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Ford Almussafes corteja un nuevo modelo tras perder el 42% de su producción en cinco años

La dirección mundial de la marca se reunirá con los representantes de los trabajadores este miércoles para dar una “solución” a la falta de carga de trabajo de la planta. La fábrica ensambló el año pasado 158.000 coches menos que en 2018

Evolución de la producción de modelos de Ford Almussafes en los últimos años
Manu Granda

“Ha llegado el momento de tomar decisiones”. Estas fueron las palabras que trasmitió el viernes pasado el sindicato mayoritario en la planta de Ford Almussafes (Valencia), UGT, en la previa de la reunión que los representantes de los trabajadores de la fábrica tendrán con la dirección mundial de la marca del óvalo. Esta se producirá el miércoles y en ella la automovilística expondrá la “alternativa” que planea para solventar la falta de carga de trabajo que sufre la factoría, la cual a partir del próximo 17 de abril perderá la furgoneta Transit Connect, y se quedará solo con el ensamblaje del SUV Kuga.

La fábrica valenciana ha pasado en apenas cinco años de producir casi 370.000 coches en 2018 de cinco modelos distintos, a hacer poco menos de 212.000 el año pasado, lo que representa una caída del 42%. Entre medias, la fábrica, además de la inminente pérdida de la furgoneta, dejó de hacer el Mondeo, el S-Max y el Galaxy, en un contexto en el que pasó de todo en el mundo del automóvil: una pandemia que paralizó la producción de las fábricas, una crisis de chips que generó un gran cuello de botella y guerras que también afectaron a las cadenas de suministros. Todo esto mientras el sector aceleraba en su transición al coche eléctrico y Ford asignaba modelos eléctricos a sus plantas europeas, siempre dejando fuera a Almussafes.

En 2021, la compañía inició un largo proceso en el que la marca puso a competir a Almussafes con la planta alemana de Saarlouis para ver qué fábrica ofrecía mejores condiciones de productividad y de costes para hacer una nueva generación de coches eléctricos. Por ello, UGT acordó con Ford en febrero de 2022 la congelación de salarios y el aumento de la jornada de trabajo para convencer a la dirección de la compañía, que finalmente eligió a la factoría como “la fábrica preferida para ensamblar vehículos basados en una arquitectura de coches eléctricos de próxima generación”. Esto supuso una gran alegría para una planta que, desde entonces, no ha visto ningún avance en la adjudicación de los mencionados modelos eléctricos, sobre todo debido a que las expectativas del sector de crecimiento del mercado eléctrico no se están cumpliendo.

Eso llevó a Ford a “congelar” sus planes de electrificación en Europa a fines del año pasado, dejando a Almussafes “en el alambre”, según palabras de UGT. “Mientras Ford, en Detroit, revalúa las posibilidades de electrificación para Almussafes, debe garantizar carga de trabajo suficiente para mantener la plantilla, inicialmente prevista en los planes por la electrificación”, dijo entonces el sindicato. En el contexto actual, se especula con que esos modelos eléctricos no llegarán a la planta valenciana de Ford hasta al menos 2027.

“No podemos olvidar de donde venimos, aunque ya puedan parecer lejanos aquellos momentos vividos en el año 2021, que cristalizaron en el acuerdo por la electrificación. Acuerdo que posibilitó que la factoría fuera la elegida por la compañía, desde Detroit, en junio de 2022, como la apuesta de futuro de Ford en Europa”, recordó UGT la semana pasada. “Los acontecimientos que se han ido produciendo después no escapan a nadie. Dudas entre los fabricantes, retrasos en las normas que iba imponiendo la Unión Europea, falta de demanda del vehículo eléctrico. El resultado ha sido obvio: suspensos o retrasos en las inversiones, y mucha incertidumbre. Esta situación provocó que tomáramos la decisión de no negociar hasta que Ford se pronunciara al respecto”, ha añadido UGT en relación a un posible nuevo ajuste de empleo como el ERE que la planta sufrió el año pasado, en el que se redujo la plantilla en 1.100 personas, hasta los 4.700 empleados.

Ahora, todos los ojos están puestos en la reunión de este miércoles en la que estará presente Jim Farley, el director ejecutivo de Ford, así como el director mundial de operaciones de la compañía, Kumar Galhotra. UGT espera la asignación de un modelo de volumen competitivo que permita llenar la fábrica española. “La situación es crítica y el tiempo está agotado. Esperamos que en la próxima reunión se produzcan avances significativos con respecto a la asignación de algún nuevo vehículo (...) ese debe ser el resultado de nuestros compromisos con Ford a pesar de las dificultades”, sentencia el sindicato.

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Sobre la firma

Manu Granda
En la actualidad cubre la industria del automóvil en la sección de Empresas. Previamente pasó por el área de Economía, donde escribió de laboral. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.
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