Mercadona ofrece un alza salarial de hasta el 5% en su nuevo convenio pero lo liga a resultados
La compañía baraja dejar de ligar al IPC toda la revalorización de los sueldos en su negociación con los sindicatos
Mercadona plantea un cambio de calado en la redacción de su próximo convenio colectivo, que desde hace unas semanas negocia con la representación sindical, y que afecta a los cerca de 95.000 trabajadores que tiene en España. La compañía de supermercados baraja modificar el método de revalorización anual de los sueldos de su plantilla, y que en el último acuerdo, con vigencia entre 2019 y 2023, se basaba en la evolución del IPC.
Algo que durante ese periodo ha coincidido con unas tasas históricamente elevadas del índice de precios, y que ha conllevado subidas igualmente relevantes para garantizar el poder adquisitivo de los empleados.
A principios de este 2023, por ejemplo, los incrementó en un 5,7%, dato que, como marcaba su convenio, debía coincidir con el dato general del IPC de diciembre del año anterior. Una subida que, además, también aplicó a los complementos salariales, relevantes en las nóminas de la plantilla de Mercadona y que en principio no estaban incluidos en la medida.
Mayor fue el incremento en 2022, del 6,5%, por el mismo motivo: el IPC de diciembre de 2021. “El salario base de los grupos profesionales, se verá incrementado durante la vigencia del presente convenio según el IPC”, rezaba, textualmente, el convenio. En los cinco años de vigencia, la subida salarial en tablas se calcula en más del 14%.
En la última reunión mantenida con los sindicatos, la empresa ha presentado una primera propuesta sobre la revalorización salarial, en la que el IPC dejaría de marcar la totalidad de la misma. Según confirmaron a este periódico fuentes sindicales, y refleja CC OO en una comunicación interna, la compañía que preside Juan Roig propone que la inflación represente un máximo del 1,5% en la subida salarial anual. Si el dato anual del IPC es superior a ese porcentaje, el incremento pasaría a calcularse en base a los resultados de la compañía, y siempre hasta un máximo del 5% sumando todos los conceptos.
En el convenio que entró en vigor en 2019, Mercadona recuperó la fórmula de revalorización según el IPC, que también aplicó en el acuerdo que estuvo en vigor entre 2010 y 2013. Entre medias, de 2014 a 2018, aplicó una fórmula de subidas fijadas de antemano para cada año, que iban el 0,4% en el primero hasta el 0,8% en el último, en años en los que el IPC llegó a estar en cifras negativas.
Negociación
La primera propuesta, de momento, no tiene el visto bueno de la mesa de negociación. Fuentes de la misma apuntan a defender al máximo la vinculación de la revalorización salarial al IPC real, y que también se incluyan los complementos de forma permanente. Reflejar en el convenio los diferentes conceptos de los que se compone la nómina es una petición histórica de los sindicatos. Los complementos suponen una parte crucial en el crecimiento de la misma: a partir del primer año en Mercadona, y hasta el cuarto, un trabajador gana un 11% anual más solo por el plus de antigüedad.
Por su parte, CC OO cree que el porcentaje anual del IPC debería subir al menos hasta el 3,5%, y el tope a la subida anual del 8%, además de introducir garantías para que, en caso de IPC cero, se garantice el poder adquisitivo. En cualquier caso, se trata de una propuesta inicial sobre la que se trabajará en las siguientes reuniones. Las fuentes consultadas apuntan a un escenario todavía abierto, en el que no se descarta al 100% la fórmula actual.
La vinculación de los salarios a los resultados anuales no es novedosa en los convenios de Mercadona, aunque su papel sí cambiaría de forma relevante.
En el último acuerdo, estos se incluyeron para anular la subida del IPC en el caso de que no se cumpliesen ciertos ratios de rentabilidad. En concreto, Mercadona debía alcanzar un beneficio neto anual que representase, como mínimo, el 1,5% de su cifra de negocios. Entre 2019 y 2022, ese ratio se mantuvo siempre en el entorno del 2,5% y el 2,6%.
En el caso que ahora se negocia, su papel sería el contrario: según los resultados, los ratios que se establezcan estarían diseñados para elevar el porcentaje de subida.
Una fórmula parecida se aplica en el convenio de grandes superficies. Este no se rige por el IPC, sino que establece incrementos fijos, además de un componente variable en función de las ventas del sector, medidas a través del Índice de comercio al por menor en grandes superficies del INE. Esa variable puede ir de un 0,2% a un máximo del 2%.
La intención: otro acuerdo de larga duración
Estabilidad. La negociación del nuevo convenio de Mercadona parte bajo una premisa de larga duración. La compañía propone una vigencia de cinco años, por lo que sus condiciones se mantendrían desde el 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de 2028. Ya para el próximo año habría que esperar a que la compañía tenga formuladas sus cuentas anuales para definir el porcentaje exacto de revalorización, en tanto que la inflación seguirá por encima del 1,5% que la compañía propone, de momento, como tope para su aportación al incremento salarial. En cualquier caso, las partes se reunirán durante los próximos días para definir la fórmula exacta, y con la intención de no alargar mucho más la negociación, que sigue teniendo algunos puntos pendientes.
Jornada anual. Uno de ellos es el de la reducción de la jornada anual, otra petición de los sindicatos en los últimos años, y con el trasfondo de la intención del Gobierno de rebajar a 37,5 horas la jornada semanal. Mercadona tiene ahora la jornada anual máxima, de 1.824 horas, con 40 horas semanales. En la negociación, la compañía ha trasladado la imposibilidad de reducirlas en 2024 al tener ya hecha la planificación, y su compromiso de estudiarlo durante la duración del convenio.
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