No está todo hecho, pese al gran momento del mercado laboral

La economía española crea más de medio millón de nuevos puestos de trabajo en 2024 y el paro cae en diciembre al menor nivel en 17 años, pero aún hay tareas pendientes

Empleados del sector de la restauración en Sevilla esta semana.Foto: Paco Puentes

La economía española ha vivido un año rutilante. Ha crecido más que sus pares europeos y se ha convertido en una de las más atractivas del panorama global, según el semanario británico The Economist, que situó a España como el país europeo con mejor desempeño en 2024.

Buena culpa de ese mérito lo tiene el dinamismo del mercado laboral. En los últimos 12 meses se han creado algo más de medio millón de nuevos puestos de trabajo, hasta alcanzar los 21,3 millones de cotizantes en diciembre, la mayor cifra en este mes desde que hay registros. La situación está coronada por un buen cierre del año, con el comercio exhibiendo músculo en la campaña de Navidad y el sector turístico manteniendo el empuje en los meses fuera de la temporada tradicional. Otra de las claves de este buen comportamiento del empleo es la capacidad de las empresas para absorber buena parte de los flujos migratorios que llegan a nuestro país: cuatro de cada 10 de los nuevos puestos de trabajo creados el año pasado fueron para extranjeros.

Lo extraordinario de las cifras es que no se trata de un espejismo. España encadena cuatro años consecutivos de fuerte creación de empleo. Los nuevos empleos no son solo en la hostelería, por el turismo: abarcan el sector sanitario, la construcción o la agricultura. Se extienden en todas las franjas de edad, en todos los sectores y tanto en hombres como en mujeres.

La otra cara del mercado laboral, el desempleo, también exhibe datos positivos: el paro cayó a finales del año pasado al menor nivel en 17 ejercicios. La buena marcha del clima laboral choca con las tensiones que se viven al otro lado de la frontera norte, con los motores de Europa, Francia y Alemania, sufriendo con sus propias crisis.

Los responsables políticos no han tardado en celebrar las cifras de empleo, que sin duda contribuyen a reducir la desigualdad. Pero deberían ser cautos para no cegarse por el éxito. La situación ha mejorado mucho, pero aún hay trabajo pendiente. El paro sigue por encima de la media europea. El juvenil sigue siendo insoportablemente elevado. Los demandantes de empleo apenas han descendido a pesar de la fuerte creación.

Tampoco hay que perder de vista el freno de la contratación. Seis de cada diez contratos tienen una duración inferior al año. Proliferan casos de trabajadores con varios contratos indefinidos en un mes. Y eso, sin tener en cuenta los avisos de la patronal, que reclama más seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria. En definitiva, el mercado laboral atraviesa un gran momento de forma, pero las autoridades no deberían caer en la complacencia cuando aún hay aspectos por mejorar