El PP saca adelante una propuesta contra el cierre de las nucleares gracias a la abstención de Junts y ERC
Los nacionalistas catalanes, preocupados por Ascó y Vandellós, dan vía libre a una proposición no de ley para aplazar el calendario de clausura
![Central Nuclear de Ascó (Tarragona).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NZ6U52ZWWBFZXACK6PKV5FQA5M.jpg?auth=b77a0a2b6e147cc78a0e0a4eedd9860fff186a6df31056f0b9cc9aed14853919&width=414)
![Carmen Monforte](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F460ed127-c4bd-4c8a-a988-e4af62bb78ae.png?auth=3f2a970de6bed0f0fd6e5f1c69de741cb632c93e624f48c82ce16e5ab575b7e9&width=100&height=100&smart=true)
El Partido Popular se ha apuntado un tanto parlamentario en su cruzada por extender la vida de las siete centrales nucleares españolas y modificar el calendario de cierre ordenado firmado en 2018 entra las eléctricas propietarias del parque y la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que comienza en 2027 y termina en 2035. Los populares han logrado sacar adelante una proposición no de ley (PNL) para modificar este calendario y que las plantas sean económicamente viables gracias al apoyo de Vox y un diputado de UPN y la abstención de los partidos nacionalistas catalanes, Junts y ERC, preocupados por el futuro de los tres reactores ubicados en Cataluña y que cubren el 60% de la demanda del territorio. Concretamente, ha salido adelante por 171 votos (de los 349 emitidos).
Al PP le habría bastado el apoyo de Junts para lograr la mayoría, pero finalmente este partido ha optado por la abstención, para evitar “otro apoyo explícito al PP”, según fuentes políticas, pero con la intención clara de que la proposición saliese adelante. Finalmente, se ha sumado ERC, una formación poco sospechosa de ser pronuclear.
La PNL, que el PP presentó el pasado octubre, fue debatida ayer martes en el Pleno del Congreso y obligó al resto de partidos a fijar posiciones. Aunque no tiene valor normativo, con la mayoría obtenida, se “insta al Gobierno a que revise el calendario ordenado de cierre”. Aunque es una declaración política, el resultado es un balón de oxígeno para el lobby nuclear, que ha desempolvado la maquinaria ante la proximidad de los primeros cierres, los de los dos grupos de la central de Almaraz, en Cáceres, en 2027 y 2028.
El diputado del PP Guillermo Mariscal enlazó el debate del martes con la manifestación masiva del pasado 18 de enero en favor de la continuidad de la central cacereña, la primera de la lista según las fechas pactadas entre las compañías eléctricas (mayormente, Iberdrola y Endesa) con Enresa. Según Mariscal, Teresa Ribera dictó entonces, siendo ministra para la Transición Ecológica, “la sentencia de muerte de las centrales españolas”, mientras que ahora, en su nuevo rol de vicepresidenta europea de Competencia, la Comisión Europea “presenta un nuevo programa de energía nuclear: el PSOE defiende fuera lo que ataca dentro”, subrayó.
Para el PP es necesario no depender del gas ruso: “Somos el único país que ha decidido cerrarlo, el Ejecutivo no propone nada; lo que nos convierte en rehenes de Putin”, criticó Mariscal. El primer partido de la oposición, que ha encontrado en esta iniciativa el apoyo incondicional del Vox, ha apelado a la delicada situación de Cataluña para lograr el apoyo de los nacionalistas catalanes. En materia económica, “Junts sigue las consignas de la patronal catalana, Foment del Treball”, que no oculta su preocupación ante el cierre de Ascó y Vandellós y que ha pedido públicamente la modificación del calendario de cierre.
En el debate, el diputado de Vox Ricardo Chamorro aseguró que la PNL presentada por el PP “es de sentido común, no necesitamos informes de la UE para saber que la medida perjudica a la industria”, pues encarecerá los precios eléctricos. El portavoz del partido de ultraderecha habló de que solo “ecofanáticos y psicópatas pueden renunciar a la energía nuclear”, que, de momento no tiene sustituta. Además, “tiene la consideración de energía verde en la taxonomía europea”, señaló tras pedir la cancelación del calendario de cierre, que termina en 2035 con la clausura de Trillo.
El resto de formaciones se opusieron a su modificación y reclamaron más renovables. Solo Pilar Calvo, de Junts, no entró en divagaciones ideológicas (”no se trata de nuclear sí o nuclear no”, dijo) y expresó su preocupación por las consecuencias del cierre de las plantas catalanas. “Dependeremos de Francia, paradójicamente, de su energía nuclear, o de Aragón”. En este sentido señaló que no se han desarrollado ni las baterías ni el almacenamiento, lo que pone contra las cuerdas a Cataluña, donde la mitad de la población consume energía de origen nuclear. En definitiva, el cierre implicaría riesgos y problemas para garantizar el suministro en una comunidad donde el desarrollo de las renovables va rezagado.
“Necesitamos más renovables en Cataluña y que el Gobierno haga los deberes y se ponga a construir instalaciones de almacenamiento de energía y aún no lo ha hecho, lo que pone contra las cuerdas a las industrias y consumidores catalanes”. “No podemos prescindir de la energía nuclear sin caer en nuevas dependencias o asumir riesgos de falta de suministro”, insistió, tras recordar que la PNL no es vinculante pero la dependencia nuclear de Cataluña “nos vincula políticamente a la hora de buscar soluciones”.
La iniciativa del PP ha llegado en pleno choque entre el Gobierno y el Ejecutivo extremeño por el cierre de la central de Almaraz. Según la PNL, la energía nuclear “contribuye a la autonomía energética de España, reduce la dependencia de fuentes de energía externas y, por tanto, la vulnerabilidad a las fluctuaciones del mercado internacional”. Para ello urge al Gobierno que facilite la “sostenibilidad económica” de las instalaciones nucleares (si bien, no concreta cómo) y que se refleje el papel de esta tecnología en la transición energética.
También aboga por promover un diálogo comprometido con los municipios, diputaciones y comunidades autónomas que se verían afectadas por el cierre con los diversos sectores económicos que también sufrirían su impacto. El PP solicita sendos informes de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) y al operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica, para evaluar el impacto económico del cierre nuclear programado, así como las implicaciones para la garantía del suministro, atendiendo a las nuevas previsiones contenidas en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Sobre la firma
![Carmen Monforte](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F460ed127-c4bd-4c8a-a988-e4af62bb78ae.png?auth=3f2a970de6bed0f0fd6e5f1c69de741cb632c93e624f48c82ce16e5ab575b7e9&width=100&height=100&smart=true)