Récord en el ERE de Telefónica: recibe 3.640 solicitudes de bajas voluntarias, un 106% de las acordadas
Al superar la cifra establecida, no habrá despidos forzosos. La empresa acepta ya 3.393 salidas, aunque se ajustará con las peticiones recibidas hasta las 3.420 fijadas en el acuerdo
Telefónica ha comunicado hoy a los sindicados que ha recibido un total de 3.640 solicitudes de adhesión voluntarias al expediente de regulación de empleo (ERE) en las grandes filiales españolas, incluidas en el convenio de empresas vinculadas (CEV), acordado en diciembre.
La adscripción supera el número de salidas planteadas por la empresa en el acuerdo, al llegar al 106,4% de solicitudes voluntarias. El pacto del ERE, firmado en paralelo con el nuevo convenio, incluía 3.421 salidas. En el anuncio inicial, a principios de diciembre, la compañía planteó 5.124 salidas.
La compañía ha aceptado, provisionalmente, 3.393 salidas. De todas manera, el lunes volverán a reunirse empresa y sindicatos para afinar el número de salidas, analizando las peticiones en los distintos departamentos, para llegar a 3.420 bajas voluntarias, que suponen en torno al 20% de la plantilla de las divisiones inmersas en el ajuste, Telefónica de España, Móviles y Soluciones.
De esta manera, no habrá salidas forzosas, tal y como se había acordado, de no llegar a estas costas. El porcentaje supone un auténtico récord para este tipo de planes de bajas en Telefónica. Durante el día de ayer, último del periodo de adscripción, la petición de solicitudes se aceleró, tal y como sucede en estos procesos.
Respecto a las solicitudes recibidas en las áreas consideradas como no excedentarias, se aceptarán las mismas hasta cubrir los porcentajes marcados en el acuerdo, lo que supone que 247 solicitudes serán denegadas al ser las que exceden el 35% pactado. En total, serán aceptadas 2.946 solicitudes en Telefónica de España, 391 en Móviles y 56 en Telefónica Soluciones.
“Esto demuestra que las condiciones de salida logradas durante la negociación han sido las más beneficiosas hasta la fecha, cuestión ampliamente respaldada por la plantilla tras el cierre en el día de ayer del periodo de solicitudes”, dice UGT, sindicato mayoritario.
Durante el proceso, la compañía ha buscado la salida de trabajadores que han cumplido o están cerca de los 65 años, que no se habían marchado en anteriores planes de bajas voluntarias, especialmente en instalaciones en provincias donde hay poco trabajo, y que Telefónica quiere cerrar.
En este sentido, en octubre pasado, la operadora comunicó en octubre pasado un plan para cerrar 108 edificios por toda España. En muchos casos, los empleados en estas instalaciones debían trasladarse a otros centros en las capitales de sus provincias.
Una buena parte de las salidas corresponden a la división de Operaciones Red y TI (ORTI), que afronta cambios de amplio calado con el apagado de la red de cobre, que tendrá lugar en abril, coincidiendo con el centenario de Telefónica, tras la migración de los clientes a la red de nueva generación de fibra óptica.
Según los términos acordados en el ERE de Telefónica, los empleados nacidos en 1968 recibirán un 68% del salario regulador hasta los 63 años y un 38% hasta los 65 años. Los nacidos en 1967, 1966, 1965 o 1964, un 62% del salario hasta los 63 años y un 34% hasta los 65, años, con una prima por voluntariedad de 10.000 euros. Finalmente, los nacidos en 1963 o anteriores, percibirán un 52% del salario hasta los 63 años y un 34% hasta los 65 años, también con una prima por voluntariedad de 10.000 euros.
La compañía estimó una provisión de 1.300 millones de euros, sin impacto en caja, por el impacto del ERE. Telefónica, no obstante, calcula unos ahorros anuales promedio de gastos directos de 285 millones a partir de 2025.
Telefónica destacó también que el impacto en generación de caja será positivo desde este mismo año, al igual que la captura de ahorros, puesto que la salida de trabajadores tendrá lugar desde este primer trimestre de 2024. Las salidas empezarán el 29 de febrero, aunque el ERE permanecerá abierto hasta el 31 de marzo de 2025.
La compañía ha hecho una valoración positiva del proceso, marcado por la voluntariedad, encuadrados en los esfuerzos en la negociación por ambas partes para llegar a acuerdos y mantener la paz social, en el actual escenario del sector, que vive una dura competencia.
En el proceso, ambas partes cerraron el acuerdo del nuevo convenio colectivo en diciembre pasado. El nuevo marco laboral, que tendrá un periodo de vigencia de tres años, entre 2024 y 2026 incluía una reducción de la jornada laboral semanal de 37,5 a 36 horas en 2026. Con esta medida, Telefónica ha marcado un nuevo hito en el marco de las relaciones laborales en España, que podría llevar a otras empresas a seguir esta tendencia, por la que ha abogado la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz.
Además, se establecía una subida salarial del 1,5% al año, con el mantenimiento de la cláusula de garantía salarial con vinculación al IPC, el plus de productividad de octubre de 300 euros con 150 euros consolidables, además del mantenimiento de los bienios y la antigüedad sin limitación.
En paralelo, Telefónica y los sindicatos firmaron un acuerdo para un plan de bajas voluntarias en las unidades globales que dependen de la corporación, incluida Tech. Entre las filiales incluidas figuran Telefónica Digital, Telefónica I+D, Global Solutions, Telefónica Compras Electrónicas, Pleyade Peninsular, Telefónica Seguros, Fonditel, Telefónica Finanzas, Telxius, Telxius Cable y Telefónica Soluciones de Criptografía.
El acuerdo llega en un momento de cambios drásticos en el capital de la compañía que dirige José María Álvarez-Pallete. En septiembre pasado, Saudi Telecom Company (STC), controlada en un 64% por el fondo soberano de Arabia Saudí, comunicó la compra de un 9,9% del capital de Telefónica por 2.100 millones de euros, que situaban al grupo árabe como primer accionista, por delante de BBVA y CaixaBank, históricos miembros del núcleo duro de la teleco. STC, que compró un 4,9% en acciones y un 5% en derivados, debe recibir permiso del Gobierno para superar el 5% de Telefónica, dado el carácter estratégico de la operadora en ámbitos como la defensa y la seguridad nacional.
Posteriormente, y ante la presencia Saudí, el Gobierno anunció que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) entrará en Telefónica, con la compra de hasta un 10% del capital de la teleco. Una operación que supondrá el retorno del Estado al capital de Telefónica, tras su privatización en 1997.
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