El Gobierno suizo y UBS firman un acuerdo de cobertura de pérdidas de más de 9.000 millones por Credit Suisse
El banco solo podrá activar la garantía pública cuando el deterioro supere los 5.100 millones
El Gobierno suizo amplía la protección de UBS a días de completarse la absorción de Credit Suisse. El Ejecutivo anunció este viernes la firma de un acuerdo con la entidad para cubrir hasta 9.000 millones de francos suizos (unos 9.250 millones de euros) en posibles pérdidas de una cartera de activos de Credit Suisse. La operación se anunció el pasado 19 de marzo y se prevé que se concluya la próxima semana, posiblemente el lunes, con la absorción total. Esta garantía pública, eso sí, solo se podrá activar cuando el deterioro supere los 5.100 millones de euros.
El acuerdo brindará garantías “a cualquier pérdida ocasionada por la liquidación de los activos de Credit Suisse”, indicó el Gobierno en un comunicado. A lo que añade precisamente que esta red surtirá efecto “solo si las pérdidas derivadas de la realización de estos activos superan los 5.000 millones de francos suizos (unos 5.100 millones de euros)”. Es decir, solo se activará al superar esa barrera (si se queda por debajo, lo tendrá que asumir UBS) con un límite máximo de unos 9.250 millones de euros.
Este acuerdo, alcanzado in extremis a días de completar la operación, se produce para cubrir el posible agujero que pueda crear una cartera de Credit Suisse. En concreto, la de activos secundarios de la entidad, equivalente al 3% de los activos combinados del banco fusionado: incluye principalmente préstamos, derivados, activos heredados y productos estructurados.
“La prioridad para el Gobierno federal y UBS es minimizar las pérdidas y riesgos potenciales para evitar en la mayor medida posible el recurso a la garantía federal”, ha insistido el Ejecutivo suizo. UBS, por su parte, anunció esta semana que la absorción de Credit Suisse se completará probablemente el próximo lunes y esa misma semana el segundo de estos bancos dejará de cotizar en la Bolsa de Zúrich, al igual que en la Bolsa de Nueva York con los denominados ADS (american depositary share).
Tasa de garantía
Como contraprestación, UBS pagará al Gobierno federal una tarifa de garantía consistente en un pago inicial por establecimiento de 40 millones de francos (41 millones de euros), una tarifa de mantenimiento anual del 0,4% de 9.000 millones de francos para cubrir los costes de asesoramiento (360 millones de francos), entre otras cosas, y una comisión anual de la parte retirada (prima de riesgo) de entre el 0% y el 4% de 9.000 millones de francos, en función de las pérdidas realizadas y las esperadas.
En España, en la pasada crisis de 2008, el sector bancario recibió los llamados créditos fiscales garantizados para proteger su capital en los años más duros del shock financiero. En un principio, esto no tuvo coste para las entidades, aunque con el paso de los años el Gobierno acabó imponiendo una tasa para que Bruselas no considerase esta herramienta como una ayuda de Estado. Así, las entidades que cuentan con estos créditos avalados pagan una tasa del 1,5% anual desde 2016. Los ingresos para las arcas públicas desde entonces han sido de algo más de 400 millones al año.
El contrato de cobertura de pérdidas se mantendrá hasta la realización definitiva de la cartera garantizada, aunque UBS puede rescindir el acuerdo de protección en cualquier momento. Eso sí, si se rompe antes, el banco dejaría de beneficiarse de la protección federal.
Credit Suisse, que ha existido por más de 160 años y era el segundo mayor banco de Suiza por volumen de mercado, entró en crisis tras las turbulencias bancarias desatadas en Estados Unidos en marzo. Entonces, el Gobierno auspició un acuerdo y el banco aceptó su venta a UBS por poco más de 3.000 millones de euros, en una operación de urgencia garantizada por las autoridades suizas para evitar su colapso. El banco suizo arrastraba años de escándalos de corrupción y mala gestión, que le obligaron a pagar cientos de millones de euros en multas dictadas en Estados Unidos, Suiza y otros países, y que dañaron seriamente su reputación.
La transacción tuvo cierta controversia, por ejemplo con la pérdida total de los tenedores de bonos convertibles de Credit Suisse, conocidos como AT1, que perdieron 17.000 millones de dólares (unos 16.000 millones de euros). Estos bonos se amortizaron en su totalidad, mientras que los accionistas sí recibieron los 3.000 millones del canje por sus acciones. Eso sí, esta cifra está muy alejada de los 7.500 millones en los que estaba valorada la entidad antes de la operación. El resultado es que los accionistas de Credit Suisse recibirán una acción de UBS por cada 22,48 acciones en circulación que posean.
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