Carlos Torres se desliga del ‘forensic’ sobre Villarejo y responsabiliza a Garrigues y PwC
El presidente de BBVA declara como testigo en la Audiencia Nacional y asegura que el banco no dio ninguna instrucción sobre la investigación interna
El presidente de BBVA, Carlos Torres, tuvo ayer una de las comparecencias más importantes de su trayectoria profesional, y quizá una de las más complicadas. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que desde hace cinco años investiga la relación entre el banco y el comisario jubilado José Manuel Villarejo, le citó a las 10.00 horas para tomarle declaración como testigo y conocer cómo reaccionó la entidad una vez que se salieron a la luz los encargos de espionaje y consultoría que se llevaron a cabo durante más de una década y que costaron 10,3 millones de euros.
Torres llegó a la Audiencia Nacional unos 10 minutos antes de la convocatoria. Tras pasar por delante de la decena de medios de comunicación que esperaban su llegada, entró a la sede judicial donde, además del juez instructor y los fiscales Anticorrupción, estaban los abogados de algunos de los exdirectivos investigados del banco, como el del expresidente de BBVA Francisco González; o el del exdirector de riesgos Antonio Béjar. Allí, también se encontraban las defensas de algunas de las víctimas de la actuación de Villarejo, como el abogado del expresidente de Sacyr Vallehermoso Luis del Rivero (primer espionaje que el comisario jubilado hizo para el banco); o el líder de Ausbanc, Luis Pineda, que acudió en calidad de abogado.
Aun así, el equipo jurídico de Garrigues, el bufete contratado por BBVA para su defensa en el caso Villarejo, estaba presente para salir al rescate si hacía falta. De hecho, al inicio de la declaración, los letrados de este despacho intentaron delimitar las cuestiones a tratar en la comparecencia judicial, remarcando que Torres acudía como testigo de unos hechos concretos y no como presidente del banco.
Sobre el funcionamiento de los mecanismos internos de prevención del delito poco se habló durante las tres horas que duró la declaración. Según informaron fuentes jurídicas presentes en la declaración, la Fiscalía Anticorrupción aprovechó la cita para indagar en el conocimiento que el presidente tuvo sobre las labores del polémico comisario. En esta línea, Torres subrayó que no supo nada acerca de Villarejo hasta “junio o julio de 2018″, más de medio año después de la detención del agente encubierto y tras un mes de que aparecieran las primeras noticias sobre la relación entre BBVA y Cenyt, la empresa del expolicía.
Así, la comparecencia se centró en el comité global de corporate assurance, el órgano de prevención del delito de BBVA, que Torres presidió como consejero delegado del banco. Este cónclave celebró, entre octubre de 2018 y enero de 2019, varias reuniones confidenciales, con un grupo restringido de altos mandos, para analizar las consecuencias de los contratos que la Audiencia Nacional comenzó a investigar a partir de diciembre de 2018.
Entre las medidas adoptadas, el comité ordenó llevar a cabo una investigación interna para depurar responsabilidades. Torres, que se enfrentó a todas las preguntas sin asistencia legal, tal y como establece la ley en el caso de los testigos, salió en defensa de BBVA, la primera empresa del Ibex 35 que fue imputada en el caso Villarejo y la única que queda con este estatus.
En defensa del banco
Por un lado, insistió en que tanto él como el consejo de administración ordenaron mantener una “colaboración total” con la justicia en el caso Villarejo. Así, respondió al recordatorio que hizo el abogado de Francisco González sobre las reiteradas quejas de Anticorrupción acerca de una falsa colaboración de BBVA con la investigación.
Por otro lado, aseguró que ningún responsable del segundo grupo bancario español dio alguna instrucción en relación a la investigación interna, ya que dicha tarea se externalizó en 2019. Así, añadió que de ello se encargaron los “investigadores independientes externos”, según indicaron las fuentes jurídicas consultadas. Sin hacer alusión expresa, Torres se refirió así a los despachos de abogados Garrigues, Uría y PwC, contratados para hacer un forensic, que ha resultado ser más polémico de lo esperado, debido a la selección de altos cargos cuyos archivos se examinaron (custodios) y las palabras claves utilizadas para cruzar sus datos con otros ejecutivos del banco, siguiendo una metodología forense que, según explicó BBVA en su día, “peca por exceso, no por defecto”.
Torres fue uno de los directivos cuyos correos electrónicos fueron volcados pero no analizados, pese a que su nombre figuró en una lista interna previa, de 14 de enero de 2019, elaborada por la jefa jurídica de BBVA, María Jesús Arribas, tal y como informó CincoDías. Sobre ello, el presidente hizo hincapié en que las decisiones sobre el forensic correspondieron a los abogados y a la consultora contratados para ello. Al mismo tiempo, indicó que él se enteró por la prensa de que sus datos no fueron ni “priorizados” ni “analizados”.
Según constan en las actas del citado comité, a las que tuvo acceso este diario, el primer encargado de llevar la investigación interna fue el departamento de auditoría interna, entonces liderada por José Luis de los Santos, hasta que esta labor quedó en manos de los colaboradores externos en enero de 2019.
La salida de auditoría interna
El 18 de enero de ese año fue la última vez que los responsables de dicha área acudieron a las reuniones de prevención. En ese encuentro, De los Santos estuvo presente junto a su sucesor en el cargo, Joaquín Gortari, y Torres mantuvo el control del órgano antes de pasar el testigo al actual consejero delegado, Onur Genç. Las actas señalan que tanto el exjefe de auditoría interna como el máximo responsable del banco continuaron presentes durante dicho mes en la mesa de trabajo por el conocimiento adquirido sobre el caso Villarejo. Y así lo justificó también Torres durante su declaración, según las fuentes consultadas.
Fuentes cercanas al banco señalan que aunque el forensic se externalizó, “esta cuestión se ha venido reportando de manera recurrente a los órganos sociales del banco”, como la comisión de auditoría interna, la comisión de riesgos y cumplimiento, así como al propio consejo de administración en pleno.
De este modo, Torres superó la declaración ante el juez del caso Villarejo, que tantas expectativas ha generado. A lo largo de cinco años de instrucción, su posible comparecencia se ha planteado en alguna ocasión, como hizo la defensa de Del Rivero el año pasado. El juez instructor alegó hasta el momento que no existían motivos para convocarle. Las cosas cambiaron el pasado mes de julio cuando la jefa del área legal de BBVA se acogió a su derecho a no declarar, aduciendo que su deber profesional de guardar secreto profesional como abogada del banco le impide responder a las preguntas que le pudieran formular.
Anticorrupción no recibió bien esta decisión del departamento jurídico de BBVA. Por ello, como alternativa solicitó la declaración de Torres para conocer cómo el banco se enteró y analizó el caso Villarejo.
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