"Súper Jueves" de bancos centrales
2,5% de crecimiento del PIB mundial en 2023
Esta semana hay "Súper Jueves" de bancos centrales: BCE, Banco de Inglaterra y Banco Nacional Suizo. Antes, la Reserva Federal va a anunciar su último movimiento del año. Tiene que lidiar con huna creciente evidencia de desaceleración laboral, aunque sigue fuerte y con inflación persistente. El índice de gerentes de compras de servicios ha sido inesperadamente alto en noviembre, lo que indica que la actividad sigue sólida con creación de empleo y aumento de salarios. De todas formas, el índice de precios al productor de EEUU se ha situado 7,4% anual en noviembre, frente a 8,1% en octubre.
Con todo, esperamos que la Reserva Federal aumente sus tipos de interés en 0,5% pero que su comunicación siga agresiva. El mercado espera un tipo de interés terminal por debajo de 5%, pero estimamos 5,125% para marzo de 2023. El caso es que rápido ritmo de alzas de tipos afectará a la economía estadounidense en 2023, cuyo PIB puede contraerse 0,2% en el año. Al mismo tiempo, esperamos que su inflación anual se desacelere al 4%.
También esperamos aumentos de tipos de interés de 0,5% del BCE, Banco de Inglaterra y Banco Nacional de Suiza. Además, esperamos que el BCE proporcione aclaraciones sobre sus planes de ajuste cuantitativo para liquidar sus tenencias de bonos por valor de cinco billones de euros. Estimamos que el tipo de depósito del BCE habrá alcanzado 2,5% para marzo de 2023. Eurostat ha estimado 0,3% de crecimiento del PIB en la euro zona el tercer trimestre, frente a 0,2% anterior. Además, en Alemania, la producción industrial disminuyó 0,1% en octubre, frente a expectativas de menos 0,5%. Pero las ventas minoristas en la euro zona se han reducido un 2,7% en un año. Con todo, esperamos una contracción del 0,5% en la euro zona en 2023 y que el PIB del Reino Unido se contraiga 1,6%, con Alemania e Italia más afectados por las preocupaciones energéticas.
2,5% de crecimiento del PIB mundial en 2023
En conjunto, nuestro pronóstico de crecimiento del PIB mundial en 2023 es 2,5%, por debajo de 3% en 20022. Esperamos que la inflación mundial disminuya de 6,9% a 3,2%. Los principales indicadores apuntan a leve recesión en los países occidentales a principios de 2023, seguida de repunte la segunda mitad del año.
En China se ha dado una importante relajación de controles Covid para dar acceso a la mayoría de las áreas públicas y a viajes nacionales. De hecho, sus indicadores de alta frecuencia apuntan a recuperación gradual. Sin embargo, la mayoría de la población aún no ha sido inmunizada y sus datos de comercio internacional han sido muy débiles en noviembre. Ahora esperamos atenuación de sus exportaciones por disminución de demanda externa. Por su parte la inflación anual ha sorprendido a la baja, 1,6%. Aunque su reapertura puede renovar la presión sobre los suministros, el crecimiento del PIB de China puede acelerarse hasta 4,5% en 2023, desde 3,2% en 2022. De hecho, tras varios años, vemos la oportunidad de inversión táctica en China.
Además, la moderada recuperación en Japón continuará, con crecimiento del PIB en 1,5% en 2023, igual que en 2022. Adicionalmente, esperamos que la economía India crezca 6% y que los países de la región asiática ASEAN continúen beneficiándose de reubicaciones de cadena de suministro globales.
Energía y salud
Si bien podríamos ver crecimiento de las ventas en 2023, la presión sobre los márgenes empresariales puede hacer que el crecimiento de beneficios por acción sea negativo en mercados desarrollados, más en EE.UU. que en la euro zona, pero infra ponderamos ambas regiones. Sin embargo, las acciones relacionadas con energía seguirán atractivas y salud -grandes farmacéuticas y ciencias de la vida- resistentes en una recesión leve. También nos gustan determinadas empresas industriales que pueden beneficiarse de la inversión de capital eficiente. Nos gustan los temas relacionados con materias primas. La reapertura China post Covid, la recuperación global la segunda mitad de 2023 y el debilitamiento del dólar podrían dar un impulso a determinados mercados emergentes.
Además, la convergencia de las primas de riesgo puede generar oportunidades en pequeñas capitalizaciones, así como acciones japonesas.
Bonos del Tesoro de EEUU, refugio seguro
Ahora bien, a medida que la inflación se desacelera y se avecina una recesión, los bonos del Tesoro de EEUU de más largo plazo volverán a ser refugios seguros y los sobre ponderamos. Pero estamos más neutrales respecto a bonos de la euro zona, por mayor vulnerabilidad energética y un estímulo fiscal a gran escala de Alemania, que puede poner en cuestión el refugio del Bund. Más aún, esperamos aumento de rentabilidades a vencimiento de los bonos europeos ante expectativas de nuevas emisiones. Aunque esperamos compresión de diferenciales de rentabilidad a vencimiento entre bonos gubernamentales de Europa y EEUU, estamos negativos en bonos de la periferia europea. Los vigilantes de bonos han vuelto y los errores de política fiscal serán castigados rápidamente
Mejor deuda empresarial grado de inversión
En crédito se requiere un enfoque activo. Estamos cautos respecto a alta rentabilidad, dada la exposición de muchos de estos emisores a tipos de interés variable y un posible aumento de las tasas de impago. Pero estamos neutrales en deuda empresarial grado de inversión estadounidenses y europea de vencimientos corto y medio, con cupones atractivos, cuyo riesgo es menor. Además, nos gusta el crédito asiático grado de inversión en dólares, donde los diferenciales de rentabilidad a vencimiento se estrecharán si la economía china recupera impulso.
La revancha de la cartera 60/40
Aunque la asignación tradicional ha tenido una de sus peores evoluciones este año 2022, podríamos ver el renacimiento de las carteras 60/40, un gran tema para 2023.
Además, dada la dispersión nos gustan las estrategias de orientación macroeconómica de determinados hedge funds. Por su parte, los activos privados serán esenciales para generar exceso de rentabilidad respecto a riesgo asumido y las recientes caídas en las valoraciones son buenos puntos de entrada, incluso en inversiones inmobiliarias con horizonte de largo plazo. La volatilidad debe seguir tratándose como una clase de activos, mediante estrategias de opciones para oportunidades tácticas y mitigar riesgo.