La CNMV investiga los vínculos de Grifols con la empresa de la familia, su accionista Scranton
El regulador recaba más información de la farmacéutica para proteger al pequeño accionista, mientras el mercado centra sus dudas en la naturaleza de la sociedad patrimonial
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mueve ficha tras la publicación del informe del fondo Gotham City contra Grifols. El regulador está recabando información sobre los vínculos entre la compañía catalana y uno de sus accionistas, Scranton Enterprises, a través de la cual la familia catalana posee el 8,67% de los laboratorios de hemoderivados, según indican fuentes del mercado. Estas relaciones son uno de los puntos críticos del informe del fondo estadounidense, que denuncia que la farmacéutica utiliza Scranton “para presentar a Grifols en mejor forma”.
De hecho, el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, ya afirmó el martes, horas después de publicar Gotham City su informe, que el regulador ejercerá sus competencias para esclarecer las acusaciones lanzadas y que recabará “información adicional de la empresa con el objetivo de esclarecer la información”.
Hasta ahora han sido las cuestiones contables las protagonistas tanto del informe de Gotham City como de las respuestas de la compañía, además de algunas relativas a gobierno corporativo. En concreto, el principal caballo de batalla ha estado en el cómputo de dos sociedades, BPC (Biotest US Corporation) y Haema, que Grifols adquirió en 2018 y en ese mismo año vendió a su accionista Scranton. La sociedad, domiciliada en Países Bajos, pagó parte de la transacción con un préstamo otorgado por Grifols. Es decir, la empresa catalana vendió dos compañías a su accionista con un dinero prestado por ellos mismos.
Gotham City afea que, pese a no tener en puridad ni una acción de estas dos sociedades, Grifols incorpora sus cifras en sus resultados y eso los infla artificialmente. La compañía catalana defiende que retiene la gestión de ambas empresas y que, de acuerdo a las normas contables internacionales, puede consolidar su resultado al contar con un derecho de compra sobre ellas. Y que el préstamo de Grifols a Scranton fue una condición impuesta por la banca.
Pero, más allá de la discusión sobre contabilidad, pasar activos (en este caso, empresas) de una sociedad a otra tiene consecuencias adicionales. Trasladar estas filiales a Scranton supone un movimiento de ingresos y caja. Y, dado que ambas sociedades comparten accionistas de control, el traspaso puede interpretarse como perjudicial para los inversores minoritarios, mientras que saldrían beneficiados los fundadores de Grifols y principales accionistas de Scranton.
Esta cuestión no ha sido abordada por Grifols en los tres comunicados remitidos al mercado, si bien es lo que más hace recelar a algunos inversores. Pese al fuerte rebote de ayer, las acciones de Grifols aún se encuentran un 17% por debajo del precio al que cerraron el lunes, justo antes del tsunami provocado por Gotham City. “La consolidación de las filiales en un sitio u otro es relevante, puede implicar irregularidades. Pero sería mucho más grave si la sociedad no cotizada estuviera controlada solo por los accionistas de la cotizada y se demostrara que su propósito es solo derivar ingresos o deuda”, explican fuentes financieras.
Parte de la clave está en la naturaleza de Scranton. El regulador trata de determinar si esta sociedad es una empresa al uso o un mero instrumento de los Grifols para derivar ahí parte del negocio y de la deuda de la compañía. Si bien los centros de plasma que Scranton ostenta para Grifols son buena parte de sus ingresos, es cierto que cuenta con otros negocios, como la bodega Juvé y Camps, el Juventut de Badalona, una participación en Wallapop y activos inmobiliarios, como la sede de la propia Grifols, de la que es propietaria.
Gotham City tiene claro el diagnóstico. Opina que todos estos movimientos son “tunelización”. Es decir, transferir activos o beneficios de una empresa fuera de ella con el objetivo de beneficiar a sus accionistas. Gotham sugiere que los Grifols utilizan una sociedad de la propia familia para transferir a ella deuda y activos del grupo farmacéutico y así maquillar sus cuentas. En opinión de Gotham, esto dilapida el valor de Grifols y reduce su valor a cero euros.
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