Tavares le salía caro a Stellantis: casi duplicó su sueldo en dos años y cobraba 518 veces el salario medio de sus empleados
El 93% de sus ganancias como CEO en 2023 fue por objetivos variables. Cobró un 275% más que Oliver Blume, su par en el grupo Volkswagen
Al ya ex consejero delegado del grupo Stellantis, Carlos Tavares, le fue muy bien en estos años al frente del segundo mayor fabricante de coches de Europa y el cuarto del mundo. Solo en 2023, el directivo portugués ganó por su trabajo al frente de la compañía unos 36,494 millones de euros, según el último informe anual presentado por la empresa ante la SEC (la Comisión de Bolsa y Valores de EE UU), lo que supone un incremento del 55,6% respecto a 2022 y de un 90,5% en relación a 2021. De esa cantidad, la inmensa mayoría, un 93%, se debía a complementos y cumplimientos de objetivos que se sumaban a los dos millones de su sueldo base. Según se detalla en el informe anual, el directivo, que se desvinculó repentinamente de la automovilística el domingo, tiene derecho a una indemnización de un año de su sueldo base en caso de despido sin causa justificada.
Tavares fue el gran directivo del automóvil mejor pagado de Europa el año pasado, muy por encima de los casi 5,3 millones que ganó uno de sus posibles sucesores, Luca de Meo, por su labor como CEO del grupo Renault, o los 9,711 millones que se embolsó Oliver Blume, consejero delegado del grupo Volkswagen. Si bien el consorcio alemán es un gigante en problemas, sigue siendo una compañía más grande que Stellantis y, aun así, Tavares ganó un 275,8% más que su homólogo alemán. En comparación con sus propios trabajadores, Tavares cobró 518 veces el salario medio de la compañía, que en 2023 fue de 70.404 euros anuales, un 9,5% más que en el ejercicio precedente y un 20,4% más en comparación con 2021.
En total, la empresa destinó el año pasado unos 19.100 millones de euros (no se incluye a los directivos) para pagar las nóminas de los 271.292 empleados que tuvo de media en 2023. El sueldo de Tavares fue un motivo de polémica dentro de la compañía: en 2022, en torno a un 80% de los accionistas aprobó su sueldo, mientras que solo un año después dicha aprobación bajó hasta el 70%.
Sin embargo, nadie alzó demasiado la voz contra el directivo portugués gracias a que la empresa fue capaz de surfear el difícil contexto macroeconómico con resultados récord tanto en 2022 como en 2023, cuando se anotó unos beneficios netos de 16.779 y 18.625 millones de euros, respectivamente. De hecho, en ganancias, Stellantis llegó a superar a Volkswagen, una empresa que vendió casi tres millones de coches más que ella en todo el mundo el año pasado.
En relación a la sucesión de Tavares, el último discípulo de Carlos Ghosn (antiguo máximo directivo de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi del que se llegaron a hacer cómics en Japón y que luego terminó prófugo de la justicia), Stellantis aseguró el lunes que “el proceso de nombramiento del nuevo consejero delegado permanente está muy avanzado” y que se prevé que finalice “en el primer semestre de 2025″. Mientras tanto, el presidente de la compañía, John Elkann, dirigirá el comité ejecutivo interino que se hará cargo de la empresa hasta que se produzca el cambio de mando.
Este lunes, Elkann mantuvo una conversación con el presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez, en la que el empresario italoestadounidense “le reiteró la importancia de España como país clave en la estrategia industrial y de electrificación de la compañía”. Por su parte, Sánchez le transmitió “el firme compromiso del Gobierno de España en el apoyo a las inversiones del grupo” en el país. Stellantis, que es el mayor productor de coches de España, planea levantar una gigafactoría junto a la china CATL en Zaragoza, con una inversión superior a los 3.000 millones, para la cual solo resta el visto bueno definitivo del Gobierno de Xi Jinping. Además, Stellantis pretende instalar en la capital maña y en Vigo la plataforma de producción de coches eléctricos compactos STLA Small, que conllevará un desembolso de unos 900 millones. En conjunto, ambas iniciativas supondrán una inversión conjunta de más de 4.000 millones, como contó CincoDías el lunes.