Los Amodio se quedan por encima del 20% en OHLA tras las ampliaciones y ultiman un plan estratégico con José Elías
La compañía se quita la presión de vender activos con urgencia y buscará mayor rendimiento con la apuesta por infraestructuras de nueva generación y un mayor peso en concesiones
![El presidente de OHLA, Luis Amodio, y el nuevo vicepresidente de la constructora, José Elías.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/H6DHRU7M6RGEBEMKNJ3XGF5FCE.jpg?auth=0967bfa5f842acad50618f6027a5c342249c7958afe6e8a88aed30cf968e2ff8&width=414)
![Javier F. Magariño](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F436bf3ba-92c7-45dc-bc4d-9b853977577a.png?auth=15b71cd84ea87cd3188dffd83741d3ec1f6f6653268459b1d21e6e7ec590a229&width=100&height=100&smart=true)
Luis y Mauricio Amodio, los empresarios mexicanos que tomaron el mando de la constructora OHLA en 2020, en sustitución de la familia Villar Mir, han salvado holgadamente su posición de primeros accionistas tras la recapitalización del grupo. Al cierre de la segunda ampliación de capital prevista, comunicada el 31 de enero, OHLA ha captado el máximo, un total de 150 millones de euros, y los Amodio se han diluido del 26% anterior al actual 21,62% (257,5 millones de acciones) a pesar de haber invertido otros 26 millones de euros. Su objetivo ahora es sacar adelante un plan estratégico, del que restan flecos, para el relanzamiento de la compañía.
Entre los nuevos entrantes destacan la participación de José Elías, a través de la instrumental Excelsior, asentada en un 10,07% del capital (120 millones de acciones), y el empresario mexicano del sector inmobiliario Andrés Holzer, que se ha hecho con el 8,4% (100 millones de título). Ambos han ingresado en el consejo como dominicales, Elías con el puesto de vicepresidente. El inversor Eulalio Poza (entre los fundadores de MasMóvil) tiene un 3,36% (40.000 millones de acciones) y un asiento en el consejo; Josep María Echarri atesora un 2,35% del capital (28 millones de acciones) y también está presente en el órgano de decisión, y la sociedad Coenersol, de Antonio Almansa Moreno, se ha quedado con un 1,01% de OHLA (12 millones de acciones), porción idéntica a la que han adquirido los empleados.
Al margen de estos paquetes, Sierreablu, instrumental del expresidente de Europac José Miguel Isidro, se ha hecho con un 1,68% de OHLA (20 millones de títulos), y Marea Roja, a través de la que invierte Gustavo Carrero (fundador de Opdenergy), ha adquirido un 0,34% (4 millones de acciones).
Una vez que los Amodio han perdido su anterior condición de consejeros ejecutivos, es un hombre de su entera confianza, el mexicano Tomás Ruiz, quien ejerce de consejero delegado tras su ascenso desde la dirección general corporativa. Ruiz, como figura de enlace entre el comité de dirección y el consejo, lidera la elaboración de un plan estratégico en el que OHLA primará la búsqueda de un mayor rendimiento. Como hizo ya ACS, la compañía pretende virar hacia las infraestructuras de nueva generación y la construcción de edificios inteligentes, proyectos más complejos que los tradicionales y en los que se puede obtener mayores rentabilidades. OHLA también quiere exprimir su implantación en Estados Unidos y pretende abonar su faceta de constructora industrial, con especial enfoque a la descarbonización. Por último, resulta clave crecer en la gestión de infraestructuras en concesión. Si hay una lección aprendida del pasado, comentan fuentes cercanas a la compañía, es que debe mantenerse lejos del riesgo, tanto en lo que se refiere a los mercados como a nivel de los proyectos.
Con la nueva estrategia se persigue la restauración de los dividendos, sobre lo que hoy en día no hay visibilidad, y la consiguiente recuperación de la cotización. OHLA ha completado su ampliación de capital a 0,25 euros por acción y cerró la sesión del viernes en 0,35. Son valores a años luz de los más de 16,3 euros que llegó a costar la acción en 2007, y lejanos aún de los 1,1 a 1,2 euros que fueron el precio de entrada para los Amodio casi cinco años atrás.
La llegada de dinero nuevo, la despignoración de 100 millones de caja en garantía de créditos y la obtención de nuevos avales han permitido rebajar y restructurar la deuda, limpiando los vencimientos hasta 2029, y facilitará la posibilidad de abordar nuevos proyectos. Todo ello sin la emergencia de vender activos para cumplir con los acreedores. OHLA se ha quitado esa presión en pleno proceso de desinversión de su filial de servicios, encabezada por Ingesan, y el centro hotelero y comercial de Canalejas, en el corazón de Madrid.
Las ofertas recibidas por ambos negocios, cuando apretaba el vencimiento de bonos este mes de marzo, que finalmente han sido amortizados o refinanciados, no convencían por bajas. Un hecho que hizo que se aparcara a finales de 2023 la venta de Ingesan, pactada con Serveo. El proceso fue relanzado en 2024 con la emergencia de tener que pagar deuda. El contexto ahora es distinto para el grupo que preside Luis Amodio.
En cuanto a Canalejas, los socios al 50%, OHLA y Mohari, aspiran a captar de 800 a 1.000 millones de euros, lo queborraría toda la deuda de la española. Con asesoramiento del Santander y Rothschild, el activo que alberga al hotel Four Seasons lleva año y medio en el escaparate.
Sobre la firma
![Javier F. Magariño](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F436bf3ba-92c7-45dc-bc4d-9b853977577a.png?auth=15b71cd84ea87cd3188dffd83741d3ec1f6f6653268459b1d21e6e7ec590a229&width=100&height=100&smart=true)