Bruselas ve riesgos para la competencia en la compra de Air Europa por Iberia
El Ejecutivo comunitario dispone hasta el 7 de junio para adoptar una decisión sobre la operación
El proyecto de adquisición de Air Europa por Iberia ha entrado hoy, tal y como estaba previsto, en una segunda fase de exploración, esta en mayor profundidad, por parte de la dirección general de la Competencia de la Unión Europea. Apenas ha pasado un mes desde que el acuerdo de compra fuera notificado por la matriz de Iberia, IAG, a las autoridades comunitarias, pero ya hay toque de atención desde Bruselas.
El departamento que depende de Margrethe Vestager subraya que ambos jugadores del sector aéreo español son competidores directos y podrían dominar rutas en el mercado doméstico sin alternativa en el tren y, por supuesto, el tráfico entre la Península y las islas. También se daría esa situación de restricción de la competencia en rutas directas a América y hacia determinados países, como Israel, Marruecos, Reino Unido y Suiza, a los que Iberia y Air Europa ofrecen conexión directa.
En el segmento de negocio del largo radio, la Comisión Europea (CE) remarca destinos de América del Norte y del Sur, “en las que ambas partes ofrecen conexión directa y tienen competencia con pocos competidores con conexión directa”. Y ahí es donde le duele a IAG, que tiene en el largo radio su negocio más rentable. La CE ya identificó en 2021, en un primer examen a este intento de integración, hasta 70 rutas en las que la suma de Iberia y Air Europa debía bajar su cuota en beneficio de otras compañías. Las autoridades apuntaron a vuelos desde Madrid a Miami, Montevideo, Panamá, Santo Domingo, La Habana, Quito, Lima, Buenos Aires, Sao Paulo o Medellín, lo que fue una condición inasumible entonces para Iberia.
En la segunda fase que se abre ahora se estudiará si la suma de los slots (permisos de despegue y aterrizaje) en Madrid-Barajas podría dificultar la prestación de servicios aéreos por parte de otras compañías.
Este intento de integración, en negociación desde octubre de 2019, fue comunicado a la Comisión el pasado 11 de diciembre. IAG renunció a presentar las cesiones a la competencia en la primera fase de exploración y ahora se abren 90 días hábiles, hasta el 7 de junio, para que Bruselas tome una decisión. Fuentes de Iberia argumentan que esperaban una opinión como la emitida por la CE esta tarde: “Simplemente se señala el paso de la Fase I del proceso a la Fase II. La Comisión indica problemas en ciertas rutas para los que aportaremos soluciones en la propuesta de remedies que presentaremos, como ya anunciamos, en Fase II. Se trata de una propuesta de remedies muy ambiciosa que cubrirá todas las necesidades de competencia. Estamos convencidos de que la operación es buena para los consumidores y buena para España ya que, entre otras cosas, reforzará el hub de Madrid y fortalecerá la conectividad de nuestro país”.
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión y encargada de la política de competencia, Margrethe Vestager, ha indicado que “IAG y Air Europa son aerolíneas líderes en España y proveedores clave de conectividad dentro del país y entre España, el resto de Europa y América Latina. Con nuestra investigación en profundidad queremos asegurarnos de que la transacción no afecta negativamente a los precios ni a la calidad de los servicios de transporte aéreo de pasajeros dentro y fuera de España”.
IAG está siendo asesorada por Morgan Stlanley, Garrigues y Slaughter and May en una operación que pasa por la presentación de ambiciosas concesiones a la competencia o remedies, tal y como reconoce la compañía que dirige Luis Gallego. Los contactos de la empresa con la CE llevan meses produciéndose con el objetivo de evitar un intento fallido de absorción de Air Europa como el que se produjo en 2021, precisamente porque los remedies propuestos no terminaron de satisfacer en Competencia. IAG espera cerrar la operación de compra del eterno rival de Iberia en el año en curso.
La entrada de Air Europa en IAG aumentará el número de rutas y frecuencias gracias a la optimización de horarios, según la parte compradora, lo que generará mayor flexibilidad para los usuarios. Además, habrá más de 500 nuevas combinaciones de origen y destino, al tiempo que se evitarán solapamientos entre las dos aerolíneas. La liberación de aviones haría posible abrir rutas hacia Asia, tal y como argumentó IAG el pasado diciembre.
También son recientes unas declaraciones públicas del fundador de Air Europa, Juan José Hidalgo, en las que aseguraba que su aerolínea es ejemplo en todo el sector: “Air Europa ha llegado a la máxima eficiencia y lo ha hecho por sí misma”, dijo la semana pasada durante la inauguración de su hangar de mantenimiento en Madrid-Barajas, “no sé quién será el dueño de Air Europa en ocho o diez años, pero esta empresa tiene vida propia y solo necesita que la dejen seguir por el camino trazado”. IAG, titular ya de un 20% de Air Europa, valora la compañía en 1.000 millones (incluida la deuda).
El aeropuerto en que conviven ambas, Madrid-Barajas, es una excepción en el sector europeo por tener dos compañías de red compitiendo. IAG defiende que la existencia de una aerolínea de mayor dimensión que la propia Iberia favorecería su la competitividad de la infraestructura frente a otros hubs europeos. La suma de Iberia y Air Europa resultaría una cuota en Barajas similar a la que Air France tiene en París e inferior a la de Lufthansa en Múnich o la de KLM en Ámsterdam. Según estimaciones de IAG, la fusión impulsará el tráfico en Madrid en unos 1,6 millones de viajeros al año.
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