Warburg. De hecho, ya son más los inversores pesimistas que los optimistas. El índice elaborado por UBS pasó de dos puntos positivos a uno negativo, la peor lectura desde la primera encuesta en octubre de 2001.

El Nikkei retrocede por segundo día consecutivo

El nuevo responsable de telecomunicaciones ha dibujado un marco de actuación que ha tenido buena acogida en un sector escéptico, pero deseoso de olvidarse cuanto antes de su antecesora.

La Agencia Tributaria confirma que existió delito fiscal en la venta de Olé a Telefónica

Los consumidores estadounidenses han perdido su optimismo. Según el Conference Board, la confianza sobre la evolución de las economías familiares ha sufrido una severa caída hasta quedar en 93,5 puntos frente a los 97,4 de julio. Desde noviembre del año pasado no se recuerda un momento tan bajo de confianza. Los economistas creen que este sentimiento puede afectar el consumo futuro que, de momento, sigue fuerte. También ayer se supo que el consumo de bienes duraderos ha registrado una subida del 8,7%, por encima de las previsiones más optimistas.

La prima de guerra ha encarecido el precio del crudo más de un 40% este año. Pero la posibilidad de un ataque a Irak se ve ahora más próxima, ligada además a la amenaza del uso de armas nucleares en la región. La OPEP está dividida sobre su respuesta al respecto y Moscú planea limitar sus exportaciones ante la proximidad del invierno. El petróleo amenaza con convertirse en un lastre para el crecimiento.

Brasil prevé que la inversión exterior baje este año a 16.830 millones

La masa monetaria de la eurozona creció un 7,1% en julio

Merrill Lynch rebaja el precio objetivo de Endesa

MobilCom cuadruplicó las pérdidas netas en el primer semestre, hasta 289,3 millones

Elan sube el 63% en 4 días por especulaciones sobre su posible compra

La crisis argentina también ofrece oportunidades de negocio. Así lo han entendido tanto la familia Rothschild como Freixenet o Codorníu. Todos observan en el bajo precio de la tierra una ocasión de oro para hacer nuevas inversiones en el sector vitivinícola.

Los malos datos de las tecnológicas cierran Nueva York con pérdidas

ING recorta sus previsiones sobre FCC

El ex director financiero de Worldcom, acusado de fraude