Ford anuncia 4.000 despidos en Europa, pero deja fuera a España del ajuste
La peor parte se la llevará Alemania, que suma un nuevo quebradero de cabeza en plenas negociaciones entre Volkswagen y los sindicatos por el posible cierre de tres fábricas
El automóvil alemán no tiene paz. El gigante del motor estadounidense Ford ha anunciado este miércoles 4.000 despidos en Europa, la mayoría de los cuales se producirán en Alemania, sumando así más tensión a su tejido industrial en medio de las negociaciones que mantiene Volkswagen con los sindicatos para el cierre de tres fábricas en el país. El despido de esas 4.000 personas es el equivalente al 14% de la plantilla de Ford en el Viejo Continente, donde también cuenta con una fábrica en Almussafes, Valencia, la cual se queda fuera de este recorte. “Podemos confirmar que la planta de fabricación de Ford en Valencia no está afectada por este anuncio, ya que está acometiendo su propio plan de reestructuración y de transición hasta 2027. Algunas áreas en España no relacionadas con la fabricación podrían verse mínimamente afectadas; ahora estamos entrando en un proceso de información y consulta con nuestros interlocutores sociales en Europa”, ha dicho Ford España en un comunicado.
La automovilística norteamericana ha justificado este recorte en sus bajas ventas en el Viejo Continente, donde el mercado en general ha sufrido un retroceso con la pérdida de unas dos millones de matriculaciones anuales respecto a antes de la pandemia. Además de a Alemania, el plan de recorte de Ford afectará también a Reino Unido, aunque en menor medida. A su vez, la empresa ha explicado que está ajustando a la baja la producción de los nuevos Ford Capri y el Explorer, por la débil demanda de los coches eléctricos, dos modelos que se hacen en la planta alemana de Colonia. Según los datos que recoge Reuters, hasta el pasado mes de septiembre, las ventas de Ford en Europa se han reducido un 17,9% respecto al mismo periodo comparable de 2023, muy por encima de la debacle del 6,1% que acumula el conjunto del sector.
En términos globales, los 4.000 puestos de trabajo afectados representan el 2,3% de los 174.000 empleados que Ford tiene repartidos por todo el mundo. La compañía ha especificado que los despidos se consumarán de forma definitiva a finales de 2027. En su comunicado, Ford ha hablado, a su vez, de “importantes obstáculos competitivos y económicos en Europa”, debido a las regulaciones sobre las emisiones de los vehículos nuevos. Las palabras de Ford se producen cuando queda menos de mes y medio para que entre en vigor un endurecimiento de las normativas de emisiones en Europa, para la que ACEA, la patronal europea de fabricantes de coches, ha pedido una moratoria.
“Lo que nos falta en Europa y Alemania es una agenda política clara e inequívoca para avanzar en la movilidad eléctrica, como inversiones públicas en infraestructura de recarga, incentivos significativos para ayudar a los consumidores a realizar la transición a vehículos eléctricos, mejorar la competitividad de costos para los fabricantes y una mayor flexibilidad para cumplir con los objetivos de cumplimiento de CO2″, ha pedido John Lawler, vicepresidente y director financiero de Ford, en una carta al Gobierno alemán. Previamente al anuncio de este miércoles, Ford ya ha estado llevando a cabo ajustes en su estructura europea: en febrero de 2023, la compañía comunicó el recorte de 3.800 puestos de trabajo y el año que viene, Ford cerrará su planta de Saarlouis en Alemania.
Por su parte, en Almussafes, Ford aprobó este año el cuarto Expediente de Regulación de Empleo (ERE) desde 2020, lo que ha dejado la plantilla en unas 4.100 personas. Allí, la fábrica, que se encuentra actualmente parada por los efectos de la dana del 29 de octubre, se ha ido vaciando de modelos con la pérdida del Mondeo, la S-Max, la Galaxy y la Transit Connect, la última de ellas en abril de este año. De esta forma se quedó solo con el Kuga, mientras aguarda la llegada de un nuevo modelo en 2027 que contará con distintas motorizaciones pero ninguna de ellas eléctrica.
Momento tenso en el automóvil
Ford es la última de una serie de compañías que ya han esgrimido anteriormente estos mismos motivos para justificar sus propias rondas de despidos. Hace dos semanas, Nissan comunicó 9.000; Volkswagen plantea cerrar tres fábricas en Alemania y Northvolt, primera espada europea en la fabricación de baterías para coches eléctricos, recortó 1.600 puestos de trabajo tras triplicar sus pérdidas el año pasado por encima de los 1.100 millones de dólares. Los ajustes de personal también se han extendido a otras partes de la cadena de suministro del motor, con los fabricantes de neumáticos Michelin y Continental cerrando dos plantas y efectuando 7.150 despidos respectivamente.
Por su parte, la industria alemana no solo brega con las tensiones comerciales con China tras la aplicación de los aranceles sobre los vehículos eléctricos fabricados en el gigante asiático, sino que con la victoria de Trump corre el riesgo de correr la misma suerte arancelaria cuando intente vender sus vehículos en Estados Unidos. La mala situación económica de Alemania, con una industria del automóvil que sufre especialmente la competencia con las marcas chinas y con Tesla en el ámbito del vehículo eléctrico, ha llevado al país a un clima de alta inestabilidad política y al adelanto de las elecciones al próximo 23 de febrero, donde los conservadores parten como favoritos.