Los sindicatos suspenden la huelga en Renfe y Adif tras asegurarse una negociación sobre el traspaso de Rodalies
El ministro Puente ofrece garantías laborales a los trabajadores y que sus representantes estén en los procesos de transferencia de Rodalies y en la apertura de Renfe Mercancías a un socio
Un principio de acuerdo alcanzado esta tarde entre el Ministerio de Transportes y los sindicatos con representación en Renfe y Adif ha evitado in extremis cinco jornadas de huelga en los servicios de Cercanías, Media Distancia, Larga Distancia y Mercancías de Renfe. El nuevo ministro, Óscar Puente, ha estado al frente de los contactos.
El conflicto laboral fue motivado por el pacto entre PSOE y ERC para la transferencia del servicio de Rodalies (Cercanías) a la Generalitat de Cataluña. Un traspaso que afectará tanto a parte de la infraestructura ferroviaria en suelo catalán, como a trenes y a centenares de trabajadores. Los representantes sindicales temen la fragmentación de ambas empresas públicas, y también pesaba en la protesta la apertura de Renfe Mercancías a un socio logístico, Medlog, del grupo MSC.
La concesión al Govern catalán no varía, pero Transportes se ha comprometido a “trabajar de la mano” con los sindicatos en la transferencia de Rodalies y en el futuro de Renfe Mercancías, “manteniendo las condiciones laborales y de movilidad”, ha explicitado el Ministerio en un comunicado. Las garantías en el empleo deben ser aún rematadas y llevadas a un documento, pero se anticipa que se respetarán y salvaguardarán en todo momento “los derechos socio-laborales y de permeabilidad de todos los empleados de ambas empresas públicas”. Habrá una primera reunión antes del 15 de diciembre para tratar los puntos acordados.
En el trazo gordo inicial se incluye la integridad de Renfe y Adif; el respato de la voluntariedad para pasar a la futura Rodalies de Catalunya; el mantenimiento de las condiciones laborales de quienes decidan dar el paso, o la promesa de reingreso en Renfe si así lo quiere el trabajador que cambie a la empresa con control catalán. El principio de acuerdo ha bastado para que Puente salve la que iba a ser su primera crisis tras tomar las riendas del Ministerio.
La huelga había sido convocada para este viernes y los días 30 de noviembre y 1, 4 y 5 de diciembre. Renfe tenía prevista la suspensión de un total de 1.548 servicios de viajeros y casi un millar de trenes de mercancías. Los colectivos que habían promovido el paro, Semaf, UGT, CC.OO, CGT y SF, también han evitado que su protesta coincida con la llamada del sindicato de VOX, Solidaridad, a la huelga general.
Las centrales serán invitadas a las mesas de negociación relacionadas con Rodalies y Renfe Mercancías. A la representación de los trabajadores se les ha prometido transparencia y la posibilidad de trasmitir su visión sobre el modelo ferroviario.
Al haberse establecido servicios mínimos con anterioridad a la desconvocatoria y mantenerse vigentes para este viernes por la huelga general, Renfe va a reprogramar su oferta habitual, por lo que pueden producirse “modificaciones puntuales en el servicio ferroviario durante las primeras horas”, ha explicado el Ministerio. Lo previsto es que la situación vaya normalizándose a lo largo de la mañana.
Contexto
Esta huelga se convocó como consecuencia del anuncio del nuevo Ejecutivo de negociar con la Generalitat de Cataluña el traspaso de Rodalíes (el cercanías catalán). Más allá de la necesidad del PSOE de apoyos para la investidura, el acuerdo para el traspase del servicio se alcanzó en un contexto en que la Generalitat clama una solución a las continuas incidencias en las operaciones. La intención de la Generalitat es crear una nueva sociedad que gestione todos los servicios que se traspasarán (en principio solo la R1, R2 y R3, incluyendo los trenes y las vías), lo que supondría que los trabajadores que prestan servicio allí (unas 2.300 personas) dejarían de trabajar para Renfe o Adif.
Rápidamente, los sindicatos con peso en la operadora se manifestaron en contra del traspaso de activos y, especialmente, de personal. El documento firmado por PSOE y ERC explicita que la futura operadora catalana dispondrá de “un convenio de colaboración y cooperación con Renfe que asegure la movilidad laboral entre ambas y el mantenimiento de los derechos adquiridos”, aunque los trabajadores adelantaron rápidamente su intención de permanecen bajo el paraguas de la operadora nacional. Los comités generales de empresa de Renfe, constituido por Semaf, UGT, CC.OO., CGT y SF; y de Adif, en este caso conformado por CC.OO, UGT, CGT, SCF Y SF, habían matizado que no se trata de una movilización contra el acuerdo político, sino contra la posible fragmentación de estas dos empresas, lo que repercutiría en los derechos de los trabajadores.
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