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El convenio del textil entra en su fase clave con vistas a una firma tras el verano

Las partes negocian sobre una estructura definida tras meses de retrasos. La próxima reunión será el 3 de junio

Una clienta visita una tienda de Bershka, del grupo Inditex, en A Coruña-
Una clienta visita una tienda de Bershka, del grupo Inditex, en A Coruña-Cabalar (EFE)
Javier García Ropero

Casi 10 meses después de que se constituyera la mesa de negociación, el convenio estatal del comercio textil, que deberá homogeneizar las condiciones laborales de cerca de 160.000 trabajadores, acaba de entrar en su fase clave para definir un texto histórico, que dará carpetazo a una estructura laboral basada en decenas de convenios provinciales con patentes desigualdades entre ellos.

La última reunión ha establecido al fin una base sobre la que negociar aspectos concretos del acuerdo. Esta, mantenida la última semana de abril, sirvió para que la asociación ARTE, que representa a empresas como Inditex, Mango, H&M o Tendam, entre otros, hiciera una primera propuesta firme en cuanto a salarios, definición de categorías profesionales, fines de semana o fijos discontinuos, aunque aún está lejos de lo exigido por los sindicatos. Y no solo en materia salarial, donde ARTE propone un salario de entrada de 17.000 euros y la parte sindical pide 20.000.

Pese a la distancia, la sensación en el entorno de la negociación es positiva, aunque se descarta alcanzar un acuerdo inmediato. “Para llegar a consensos concretos en algunos puntos vamos a necesitar, por lo menos, dos o tres reuniones más”, dice una de las personas que se sientan en la mesa de negociación. La siguiente reunión está fijada para el 3 de junio. “Aunque llevamos casi un año, es ahora cuando hemos empezado a negociar. Es como si acabásemos de sentarnos”, indica.

Varios puntos han dilatado de forma significativa la negociación. Esta comenzó con un conflicto sindical entre UGT y Fetico. Este último, sindicato mayoritario en el sector de las grandes superficies, fue excluido inicialmente de la mesa negociadora por falta de representatividad, lo que condujo a una demanda ante la Audiencia Nacional. Finalmente, las partes acordaron la inclusión del sindicato, aunque UGT mantenía su rechazo a la presencia de Fetico. El caso explotó en enero, cuando se levantó de la mesa, a la que no ha vuelto.

Las fuentes consultadas coinciden al señalar que este ha sido un elemento clave para los retrasos, pero no el único. “Es un convenio muy complejo”, se explica. Se trata de un marco laboral que hay que elaborar desde cero, con la dificultad añadida de que en el sector concurren distintos convenios: los provinciales, que en muchos casos no regulan exclusivamente el comercio textil, y con diferencias salariales importantes; y convenios estatales de algunas empresas, como es el caso de Primark. “Aunar todos los intereses es muy difícil. Además, los convenios están vigentes, las plantillas tienen cobertura, por lo que podemos hacerlo bien y sin prisas”, apuntan fuentes sindicales.

La entrada en vigor del convenio, además, no sería automática, sino que empezaría a aplicarse en aquellos territorios donde venciese el respectivo acuerdo provincial. En principio, la duración del mismo abarcaría tres años. También se trata de un convenio negociado con una patronal de nuevo cuño, ARTE, que representa a realidades distintas: de un gigante como Inditex, con cerca de 30.000 empleados en tienda, a otras de menor dimensión como Parfois o Pepe Jeans.

Diferencias

Con todos estos ingredientes, la mesa de negociación espera avanzar de forma importante en las próximas reuniones y poder cerrar algún consenso antes de las vacaciones de verano, pero un acuerdo no está previsto, por lo menos, hasta la segunda mitad del año. “Creo que todo se acelerará antes del verano. Pero no provocará una firma”, apunta otra fuente de la negociación, que no aprecia grandes obstáculos para llegar a un acuerdo, pero sí importantes diferencias.

Aparte de la diferencia salarial, estas abarcan otros puntos que son líneas rojas para los sindicatos. Por ejemplo, el pago de la jornada de los domingos; o el descanso semanal. La propuesta de la patronal fija dos días no consecutivos a la semana, y cinco fines de semana al año, mientras que CC OO, sindicato mayoritario en la mesa, defiende fijar uno al mes, y distinciones según el tamaño de las tiendas como defiende ARTE.

Otro caballo de batalla, tanto en el textil como en el resto del comercio, es la jornada a tiempo parcial. Los sindicatos buscan una garantía de 28 horas semanales. “No queremos gente con contratos de 12 horas”, se apunta desde los mismos.

Pese a todo, tanto la parte empresarial como la sindical subrayan el interés de todos los que intervienen en la negociación para llegar a un acuerdo. Tras la última reunión, la patronal reiteró su para alcanzar un acuerdo y “para avanzar en la definición de otras materias que se adecuen a las características y necesidades” de las compañías que lo componen. Habrá que esperar a las siguientes reuniones.

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Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.
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