Galp, sólida apuesta por la energía solar en el mercado ibérico

La compañía, cuyos ingresos aumentaron un 67% el pasado ejercicio, quiere alcanzar la neutralidad de carbono en 2050

Con sede en Portugal, Galp es una empresa integrada de petróleo y gas, cuyas actividades abarcan desde la exploración y producción (upstream) hasta el refinado y suministro de productos derivados del petróleo y el gas (downstream). Cuenta con una red de distribución de 1.273 estaciones de servicio en la Península Ibérica.

Galp es la compañía líder en el segmento minorista de carburantes en Portugal, donde su cuota de mercado es del 26%. Asimismo, es un actor relevante en España, con el 4% de cuota de mercado, habiendo suministrado 7,4 millones de toneladas de productos petrolíferos en 2022.

La empresa también es titular y opera la refinería de Sines, una de las mayores de la Península Ibérica, con capacidad para procesar 226k barriles de petróleo por día (bpd).

Galp produjo 127k bpd en 2022, principalmente de Brasil (86%) y Angola (8%), lo que se consiguió a través de sus activos de upstream, que se han convertido en los principales generadores de rentabilidad (80% del ebitda en 2022). No obstante, sigue siendo un actor pequeño en comparación con su homólogo español Repsol (producción de 527k bpd en 2022).

En línea con su estrategia de transición energética, Galp ha estado construyendo una cartera de energías renovables y se ha posicionado como actor clave en el sector de la energía solar en el mercado ibérico, con 1,9 TWh de energía generada en 2022 y una capacidad instalada en operación de 1,4GW a cierre de 2022 (0,2 GW en construcción y 7,4GW en desarrollo). La ambición de la compañía es seguir ampliando su cartera con un objetivo de capacidad instalada de 4GW para 2025 y 12GW para 2030 (frente a los 1,4GW de 2022).

Por otra parte, el entorno macroeconómico favorable, marcado por la continuación de la evolución positiva de los precios del petróleo y gas, ha permitido a Galp obtener unos sólidos resultados financieros en 2022. Como resultado, los ingresos aumentaron un 67% interanual, hasta 26.865 millones de euros, y el ebitda ajustado de Galp aumentó un 66% interanual hasta 3.859 millones de euros (con un margen ebitda ajustado estable en el 14,4%), gracias a mayores precios de realización del crudo y a un margen de refinado superior, mientras que los mayores costes de producción pesaron sobre el margen.

Perfil financiero

En conjunto, Galp generó 1.109 millones de euros de flujo de caja libre (tras el pago de un dividendo de 665 millones de euros), impulsado por la fuerte generación de efectivo de las operaciones que compensó un mayor CapEx de 1.078 millones de euros, dirigido principalmente al mantenimiento de proyectos upstream y a la expansión de su cartera de renovables. A finales de 2022, el ratio de apalancamiento neto ajustado mejoró hasta 0,8x (desde 1,6x en YE21 y 2,2x en YE20), confirmando el sólido perfil financiero del grupo. Además, la posición de liquidez de Galp es muy sólida, con 2.432 millones de euros de efectivo en caja a EJ22, y los vencimientos de deuda bien distribuidos.

A medida que el mundo se orienta progresivamente hacia fuentes de energía limpias, la industria del petróleo y el gas se enfrenta al reto crítico de equilibrar la rentabilidad a corto plazo con la viabilidad a largo plazo. Teniendo esto en cuenta, el planteamiento estratégico de Galp ha sido: 1) centrarse en activos upstream de bajo coste y baja intensidad de carbono, con una intensidad de carbono de la cartera de 10,1kgCO2/barril de petróleo equivalente (boe) por debajo de la media del sector de 18,3kgCO2/boe (según IOGP 2021); 2) ampliar su cartera de energías renovables (objetivo de capacidad instalada de 4 GW para el 25E); y 3) reducir la huella medioambiental de la refinería de Sines, principalmente mediante inversiones en optimización de la eficiencia energética.

Como la mayoría de sus homólogos, Galp ha establecido una hoja de ruta de descarbonización para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 y está en vías de lograr sus objetivos para 2030 (con 2017 como año base), que incluyen la reducción de sus emisiones globales de alcance 1 y 2 y la intensidad de carbono de producción en un 40% (-20% y -14%, respectivamente, en 2022 frente a 2017), así como la intensidad de carbono de todas las ventas descendentes en un 20% (-4% en 2022 frente a 2017).

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