Las aerolíneas prevén un sobrecoste de 235 millones en España por el nuevo combustible sostenible
El mandato de la UE sobre el conocido como ‘SAF’ entra en vigor con una tasa inicial del 2% de mezcla y precios entre tres y siete veces por encima del queroseno
El camino hacia la descarbonización del transporte aéreo, por la vía del obligado uso del combustible sostenible de aviación (SAF por sus siglas en inglés), ha comenzado este 1 de enero con el mandato de la UE de incorporar este producto al queroseno, mezclado al 2%, y con un alto sobrecoste para las compañías aéreas. Solo en España, según cálculos que maneja la Asociación de Líneas Aéreas, se espera este año una factura de unos 332 millones de euros por esa incipiente cuota de SAF, lo que arrojaría un sobrecoste total que ronda los 235 millones de euros sobre los vuelos impulsados hasta ahora exclusivamente por combustible convencional.
El SAF, junto a la llegada de aviones de nueva generación y una mayor eficiencia en el trazado de las rutas, es considerado por toda la industria como la herramienta más útil en estos momentos para reducir la huella ambiental. La iniciativa RefuelEU Aviation (Reglamento UE 2023/2405), dentro del paquete legislativo Fit for 55 (Objetivo 55), ordena a los productores garantizar el suministro, lo que parece asegurado, aunque a precios aún desorbitados al no existir una industria asentada a este lado del Atlántico. Esta presión sobre el que es considerado uno de los mayores costes para una aerolínea, el del combustible, hace que asociaciones como la citada ALA insistan en reclamar incentivos a la producción. De hecho, el presidente Javier Gándara habla del SAF como “una clara oportunidad de desarrollo industrial para España”.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) acaba de publicar el informe El Estado del Mercado de SAF en la UE en 2023, en el que se marca un precio de 816 euros por tonelada de queroseno frente a los 2.768 euros que cuesta la tonelada de SAF de origen biológico (a partir de aceites vegetales de cocina reutilizados, aceites provenientes de residuos de hogares, de la industria agroalimentaria y restos agrícolas forestales, grasas animales, biomasa, restos de poda, algas y cultivos energéticos). El precio estimado se dispara en el caso del SAF sintético. Solo en coste de producción se calculan 7.500 euros por tonelada de un producto a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono retirado y aspirado de la atmósfera. El SAF sintético se incorporará como obligatorio en 2030 y aún no hay rastro de producción. La EASA llama a “una acción rápida para cumplir con los requisitos de cuota mínima de combustible de aviación sintético”.
El consumo estimado de SAF en España será de 120.000 toneladas este 2025, para lo que ya hay volumen suficiente en el mercado. Pero la exigencia de la UE sigue escalando hasta el 6% de SAF en 2030, del que una quinta parte, unas 600.000 toneladas, ya tendrá que ser SAF sintético. Cada vuelo llevará un 20% de SAF en 2035, un 42% en 2045, y el mandato alcanza el 70% en 2050.
La EASA anticipa que en 2030 habrá una capacidad de producción de 3,2 millones de toneladas de SAF biológico en Europa (5,5 millones en el escenario optimista), 400.000 toneladas por encima de lo que se ordena en Refuel EU Aviation, y serán necesarias 600.000 toneladas de SAF sintético, para lo que no hay inversiones aprobadas aún. Existe una cartera de proyectos de producto sintético, sin arrancar aún, con una capacidad de 1,1 millones de toneladas. A ojos de la autoridad europea de aviación, tendrían que iniciarse en los dos próximos años para llegar a tiempo a la cita de 2030. Para ese año el coste en SAF biológico y sintético necesario para cubrir los vuelos en la UE se estima en 12.250 millones de euros.
Javier Gándara reclama, en nombre de las aerolíneas con actividad en España, medidas “para escalar la producción y, con ello, rebajar el coste del SAF”. El presidente de ALA recuerda que “en Reino Unido se ha decidido subsidiar la producción, y Estados Unidos lleva ventaja sobre Europa gracias a las ayudas a la industria. España podría liderar por primera vez la producción de un combustible para el que cuenta con la materia prima. Se trata de una oportunidad no solo para el sector aéreo sino para la industria y la economía del país”. Este representante del sector aéreo refuerza su discurso con un dato concluyente: “Un 90% de la producción mundial de queroseno depende de 22 países, y el SAF puede desacoplar esa realidad”.
¿Billetes más caros?
Si el nuevo coste que incorporan las aerolíneas va contra sus resultados o se incluye en el precio que pagan los clientes por viajar, cada compañía debe decidir como lo digiere. La inversión en flota más moderna ayuda a rebajar el consumo y también las emisiones, y a ello se suman medidas de eficiencia, pero es más que probable que viajar salga algo más caro, tal y como se anticipa ya desde IAG, e incluso mucha gente lo haga con menor frecuencia dentro de las fronteras de la UE.
El paquete de propuestas para reducir en un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 en la UE, en comparación con los niveles de 1990, incrementará el precio de los billetes, sostuvo también Deloitte en un informe fechado en el verano de 2022. El alivio para las compañías es que parece aplazarse el debate sobre la aplicación de un impuesto sobre el queroseno mientras ha salido adelante el uso de SAF y se modificará en 2027 el régimen de comercio de derechos de emisión. En este último caso se eliminarán las excepciones al sector aéreo a través de una rápida reducción de los derechos gratuitos. La consultora sostuvo que un incremento en los costes operativos de las compañías aéreas cargaría el precio por volar y ello repercutiría en la llegada de turistas a España.
Los efectos de la incorporación del SAF y el nuevo sistema de derechos de emisión tendrá un efecto de pérdida en número de turistas en este país del 1,1% y 5,7%, respectivamente, apuntó Deloitte. Serían unos 5,4 millones de visitantes menos al año, con un impacto negativo del 0,7% en el PIB español, sobre un escenario base que estableció en 79,1 millones de turistas internacionales.
Todo ello dependerá en buena parte de los volúmenes de SAF en el mercado y de los costes de producción y venta. Repsol, Moeve (antes Cepsa) y BP están en la carrera por el combustible sostenible en España, no sin tensiones por las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno, al igual que TotalEnergies en Francia o Eni en Italia.