Válvulas Arco, la patente que revolucionó la fontanería moderna
La empresa de la Huerta Norte de Valencia cumple 50 años con un historial exitoso de innovaciones. Sus dos hitos son la A-80 y la llave de paso en las bombonas de butano
Ahora es una empresa situada en la vanguardia de la fontanería moderna a escala global, pero en su día fue un pequeño taller, Talleres Ferrer, inaugurado en 1965, que no dejó de crecer debido al carácter dinámico y competitivo de su fundador, José María Ferrer. Después fue Industrias Ferrer y, más tarde, en 1973, lo que en la actualidad se conoce como Válvulas Arco, un grupo familiar de éxito indiscutible.
Cuando se cumple medio siglo de su fundación, esta compañía valenciana, siempre radicada en la comarca Huerta Norte, tiene más de 400 trabajadores y en 2022 facturó 96 millones de euros, un 10% más respecto al año anterior. Está presente en más de 90 países y cuenta con dos plantas productivas propias en Valencia y Túnez, cuatro centros logísticos en España, Francia, Polonia y Túnez, y cuatro oficinas comerciales en estos cuatro países. Es en el mercado internacional donde se producen el 70% de las ventas.
Hay una fecha clave para Válvulas Arco: 1980. Ese año, a Ferrer se le ocurrió patentar la primera válvula de cuarto de vuelta del mundo. La A-80 supuso un hito por su contribución al desarrollo de la gasificación en España, y las ventas de este producto se dispararon. “Supuso un antes y un después en el sector”, declara Raúl Graña, CEO de la firma. “Es una válvula con una capacidad de adaptación altísima que ha ido evolucionando con los años y en la que todos los elementos encajan a la perfección”.
I+D+i
La A-80 alumbró la apuesta de la empresa por la innovación, una virtud presente hasta hoy. Y así llegó el segundo hito: la fabricación de una llave de paso en la bombona de butano para evitar escapes, lo que aportó más seguridad, especialmente a los hogares. “Esta nueva invención de José María llevó incluso a cambiar la legislación sobre el gas. Ferrer ha sido siempre un visionario”, celebra Graña.
A continuación, una historia de éxito. Y es que en estos 50 años, la compañía ha lanzado más de 40 patentes, 50 modelos de producto y un catálogo con más de 3.000 referencias, casi todas ellas con el objetivo de optimizar el rendimiento de las instalaciones de agua, gas y calefacción, mejorar la durabilidad del producto con poco mantenimiento, reducir el ruido y la contaminación o facilitar el trabajo al instalador.
La I+D de la empresa llega hasta nuestros días. En 2013 nació la patente Twin: “Se trata de una válvula de doble salida con un solo mando y cuatro posiciones independientes para regular el paso del agua”, explica Graña. “Tenemos numerosas versiones que aún tienen un amplísimo recorrido. Nos enorgullece porque, por sus características, ha logrado aportar mayor seguridad, eficiencia, fiabilidad y estanqueidad a las instalaciones”.
Capear las crisis
Válvulas Arco ha capeado muchas crisis a lo largo de su historia. Lo ha hecho sin dejar de crecer. “Si hay que señalar una ventaja competitiva que nos ha ayudado en momentos difíciles”, relata el consejero delegado, “es que contamos con un modelo industrial propio, de fabricación española, sobre el cual gravita todo el proceso productivo: prototipado, moldes, estampación, mecanizado, inyección, cromado, etcétera”.
Todo se piensa, se diseña y se fabrica en la planta de Foios (Valencia), en la Huerta Norte valenciana, muy cerca de Meliana, donde José María Ferrer nació en 1941. La diversificación de procesos en un mismo lugar se traduce en que la empresa dispone de 169 máquinas repartidas en 12 procesos diferentes. Una concentración de valor añadido.
La crisis sanitaria de 2020 fue, además, una oportunidad, según Graña. “Muchos consumidores terminaron pidiendo nuestros productos destinados a proteger y mejorar la calidad de vida y la salud, porque la fontanería es parte del bienestar, por supuesto. Eso se tradujo en un mayor crecimiento”.
La pandemia igualmente aceleró la digitalización y el desarrollo de estrategias de venta omnicanal. “Ya no solo ofrecemos un buen producto a un precio correcto, sino que lo entregamos de una forma más rápida, con el mejor embalaje y tratando de ejercer el menor impacto posible en el medio ambiente”. Desde 2020, el catálogo de productos se encuentra digitalizado, una consecuencia del paso del Covid-19.
La minimización del impacto de la actividad industrial y el cuidado del medio ambiente están también presentes, asevera su CEO, Raúl Graña. “Abogamos por el uso de nuevos materiales que mejoran la eficiencia y el consumo energético de las instalaciones de agua, gas y calefacción hasta un 40%”. “Nuestra fabricación se basa en productos nickel-free, latón sin plomo, así como el sistema Vitaq antical, 100% reciclable y no tóxico, que garantiza una larga vida útil a las válvulas, además de estar libre de cal”.
Principios laborales
En términos laborales, Válvulas Arco declara con orgullo haberse adherido a la Declaración de Luxemburgo, en la que se determinan los principios básicos de actuación y el marco de referencia de una buena gestión de la salud de los trabajadores en una empresa. La firma posee la acreditación como Empresa Familiarmente Responsable (EFR) por parte de la Fundación Másfamilia.
Para una compañía con más de diez nacionalidades distintas entre su casi medio millar de empleados, la internacionalización juega un papel fundamental. Primero, cumpliendo las normativas establecidas en cada parte del mundo. “Al ser fabricantes, podemos adaptar el producto a las exigencias de instalación y al cumplimiento de las normativas que impone cada territorio. Actualmente, obtenemos el 100% de los certificados que se exigen en todos los países en los que estamos presentes”. “En estos momentos somos uno de los fabricantes de válvulas con más patentes registradas a escala mundial”, proclama el consejero delegado. Esto supone, agrega, un posicionamiento diferenciador en el sector y un perfil de liderazgo “que son fundamentales para afrontar una crisis como la actual”, añade, en referencia a la inflación.
¿Y de cara al futuro? El máximo directivo revela que en 2021 se definió un plan estratégico vigente de cuatro años, hasta 2025. “Queremos seguir construyendo una compañía moderna, eficiente y preparada para el futuro, con actuaciones enfocadas en la mejora del servicio a través de la optimización de los procesos logísticos junto con la utilización de sistemas de información”, comenta. Graña apunta a la transformación digital, a la innovación o al impulso de la sostenibilidad.
José María Ferrer, el visionario que sigue acudiendo al trabajo
Cada día. Cuentan que, a sus 83 años, José María Ferrer sigue entrando diariamente a su fábrica, saluda a sus empleados y a sus hijas que trabajan con él, y se sienta en su mesa para seguir ideando y compartiendo con su equipo nuevos productos y soluciones que revolucionen el mercado.
Apasionado. Para Raúl Graña, el CEO, se trata de un “visionario”. Alguien apasionado por el trabajo y la innovación que no ha dejado de reinventarse tras idear la válvula A-80 y la llave de paso revolucionaria en la bombona de butano. “Durante sus años al frente de la compañía, Ferrer no ha dejado de instalar fábricas y oficinas comerciales por el mundo, ni de diseñar productos para facilitar las instalaciones de agua, gas y calefacción”.
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