El efecto dominó de la alianza entre Ford y Renault: Valladolid y Palencia, cerca de hacer sus primeros coches eléctricos
Con los dos nuevos vehículos, uno de ellos probablemente el Fiesta, ya son 14 modelos eléctricos para las fábricas del norte francés, que se acercan al objetivo de hacer 600.000 unidades al año. España, la siguiente en electrificarse
La flamante alianza entre Ford y Renault tendrá un efecto colateral muy positivo en las plantas de Palencia y Valladolid. La fabricación de dos nuevos modelos de Ford en el norte de Francia, acerca a Renault a su objetivo de llenar de coches eléctricos sus plantas galas, una exigencia del Gobierno y los sindicatos franceses, que quieren amarrar el presente y futuro de sus factorías. Precisamente esto ha hecho que España se quedara hasta ahora sin eléctricos y se conformara —cuando se hizo el anuncio, en 2021, toda la industria hablaba del eléctrico y el híbrido parecía un premio menor para el automóvil nacional— con la asignación de los cinco modelos híbridos de su anterior plan industrial. Sin embargo, con los dos nuevos Ford made by Renault, la compañía empezará a derivar futuros modelos fuera de Francia —ya lo hace con el Twingo, por ejemplo, que por una cuestión de costes se fabricará en Eslovenia— y España, como ha dicho el grupo en más de una ocasión, será la siguiente en electrificarse.
Los dos nuevos eléctricos de Ford, que serán turismos basados en la plataforma del Renault 5 —el primero de ellos llegará a principios de 2028 y el sector especula con la resurrección del ‘Fiesta’, que se dejó de hacer en 2023—, hacen que las plantas de Douai, Maubeuge, Dieppe y Cléon cuenten ya con 14 modelos entre los que ya producen y los que harán en un futuro. Entre los que ya salen de sus líneas de montaje están el Mégane, el Scénic, el Renault 5, el 4, la Kangoo y la Grand Kangoo, todos de la marca del rombo.
A estos se suman el Alpine A290, el A390 y las furgonetas Mercedes-Benz Citan y Nissan Townstar. Respecto a estas dos últimas, ambas se hacen en la misma plataforma que la Kangoo, y Renault las ensambla por acuerdos similares al que acaba de anunciar con Ford. En el caso de Nissan, se explica por la alianza de décadas entre ambas compañías, de la que también forma parte Mitsubishi, marca para la que Renault comenzará a producir a inicios de 2026 el Eclipse Cross en Douai. También se hace allí el Nissan Micra, recién aterrizado en el mercado. Las plantas francesas de Renault tienen capacidad para hacer unos 600.000 coches al año, pero el objetivo del grupo es hacer un millón anuales, por lo que los 400.000 restantes habrá que hacerlos fuera.
La acumulación de modelos en las plantas francesas hace que “estén prácticamente llenas”, en palabras de fuentes sindicales que comenzarán a negociar en el corto plazo el nuevo convenio colectivo de Renault en España, donde pedirán un plan industrial claro para los próximos años. “Deseamos que en él se incluyan vehículos eléctricos, porque es hacia donde vamos, pero no queremos dejar de hacer híbridos, que al final es lo que se vende”, explican dichas fuentes, que apuntan a que las negociaciones se retrasarán hasta principios de enero, después de que el sindicato Trabajadores Unidos, que obtuvo 84 votos sobre un censo de 6.000 empleados, pidiera medidas cautelares al juez para impugnar la mesa de negociación. El proceso, que fue derivado a la Audiencia Nacional, no tendrá más recorrido ya que Trabajadores Unidos ha desistido de seguir adelante. “Estamos a disposición de la empresa para empezar las negociaciones”, dicen en CC OO.
El propio François Provost, antes de ser nombrado consejero delegado de Renault —pero cuando ya sonaba como uno de los principales candidatos para ocupar el asiento que dejó Luca de Meo—, admitió que “en un mundo que avanza hacia el eléctrico, España tarde o temprano hará vehículos eléctricos”. En esa conversación en junio con periodistas españoles, en la que estuvo CincoDías, indicó que “el futuro industrial de las fábricas españolas está asegurado más allá de 2030. La única condición es que sigan siendo competitivas”.
Fábricas con híbridos y eléctricos
Lo cierto es que a día de hoy, los cinco modelos híbridos que Renault asignó a Palencia y Valladolid en 2021 son vistos como una bendición, ya que el híbrido no enchufable se ha convertido en el tipo de motorización preferida de los mercados europeos. Según datos de ACEA, la patronal europea de fabricantes de coches, el híbrido ha supuesto el 34,6% de las matriculaciones en la UE entre enero y octubre, muy por delante del 16,4% que ha representado el eléctrico puro.
Los cinco modelos híbridos españoles son los Renault Espace, el Rafale, el Austral, el Captur y el Symbioz, los tres primeros hechos en Palencia y los otros dos en Valladolid. El buen desempeño de la firma en los concesionarios ha hecho que las dos fábricas nacionales estén pasando por un buen momento, después de que el año pasado hicieran 350.000 coches (eso fue un 16% más que en el ejercicio precedente), una marca que batirán este año.
A Francia ya han viajado ingenieros españoles para estudiar la electrificación de la planta palentina, una fábrica para la que el Estado español le dio a Renault unos 66,3 millones de euros en ayudas provenientes del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), para hacer un coche eléctrico del segmento C. Dicha factoría solo hace un vehículo de ese segmento, el Austral, del que parece lógico que pueda haber una versión eléctrica en el futuro, visto su éxito en ventas: es el tercer modelo más comercializado de la marca en España, solo por detrás del Clio y el Captur.
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