Los ‘hedge funds’ fallaron en 2022 cuando se esperaba que dieran su mejor versión
Registraron unas pérdidas de 208.000 millones de dólares
A los hedge funds les ha pasado como a Piqué: cuando más se los necesitaba dieron su peor versión. Los 20 fondos de cobertura más importantes del mundo registraron el año pasado su peor ejercicio desde 2016. El entorno era desafiante, porque fue un periodo en el que cayeron tanto la Bolsa como los bonos. Pero es justo por esto por lo que los gestores de estos fondos, los chicos listos de Wall Street, cobran sueldos millonarios, porque prometen retornos mejores que los fondos convencionales. En total, la industria registró unas pérdidas por valor de 208.000 millones de dólares.
Los fondos de inversión libre (conocidos también como fondos de cobertura o hedge funds) son vehículos de inversión colectiva que pueden operar con plena libertad. Pueden concentrar toda la cartera en solo un par de compañías. Pueden endeudarse hasta las trancas. Pueden apostar contra un valor concreto. Y pueden utilizar todo tipo de derivados financieros. Actividades, todas ellas, muy limitadas en los fondos de inversión convencionales.
De acuerdo con los datos recabados por LCH Investment, los 20 mayores hedge funds ganaron el año pasado 22.400 millones de dólares, casi un tercio de los 65.400 millones de dólares que el grupo devolvió en 2021. Ese ejercicio, el aumento de los precios de las acciones llevó al sector un rendimiento récord. En comparación, ganaron 63.500 millones de dólares en 2020 y 59.300 millones de dólares en 2019.
El resultado del año pasado es decepcionante porque muchos de estos vehículos prometen a sus inversores que son capaces de conseguir retornos positivos en cualquier entorno de mercado. Incluso en uno tan difícil como el de 2022, en el que casi todos los activos financieros cayeron.
Los triunfadores de la feria
Paul Singer. Elliott Investment Management el hedge fund dirigido por Paul Singer, recaudó el año pasado 13.000 millones de dólares en la mayor operación de capital de su historia. La firma reunió compromisos de efectivo en dos rondas de recaudación de fondos que se cerraron en 2022, según una carta a los inversores citada por Bloomberg. A 30 de junio, Elliott gestionaba casi 56.000 millones de dólares. Su fondo de cobertura multiestrategiav ganó un 5,9% el año pasado.
Citadel. El fondo de cobertura de Ken Griffin, obtuvo el año pasado un beneficio récord para sus clientes por valor de 16.000 millones de dólares, superando al resto del sector y siendo una de los mejores resultados de la historia de esta industria. Las ganancias de Citadel superan los 15.000 millones que John Paulson generó en 2007 con su apuesta contra las hipotecas de alto riesgo.
En un año tan difícil, solo los gestores de hedge funds que se centraron en estrategias de compraventa rápida de activos y apostaron por tendencias macroeconómicas cosecharon ganancias. Mientras tanto, aquellos con estrategias ligadas a los movimientos del mercado tropezaron.
Rick Sopher, presidente de LCH, una firma de fondos de fondos que realiza un seguimiento de las rentabilidades de los hedge funds y que forma parte del grupo Edmond de Rothschild, explica a Reuters que 2022 fue un año de “grandes divergencias”.
El año pasado se recordará sobre todo como un año difícil, en el que el índice más importante del mundo, el estadounidense S&P 500, perdió un 20%. Y en el que los gestores de hedge funds de primera fila, como Tiger Global y Third Point, sufrieron pérdidas.
En conjunto, los hedge funds perdieron 208.000 millones de dólares en 2022 para sus clientes, lo que supone el mayor descenso en un solo año desde 2008, cuando perdieron 565.000 millones de dólares, según datos de LCH.
Los fondos de cobertura, que gestionaban conjuntamente 3,3 billones de dólares el 31 de diciembre de 2022, según datos de eVestment, prometer rendimientos superiores, especialmente cuando los mercados van mal.
Este tipo de vehículos no está abierto a todos los públicos. Normalmente, exigen unos importes mínimos de inversión de más de un millón de euros, por lo que se suelen dirigir a clientes institucionales.
Los fondos de inversión libre llevan varios años en el ojo del huracán, al no ser capaces de obtener los retornos prometidos. En uno de los desafíos más conocidos de la industria financiera en la última década, el célebre inversor Warren Buffett apostó en 2007 contra Ted Seides, fundador de la firma Protégé Partners, que invertir en un fondo barato que replicase la evolución del S&P 500 sería más rentable que hacerlo con una selección de hedge funds. La apuesta era para un periodo de 10 años. Y Buffett la ganó. De hecho, ganó por goleada y a Seides no tuvo más remedio que reconocer la derrota antes incluso de que acabar al plazo.