El fabricante chino Chery: “Los coches europeos gozaron de un trato de favor por parte de Pekín durante muchos años”
La automovilística, que ha lanzado este jueves su Omoda 5 en España, defiende que haya un “terreno de juego nivelado” para las marcas del Viejo Continente y las chinas
El grupo automovilístico chino Chery, uno de los mayores fabricantes de coches del gigante asiático, se muestra contrario a la imposición de trabas arancelarias a las automovilísticas chinas por parte de la Unión Europea. “Durante muchos años, las compañías extranjeras en China gozaron de un trato de favor en comparación con las propias compañías chinas. Los europeos, durante décadas, hicieron negocios allí vendiendo sus vehículos. En China, la actividad está abierta al 100% para el sector automovilístico”, ha defendido en un encuentro con un reducido grupo de periodistas en Madrid, entre los que estuvo CincoDías, el vicepresidente del grupo Chery, Charlie Zhang. El directivo responde así a las quejas de automovilísticas europeas, como Stellantis, que afirman que las condiciones en China para los europeos no son las mismas que tienen las marcas del gigante asiático en el Viejo Continente. En China, por ejemplo, Volkswagen se alió con productores locales como SAIC Motor (dueña de MG) para desarrollar su actividad.
“En China no hay ya restricciones para los fabricantes [extranjeros], es una percepción errónea. Por ejemplo, Tesla es dueña del 100% de su actividad allí”, ha defendido el directivo, que asegura querer “un terreno de juego nivelado para todos”. Zhang ha señalado, a su vez, que la intención de la automovilística es conseguir un crecimiento sostenible en Europa a largo plazo. “No queremos ser solo un vendedor de coches, sino jugar un papel muy importante en el desarrollo económico y social, tratar de ser parte de las comunidades locales aquí”, ha añadido el empresario chino.
El grupo ha elegido a España como su puerta de entrada al Viejo Continente, con el envío a Barcelona el pasado diciembre de su primer cargamento con 700 unidades de sus marcas Omoda y Jaecoo. La primera de ellas se ha estrenado de forma oficial este jueves en un evento en Madrid con su Omoda 5, un vehículo de combustión que se venderá desde 27.900 euros, mientras que la versión más equipada se comercializará por 29.900. Ambos precios son sin ningún tipo de descuento o promoción. Más tarde, antes del comienzo de verano, también se ofrecerá la versión eléctrica por menos de 40.000 euros, con el nombre de Omoda E5. Por su parte, en el segundo cuatrimestre, el grupo pondrá a la venta el Jaecoo 7, que tendrá versión de combustión e híbrida enchufable.
En el último cuatrimestre de este año, la compañía pondrá a la venta el Omoda 9, un SUV grande de 4,8 metros de largo con versión híbrida enchufable. Por último, en 2025, llegará el Jaecoo 8, también en versión híbrida enchufable. El grupo ha explicado, a su vez, que analiza la posibilidad de ofrecer una versión híbrida autorrecargable (coches que no se enchufan y que cuentan con la etiqueta ECO de la DGT) del Omoda 5 en el mercado europeo, aunque es algo que todavía no está decidido.
En caso de producir en Barcelona, Chery empleará a más de 1.000 personas
Por otra parte, la compañía sigue sin confirmar si producirá o no en las instalaciones de la antigua Nissan Barcelona, donde actualmente se encuentran el fabricante de motos eléctricas Silence, y el hub de electromovilidad compuesto por BTech y QEV. El grupo Chery asegura contar con diferentes opciones encima de la mesa además de Barcelona, tanto en Europa como en España, para localizar producción, pero se muestran “optimistas” de cara a las negociaciones que mantienen con el hub y con las administraciones públicas catalanas y Gobierno central. “Hay muchas opciones, estamos tratando de dar lo mejor para tener un negocio viable en términos de producción local en España”, ha indicado Zhang.
“Esperamos para finales de este año contar con conclusiones. Con suerte, tener la decisión tomada antes de entonces”, ha añadido el empresario. De esta forma, la empresa pone suspense a una decisión que se esperaba para fines de 2023. Eso sí, en caso de llegar a Barcelona, el directivo ha afirmado que necesitarán 1.000 o más trabajadores para su actividad, que se centraría en la producción de unidades que ya vienen semiensambladas desde China.
“Podríamos producir tanto coches de combustión como eléctricos”, ha explicado el empresario, que asegura que también ha visitado este semana localizaciones como Valencia donde se ha reunido “con otros fabricantes” (allí cuenta con una fábrica Ford, donde se produce el Kuga y la Transit Connect). Una vez tengan una planta de producción de coches en Europa, Chery requerirá de baterías para sus vehículos eléctricos. “Contamos con diferentes opciones. Por un lado, tenemos una gigafactoría propia en China, aunque hay alternativas como que nos provean otros fabricantes como CATL”, ha explicado Zhang. Esta última compañía es el mayor fabricante de baterías del mundo. “De cara al futuro se pueden contemplar opciones sobre todo para el tema de los paquetes de baterías, que se podrían ensamblar en Europa”, ha añadido el empresario.
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