Cellnex culmina su giro estratégico: de las compras al avance orgánico
Cellnex, el gigante europeo de infraestructuras de telecomunicaciones, abre un nuevo ciclo y tendrá nuevo primer ejecutivo antes de verano. La cotizada informó a primera hora del miércoles de la dimisión presentada por su consejero delegado, Tobías Martínez. La renuncia no es baladí, en tanto el directivo ha sido el timonel de una aventura de éxito que ha llevado la firma a capitalizaciones récord y a un proceso de compras que parecía no tener fin. De hecho, en este último lustro, la compañía ha sido noticia recurrente a golpe de inversiones, compras, refinanciaciones y un crecimiento exponencial. El CEO explica en la carta remitida a la dirección que el crecimiento al que aspira la empresa debe liderarlo otra persona. Un nuevo capítulo, dice, que sea avalado por alguien con un horizonte temporal más allá de finales de 2024, fecha en la que terminaba su contrato.
Los mercados no acogieron del todo bien el movimiento, a todas luces inesperado, registrando la firma una caída en Bolsa del 2,4%. Una incertidumbre razonable si se tiene en cuenta que el primer ejecutivo de la empresa vendía hace apenas meses un giro estratégico del que ahora abdica y que tendrá que poner en marcha otra persona. De inmediato, Cellnex ha implementado los mecanismos sucesorios con la vista puesta en el 3 de junio, fecha a partir de la que tendrá efecto la salida. No obstante, la búsqueda de un sustituto se ha activado de manera automática.
Por mucho que los nuevos tiempos requieran nuevos actores, y que la gestión del crecimiento orgánico por el que ahora apuesta la compañía precise de una operativa y unos ritmos diferentes, mucho tendrá que remar el sustituto de Martínez para igualar los logros de este. El ejecutivo, que sustituyó a Francisco Reynés en febrero de 2018, ha liderado Cellnex desde su creación hace ocho años a partir de la antigua Abertis Telecom. En Bolsa desde el año 2015, hoy día es uno de los grandes grupos del Ibex 35, con una capitalización de unos 23.000 millones de euros, si bien llegó a superar los 40.000. Si el descenso de hasta un 44% en sus títulos desde los máximos históricos que alcanzó en agosto de 2021 es el posible indicador de una crisis de crecimiento, tampoco supone borrón alguno para una gestión más que brillante. La salida de Martínez, también responsable de captar el apoyo de los grandes de la inversión internacional, de los BlackRock a los Norges Bank, marca un antes y un después en un proyecto industrial histórico que llegó al cuarto puesto del selectivo y que ahora abraza una cierta incertidumbre. Tiempo al tiempo.