Jordi Hereu: “Es probable un crecimiento de doble dígito en el gasto turístico en este 2024″

Dos meses después de tomar la cartera de Industria y Turismo, Jordi Hereu (Barcelona, 1965) va a cambiar dos grandes mapas de Europa que presiden su despacho, con el entramado de redes de gas en 2016, por otros de España en los que pueda revisar proyectos turísticos e industriales. Pragmatismo. Como el deseo de “pisar la calle” para comprobar cómo impactan los fondos europeos. Hereu ha comprobado en la feria del turismo Fitur que el viento sopla a favor: el registro de visitantes internacionales en 2023 va a fijar un récord de 84 millones, para un gasto de 108.000 millones, un 23,8% más que en 2022 y hasta 17 puntos porcentuales por encima de 2019. Algo tiene que ver la inflación, reconoce, pero “España está en la senda de mejorar la calidad del turismo. Las políticas públicas y el sector privado están generando un producto de mucho más valor añadido”.

Pregunta: ¿Satisfecho con las cifras del turismo?

Respuesta: España tiene un motor magnífico. Una inyección de 108.000 millones en la economía es un gran caudal de prosperidad, que tracciona otras muchas cosas. De aquí dependen más de 15 subsectores, además del arrastre en otros campos de la economía.

P: También habla del efecto positivo en el empleo. ¿Se crean puestos de calidad?

R: Los afiliados al cierre de diciembre, respecto a un año antes, han subido un 5,4%. Son más de 132.000 afiliados adicionales y le aseguro que hay mucha menor temporalidad gracias a la reforma laboral. El turismo que deseamos va por una mejora del poder adquisitivo y una menor temporalidad. Estos días en Fitur hemos visto cómo el sector está generando nuevas experiencias y diversificando productos más allá del sol y playa, que también se está sofisticando. Las empresas son las primeras interesadas en captar un capital humano que escasea. Y una vez que atraen a las personas, la preocupación es retenerlas. Es mucho más rentable generar políticas para fidelizar al empleado que someterse a una rotación permanente.

P: Aena estima un nuevo récord de viajeros para este 2024. ¿Coincide?

R: Tras un muy buen 2023, y con enero casi finalizado, es consistente esperar una senda de crecimiento. Así lo indican las aerolíneas con sus proyectos de flota y con las reservas; también suben las venta de viajes, y parece que los hoteleros son optimistas. 2024 será satisfactorio.

P: Para el primer cuatrimestre está presupuestado un aumento del gasto turístico del 18,5%. ¿Nos moveremos cerca del 20% a final de año?

R: Es probable un crecimiento de doble dígito en el gasto, pero es pronto para saber si estaremos cerca del 10% o del 20%. El ingreso para el país subirá más que el número de visitantes.

P: Los empresarios han trasladado buenas expectativas, pero también se oyen quejas por la ausencia de un plan estratégico [PERTE] que sirva para financiar la reconversión de destinos maduros. ¿Debe ser reformulada la política turística?

R: La cifra de 3.400 millones para la transformación del sector turístico, y para superar la gravísima crisis, no fue poca cosa. Algunos de los sectores recibieron apoyo para sobrevivir, y después ha habido inversión en múltiples planes: 1.800 millones para sostenibilidad, más de 500 millones en mejora del patrimonio cultural y 300 millones en digitalización. Respecto al PERTE, la definición de cadena de valor en un sector como el turístico, con centenares de miles de unidades, tiene poco que ver con el industrial.

Si hubiésemos activado PERTEs en 2021 y 2022, ¿habrían invertido las empresas del turismo como lo ha hecho el automóvil? El Estado pone recursos para traccionar inversión, y muchos de los que ahora se quejan no estaban en disposición de aportar. El PERTE se basa en una política pública industrial porque hay grupos privados que multiplican por diez o por veinte los recursos públicos. Ni por estructura sectorial ni por la crisis vivida, el PERTE era la figura adecuada para el turismo. Sobre posibles líneas para mejorar destinos maduros, estaré encantado de que me traigan planes. El diálogo es magnífico y estamos alineados en muchas cosas.

P: Viene una subida de tasas de Aena del 4,09% y se agolpan las quejas. Ryanair o Jet 2 han advertido que decisiones como estas pueden mover proyectos a otros mercados.

R: El producto España tiene la suficiente potencia como para no estar pendiente de este elemento, sobre todo cuando llevamos años en que las tasas no han aumentado. Entiendo sus razones, pero no creo que nadie se replantee los destinos por la tasa. Ofrezco diálogo a las aerolíneas para abordar el desarrollo de nuevos destinos.

P: También asusta un posible gravamen al queroseno en vuelos intraeuropeos. ¿Qué dice el Gobierno en un asunto que precisa unanimidad en la UE?

R: Es una decisión europea dentro de los objetivos de lucha contra el cambio climático. Creo en generar ofertas de calidad que hagan que estos elementos no tengan incidencia. En todo caso, debemos evolucionar y es evidente que me preocupa que esto pueda afectar. Es de esperar que se graven combustibles que contaminan para incentivar el uso del combustible sostenible o SAF, pero esa fiscalidad debe revertir en la mejora del producto y del destino. También tenemos que tomar medidas para avanzar en la producción y demanda de SAF.

P: ¿Activará incentivos?

R: Es importante que España, que es gran demandante, impulse proyectos locales de producción. Y los estudiaremos. Es una buena oportunidad para el país. La industria aeronáutica tiene que hacer su transición y todo lo que sea acelerar irá bien para la descarbanización y para la percepción social.

P: ¿Ve factible una restricción de vuelos cortos?

R: El ferrocarril ya va sustituyendo a los vuelos de corto radio. Es necesario nutrir los hubs que tienen vocación de conexión con el mundo, y eso se hace agregando la demanda en puntos como Madrid y Barcelona.

P: ¿Gana España con la suma de Iberia y Air Europa?

R: Sí, cumpliendo las condiciones de competencia que Europa establece para luchar contra los monopolios. Tener jugadores con envergadura es positivo porque no competimos solo en Europa, sino que lo hacemos en el mundo.

P: Las viviendas turísticas aumentan sin fin. ¿Aboga por regularlas?

R: Hemos creado un equipo con Vivienda para ver cómo puede ayudar el Estado para que esta actividad económica esté regulada, que sea conocida y tenga reglas de juego. Las leyes autonómicas deben tener en cuenta que no todos los municipios son iguales. Cada ayuntamiento ha de tener capacidad para evaluar esto y hacer llegar su visión a los gobiernos autonómicos. Los pisos turísticos no pueden crecer sin límite, pero eso no quita para que formen parte del mix del alojamiento. La lucha debe plantearse contra los pisos ilegales.

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