Inology, la firma que facilita la gestión del gasto y el control horario con Tickelia y Nubhora
Pionera del ‘software’ desde los años ochenta, la pyme catalana prepara un relevo generacional con la vista puesta en su expansión global. Prevé duplicar su facturación en 2027 e incorporar la inteligencia artificial a sus soluciones

En un sector marcado por la transformación constante, pocas empresas han anticipado el cambio y crecido con él durante casi cuatro décadas. Inology es una de ellas. Con visión de futuro, desarrollo propio y fuerte apuesta por la innovación, se ha consolidado como referente en soluciones de gestión empresarial.
En los años ochenta, cuando las TIC giraban en torno al hardware, Jaume Llonch y su esposa Pilar ya intuían que el futuro iba por otro camino. “Trabajábamos en una empresa de hardware. Fue entonces cuando detectamos un cambio de tendencia: el futuro estaba en el software. Esa convicción nos motivó a emprender”, recuerda Llonch.
Fundaron Inology en 1986 en una pequeña oficina en Barcelona, desarrollando software a medida hasta que, cuatro años después, lanzaron su primer ERP (programa de planificación de recursos empresariales, por sus siglas en inglés) estándar. Aquel primer producto, Marino, aún está en catálogo y va por su duodécima versión.
Tres ‘apps’ clave
Marino. El primer ERP de la compañía, símbolo del paso de los desarrollos a medida a un producto estándar. Gestiona áreas clave como inventario, finanzas y operaciones, y está migrando a la nube para adaptarse al nuevo entorno digital.
Nubhora. Herramienta cloud para el control horario, turnos y vacaciones. Ha impulsado la modernización interna y el cumplimiento laboral en cientos de empresas, con una interfaz ágil y sencilla.
Tickelia. La gran palanca de crecimiento. Supuso el salto al modelo SaaS y a la internacionalización. Automatiza toda la gestión de gastos y viajes, desde la captura del tique hasta su contabilización.
Los años 2000 arrancaron con dificultades, pero la empresa mantuvo crecimientos anuales del 5% al 10%, abrió sede en Madrid y diversificó su negocio con soluciones de control horario y de personal.
La crisis de 2008 fue un punto de inflexión: la facturación cayó un 30% y enfrentaron un ERE (expediente de regulación de empleo). Pasaron de tres millones de euros de facturación y 60 empleados a 700.000 euros y 36 personas en plantilla.

Crecimiento
Sin embargo, Llonch supo ver de nuevo la siguiente ola tecnológica: el software como servicio (SaaS). En 2012 iniciaron el cambio de modelo con Tickelia, su primera solución 100% cloud para digitalizar la gestión de gastos y viajes.
“Con el lanzamiento de Tickelia iniciamos nuestra transición hacia el modelo SaaS, cuando aún no era tendencia generalizada. El objetivo era claro: soluciones accesibles desde cualquier dispositivo, sin depender de infraestructuras locales”, señala.
Luego llegarían Nubhora, para el control horario, y la migración de Marino ERP al entorno SaaS. Hoy, más de 2.500 empresas —entre ellas PRISA, Volvo, Alsa, MediaMarkt, Taurus, Loewe o Dachser— usan sus soluciones cloud, “lo que confirma que la apuesta que hicimos fue acertada”, dice.
Nuevos horizontes
Y los datos también lo confirman. Óscar Llonch, hijo de los fundadores y actual chief revenue officer (CRO) de Inology, ha vivido de primera mano la evolución más reciente de la empresa. Desde su incorporación en 2015, coincidiendo con el lanzamiento de Tickelia, ha formado parte del crecimiento y desarrollo del proyecto.
En los últimos dos años, ha asumido un papel más activo en la gestión diaria y será quien asuma formalmente la dirección el próximo año, cuando Inology celebre sus 40 años y se concrete el relevo generacional. Según Llonch hijo, la compañía ha consolidado un ritmo de crecimiento anual del 30% (excepto en 2020, por la pandemia), pasando de una facturación de 5,8 millones en 2022 a siete millones en 2023, y alcanzando los 10 millones en 2024.
El objetivo de su plan de negocio: doblar esa cifra para 2027, llegando a los 20 millones y sin perder el espíritu de empresa familiar: el 60% del capital sigue en manos de la familia fundadora y el 40% pertenece a los empleados.
“Estamos muy centrados en la expansión internacional, que ya supone casi una cuarta parte de la facturación. En 2020 entramos en Portugal. Luego analizamos Francia e Italia, pero la competencia era dura y optamos por Latinoamérica. Dimos primero el salto a Colombia y en 2023 en México. El próximo destino podría ser Perú”, detalla.
Sobre la irrupción de la inteligencia artificial (IA), responde sin rodeos: “Claro que nos preocupa. Por eso invertimos un 15% de la facturación en I+D, y de ese porcentaje, un 10% específicamente para integrar IA en nuestros productos”. Innovación para los nuevos tiempos.

Un nuevo CEO para una nueva etapa
Como próximo CEO, Óscar Llonch encarna la continuidad y la modernización que marcarán el futuro de Tickelia y del grupo familiar. Ingeniero industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya y con un máster en Dirección General por IESE Business School, ha estado siempre vinculado a la tecnología y al liderazgo empresarial que él mismo define como sus grandes pasiones.
En 2011 fundó Inoled, una empresa especializada en proyectos de iluminación LED para el sector industrial. Sin embargo, en 2015 se incorporó al negocio familiar, coincidiendo con el lanzamiento de Tickelia, la solución de gestión de gastos que hoy impulsa gran parte del crecimiento de la compañía y que él siente como un proyecto personal. No es para menos. Como su responsable de desarrollo de negocio, diseñó la estrategia de producto y el plan comercial, coordinó los equipos implicados en su crecimiento, optimizó presupuestos y logró escalar y rentabilizar esta línea.
En 2021 fue nombrado chief revenue officer (CRO), desde donde definió un nuevo plan estratégico para Inology con el foco en la expansión internacional y en la diversificación. Y desde hace un par de años, aunque su padre sigue en activo, él viene ejerciendo de CEO. El relevo formal se hará efectivo en 2026. Con solo 34 años, Llonch ha diseñado estrategias, gestionado personas y abierto mercados, siempre —como él mismo señala— “buscando la máxima eficiencia y sostenibilidad en el crecimiento de las organizaciones”. Pero como todo no es trabajar, cuando el tiempo se lo permite, desconecta jugando al pádel, leyendo o viajando.


